tag:blogger.com,1999:blog-65558545490266321992024-03-13T12:41:47.878-06:00FILOSOFIA Y MAS®Medio de expresión y conocimiento sobre diferentes temas del saber humano con énfasis filosófico.Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.comBlogger1209125tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-34594858195469561832016-03-08T23:21:00.000-06:002016-03-08T23:21:01.429-06:00LA SUERTE DE LADO DE LOS PEREZOSOS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-76CSBTFgghc/Vt-yTaNlZ3I/AAAAAAAAF2I/hk_gv4A-68E/s1600/suerte-en-el-mundo-profesional.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://2.bp.blogspot.com/-76CSBTFgghc/Vt-yTaNlZ3I/AAAAAAAAF2I/hk_gv4A-68E/s400/suerte-en-el-mundo-profesional.jpg" width="400" /></a></div>
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En la vida estudiantil de toda persona se da un fenómeno interesante, como en todo lugar siempre existen los inteligentes e intelectuales y por supuesto quienes viven como parásitos, a costa de otros, tanto para la realización de trabajos como para las temidas evaluaciones. Resulta interesante evaluar dicha situación, tomando en cuenta que en la vida laboral o en el mundo real que dicho sea de paso es cambiante, los intelectuales en la mayoría de las ocasiones como dice un dicho popular, no pasan de sope a gavilán, mientras que los tarados de clase por llamarlo así, resultan ser empresarios de éxitos o cuando mínimo con buenos trabajos y claro ganando bien, mientras el inteligente se come las uñas preguntándose en qué falló, acaso la suerte acompaña al perezoso o es que la la vida es tan injusta y no sabe premiar el esfuerzo. En lo personal he percibido que aquellos estudiantes que se salvaban como gatos panza arriba, figuran al pasar el tiempo como profesionales de éxitos o en un término simplista, personas de éxito, dejando de lado lo de profesional.</div>
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<br /></div>
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Debo resaltar que no he indagado si existe algún fundamento científico para tal situación, la cual es notable en diferentes situaciones y ambientes, pensemos por ejemplo en los grandes magnates, muchos de ellos son desertores de la Universidad, aunque claro, a lo mejor no se les daba lo del estudio pero sí eran brillantes para otros aspectos, lo cual disfrutan hacer y ganan mucho dinero por ello.</div>
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Alguna vez te has preguntado a qué se debe este fenómeno? Comparte tu visión al respecto.</div>
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<br /></div>
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<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><b><i>"El éxito es una combinación de trabajo muy duro y mucha suerte. Si no tienes suerte, el trabajo no sirve de nada; y si no trabajas duro, nunca tendrás suerte."</i></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><b><i>"Suele decirse que el mundo premia a los malos, pero no es cierto del todo. Una buena persona puede tener mucha suerte."</i></b></span></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-39441332617580050242016-03-02T22:20:00.001-06:002016-03-02T22:20:41.750-06:00LA MUERTE SEGUN FILOSOFOS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-3pkXjKWey3g/Vte7cxFYW8I/AAAAAAAAF14/HG77gveKOJI/s1600/Reloj%2Bde%2Bla%2BMuerte_800.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://4.bp.blogspot.com/-3pkXjKWey3g/Vte7cxFYW8I/AAAAAAAAF14/HG77gveKOJI/s400/Reloj%2Bde%2Bla%2BMuerte_800.jpg" width="400" /></a></div>
<b>MUERTE.</b> Platón afirmó que la
filosofía es una meditación de la muerte. Toda vida filosófica,
escribió después Cicerón, es una <i>commentatio mortis</i>. Veinte
siglos después Santayana dijo que «una buena manera de probar el calibre de una
filosofía es preguntar lo que piensa acerca de la muerte». Según estas
opiniones, una historia de las formas de la «meditación de la muerte»
podría coincidir con una historia de la filosofía. Ahora bien, tales opiniones
pueden entenderse en dos sentidos. En primer lugar, en el sentido de que la filosofía es o
exclusiva o primariamente una reflexión acerca de la muerte. En segundo término,
en el sentido de que la piedra de toque de numerosos sistemas filosóficos está
constituida por el problema de la muerte. Sólo este segundo sentido parece plausible.<br />
Por otro lado, la muerte puede ser entendida de dos maneras. Ante todo, de un modo
ambiguo, luego, de una manera restringida. Ampliamente entendida, la muerte es la
designación de todo fenómeno en el que se produce una cesación. En
sentido restringido, en cambio, la muerte es considerada exclusivamente como la muerte humana.
Lo habitual ha sido atenerse a este último significado, a veces por una razón
puramente terminológica y a veces porque se ha considerado que sólo en la
muerte humana adquiere plena significación el hecho de morir. Esto es especialmente
evidente en las direcciones más «existencialistas» del pensamiento
filosófico, no sólo las actuales, sino también las pasadas. En cierto modo,
podría decirse que el significado de la muerte ha oscilado entre dos concepciones
extremas: una que concibe el morir por analogía con la desintegración de lo
inorgánico y aplica esta desintegración a la muerte del hombre, y otra, en cambio,
que concibe inclusive toda cesación por analogía con la muerte humana.<br />
Una historia de las ideas acerca de la muerte supone, en nuestra opinión, un detallado
análisis de las diversas concepciones del mundo —y no sólo de las
filosofías— habidas en el curso del pensamiento humano. Además, supone un
análisis de los problemas relativos al sentido de la vida y a la concepción de la
inmortalidad, ya sea bajo la forma de su afirmación, o bien bajo el aspecto de su
negación. En todos los casos, en efecto, resulta de ello una determinada idea de la muerte.
Nos limitaremos aquí a señalar que una dilucidación suficientemente amplia
del problema de la muerte supone un examen de todas las formas posibles de cesación aun
en el caso de que, en último término, se considere como cesación en
sentido auténtico solamente la muerte humana. Hemos realizado en otro lugar este
examen (cfr. <i>El sentido de la muerte</i>, 1947, especialmente cap. I). De él resulta,
por lo pronto, que hay una distinta idea del fenómeno de la cesación de acuerdo
con ciertas últimas concepciones acerca de la naturaleza de la realidad. El atomismo
materialista, el atomismo espiritualista, el estructuralismo materialista y el estructuralismo
espiritualista defienden, en efecto, una diferente idea de la muerte. Ahora bien, ninguna de estas
concepciones entiende la muerte en un sentido suficientemente amplio, justamente porque, a
nuestro entender, la muerte se dice de muchas maneras (desde la cesación hasta la muerte
humana), de tal modo que puede haber inclusive una forma de muerte específica para cada
región de la realidad. La <i>analogia mortis </i>que con tal motivo se pone de relieve
puede explicar por qué —para citar casos extremos— la concepción atomista
materialista es capaz de entender el fenómeno de la cesación en lo
inorgánico, pero no el proceso de la muerte humana, mientras que la concepción
estructuralista espiritualista entiende bien el proceso de la muerte humana, pero no el
fenómeno de la cesación en lo inorgánico.<br />
No se trata, pues, de adoptar una determinada idea del sentido de la cesación en una
determinada esfera de la realidad y aplicarla por extensión a todas las demás
esferas (por ejemplo, de concebir la muerte principalmente como cesación en la naturaleza
inorgánica y luego de aplicar este concepto a la realidad humana; o, a la inversa, de partir
de la muerte humana y luego concebir todas las demás formas de cesación como
especies, por acaso «inferiores», de la muerte humana). Se trata más bien de
ver de qué distintas maneras «cesan» varias formas de realidad y de intentar
ver qué grados de «cesabilidad» hay en el continuo de la Naturaleza. En
<i>El ser y la muerte</i> (1962), el autor de la presente obra ha formulado varias proposiciones
relativas a la propiedad «ser mortal», donde la expresión `ser mortal' resume
cualquier modo de dejar de ser: «1) Ser real es ser mortal; 2) Hay diversos grados de
mortalidad, desde la mortalidad mínima a la máxima; 3) La mortalidad
mínima es la de la naturaleza inorgánica; 4) La mortalidad máxima es la
del ser humano; 5) Cada uno de los tipos, de ser incluidos en `la realidad', es comprensible y
analizable en virtud de su situación ontológica dentro de un conjunto determinado
por dos tendencias contrapuestas: una que va de lo menos mortal a lo más mortal y otra
que recorre la dirección inversa» (<i>op. cit</i>., § 9). Lo que se llama
«muerte» es entendido aquí como un fenómeno, o una
«propiedad», que permite «situar» tipos de entidades en el citado
«continuo de la Naturaleza».<br />
Ha sido común estudiar filosóficamente el problema de la muerte como
problema de la muerte humana. En la actualidad abundan los estudios biológicos,
psicológicos, sociológicos, médicos, legales, etc., sobre la muerte, con
atención a casos concretos, a los modos como en distintas comunidades y en diferentes
clases sociales se hace frente al hecho de que los seres humanos mueren. Estos estudios son
importantes, porque ponen de manifiesto que la muerte humana es un fenómeno social, a
la vez que un fenómeno natural. Por eso se tienen en cuenta no solamente los
«moribundos» y los «fallecidos», sino también los
sobrevivientes. La investigación propia a que antes nos referimos no deja de lado los
citados estudios, pero atiende a la noción de «muerte» (o de
«cesación») como noción general filosófica y no solamente
como un fenómeno humano. En lo que toca al último se han contrapuesto dos
tesis extremas: según una de ellas, la muerte es simple cesación; según la
otra, la muerte es «la propia muerte», irreductible e intransferible. Estimamos, por
nuestro lado, que la llamada «mera cesación» y la muerte
«propiamente humana» funcionan a modo de conceptos-límites. De la
muerte humana se puede decir que es «más propia» que otras formas de
cesación, pero, a menos de cortar por completo la persona humana de sus raíces
naturales, debe admitirse que tal propiedad no es nunca completa.<br />
Junto a una investigación filosófica de la muerte, puede procederse a una
descripción y análisis de las diversas ideas que se han tenido acerca de la muerte
en el curso de la historia, y en particular en el curso de la historia de la filosofía. Puede
entonces examinarse la idea de la muerte en el naturalismo, en el estoicismo, en el platonismo, en
el cristianismo, etc. También pueden estudiarse las diversas ideas de la muerte en diversos
«círculos culturales» o en varios períodos históricos. En la
mayor parte de los casos este estudio va ligado a un examen de las diversas ideas acerca de la
supervivencia y la inmortalidad</div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-12250074563045990752016-01-20T23:27:00.000-06:002016-01-20T23:27:09.133-06:00EL ENIGMA Y LAS ACTITUDES<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="background-color: white; color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14.007px; line-height: 20.016px;">Desde Heráclito hasta Wittgenstein, este erudito ensayo del filósofo Pierre Hadot recorre 25 siglos de pensamiento en torno a la Naturaleza.</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-Snk9WD4vLVI/VqBsBlp-RXI/AAAAAAAAF1g/2-LKYOsO0PU/s1600/Enigma.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="252" src="http://2.bp.blogspot.com/-Snk9WD4vLVI/VqBsBlp-RXI/AAAAAAAAF1g/2-LKYOsO0PU/s400/Enigma.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14.007px; line-height: 1.429em;">Además de como un libro erudito, que también lo es, El velo de Isis del filósofo Pierre Hadot (1922-2010) se comporta como una gran obra de referencia que invita a profundizar en las muchas regiones que cartografía y en otras que sólo atisba, donde su proverbial humildad habita con el deseo de plantar semillas en la curiosidad del lector. Son 25 siglos los que aquí se trazan, desde Heráclito hasta Nietzsche, Wittgenstein, Heidegger o Sartre, un viaje que comprueba (y se regodea en) la apasionante longevidad de las fórmulas e imágenes de la Antigüedad clásica, un provechoso legado que el tiempo y los periodos históricos van transformando quizás sólo para demostrar, una vez realizado el recuento de variaciones y oposiciones, que todo estaba dicho antes de que el cronómetro empezara a medir el devenir.</span><br />
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14.007px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px;">
En El velo de Isis Hadot se propone recontar todo lo que ha dado de sí uno de los aforismos más trascendentales de la historia del pensamiento, ése que, atribuido a Heráclito el Oscuro, decía que “la naturaleza ama esconderse”. A este puñado de palabras recortadas del denso trasfondo del Origen, Hadot aplica su bisturí filológico, arqueológico, histórico y filosófico para, desde un profundo conocimiento del pensamiento antiguo y sus evoluciones, revelar cómo su sentido primigenio (“todo lo que nace tiende a morir”) irá transformándose a medida que el concepto de physis varía de la noción de la vida como acontecimiento al poder invisible que lo orquesta. Comienza esta historia, entonces, con el nacimiento de las religiones y la compleja convivencia de paganismo y cristianismo; también con la prehistoria de una ciencia natural que en el siglo IV antes de nuestra era daría a luz a una Naturaleza personificada, metáfora densa e inagotable que se reconcentraba alrededor de una diosa celosa que oculta sus secretos y virtualidades a los mortales.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14.007px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px;">
El grueso de este libro que va y viene, que se clausura en apariencia sólo para recomenzar con mayor brío, y donde los conceptos establecen un apasionante baile en el que sus límites y juegos quedan patentes (Hadot también fue un grandísimo conocedor de la filosofía del lenguaje), se dedica así a constatar la vigencia de esta metafórica de la naturaleza velada y, sobre todo, a describir y clasificar en cada contexto humano los distintos esfuerzos por descorrer el velo y aproximarse al secreto. Así, Hadot conceptualiza este multiforme deseo bajo dos advocaciones, una la tutela de Prometeo y otra la de Orfeo. La tendencia prometeica, que se cifraría míticamente en el mandato divino que ordenaba al hombre dominar la tierra, vincularía a los primeros mecánicos y magos con aquella revolución científica del Setecientos, la de Bacon, Descartes, Galileo o Newton, que alejaba al hombre de la imagen del niño extasiado frente a la madre naturaleza y le inoculaba el ideario de progreso y dominación que se reposaría en el Siglo de las Luces para afilarse en el XIX y XX con las ambiguas consecuencias que todos conocemos.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14.007px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px;">
Por otro lado, y al mismo tiempo que la lenta y paulatina revolución científica bajaba a la tierra la metáfora del secreto de la naturaleza, se desarrollaba su contrario, esa actitud órfica que, desde la Antigüedad hasta Rilke o Heidegger -y pasando, entre otros, por Rousseau o Goethe-, se concentraba en la idea de desvelamiento y comunión a partir del discurso (la palabra), la actividad poética y la creación artística.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14.007px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px;">
Ambas posturas, claro está, no deben verse de manera monolítica o en un paralelo perfecto e independiente, ya que lo que interesa a Hadot es la irrenunciable impureza que las constituye y, especialmente, su problemática evolución cruzada en el tiempo. Hay que indicar en este sentido que El velo de Isis, que no dejó de ser una especie de work-in-progress filosófico no carente de sana ambición, no se da por satisfecho en tanto que acumulación de sabiduría, y que aquí el pensador, sin hacerlo nunca explícito, está ofreciendo las herramientas conceptuales y metodológicas para tratar un tema que siempre nos concernirá. Es por eso que, guadianescamente al principio y luego como último capítulo del libro, se haga hincapié en el cambio de paradigma que, a partir de finales del siglo XVIII, se produce en nuestra consideración (e imaginación) de la naturaleza, cuando a la curiosidad y al deseo de conocer el secreto que resuelve el problema, le siguen la admiración, la veneración y también la angustia ante una naturaleza que ya sólo refleja el misterio insondable de la existencia.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14.007px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px;">
Hadot no hace entonces sino cerrar el círculo y renovar la cuestión mientras pasea con seguridad por el lado más luminoso de tres de los grandes pensadores de la contemporaneidad. Y es desde el sí al mundo en el que desemboca el pesimismo dionisiaco de Nietzsche, el asombro por que éste simplemente sea -según la aforística wittgensteiniana- y la relectura de Heráclito que acometiera Heidegger para tratar sobre el desvelamiento del Ser -sobre la necesidad de sacarlo del olvido al que lo somete el hombre, la necesidad de desvelarlo-, que Hadot promueve y nos ofrece un camino de acción estética y actitud ética.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14.007px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px;">
Fuente: <a href="http://www.filosofia.mx/index.php/perse/archivos/el_enigma_y_las_actitudes" target="_blank">http://www.filosofia.mx/</a></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-23067480049105215332014-09-30T08:28:00.000-06:002014-09-30T08:28:23.161-06:00¿LA FIDELIDAD ES SÓLO UNA PROMESA?<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
Hay distintas formas de fidelidad: a un equipo de fútbol, a un partido, a un país o a unas ideas. Vimos lo que hay de común en todas esas fidelidades: el sentimiento de pertenencia y la elección del vínculo. Pero cuando se nombra la palabra fidelidad lo primero que nos viene a la mente es la (in)fidelidad conyugal y concretamente la que tiene que ver con el sexo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-YDgK4e98tjI/VCq9zHEbh-I/AAAAAAAAFzI/WxQAg3_bG6E/s1600/infidelidad-1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-YDgK4e98tjI/VCq9zHEbh-I/AAAAAAAAFzI/WxQAg3_bG6E/s1600/infidelidad-1.jpg" height="347" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
La fidelidad es un concepto cuya traducción a nuestro comportamiento es escurridiza y por eso necesitamos definirla en el seno de las relaciones, cambiantes en el tiempo y según la cultura. Vimos que, si bien hay un modo socialmente preponderante de entender la fidelidad (que en nuestra sociedad proviene de la cultura judeocristiana) cada vez más las personas intentan pactar sus propias reglas de compromiso.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Algunos de los presentes se mostraron escépticos ante la eficacia de esos pactos individuales porque, por un lado, no se puede prever cada detalle del porvenir de una relación y porque, sobre todo, el telón de fondo del concepto social de fidelidad nos condiciona sin remedio. Así el pacto entre dos individuos resultaría frágil frente a los hábitos sociales pero sin embargo veremos como éstos son cambiantes comparado con la fijeza de la necesidad sexual.</div>
<div style="text-align: justify;">
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Para alguno la fidelidad en la pareja es el sometimiento del individuo, con el sacrificio de su instinto, en beneficio de una forma de supervivencia de la prole. Freud ya lo denunció en su momento como castración monstruosa, instaurada a presión gracias a la moral, llegando a crear lo que él llamó el malestar en la cultura. Y comprobamos que lo que resulta innegable de esta tesis es que una prohibición solo se puede referir a algo que uno desea hacer, cuando hay prohibición es porque la gente desea hacerlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En el polo opuesto vimos como la fidelidad puede llegar a entenderse como una experiencia de compromiso con la verdad ante el otro. Postura que cuenta con que la elección de los términos del pacto en la pareja responde al respeto a un proyecto en común que requiere solidez, la unión de todas sus energías puestas a favor de éste. Y vimos cuán sólida tendría que ser una pareja que sobreviviera a la no exclusividad en cuestión de sexo, incluso habiéndolo pactado, dado que lo que tiene sentido en una promesa a veces se hace muy difícil de cumplir, sobre todo aguantar el dolor de verse sustituido. Pero también vimos como en una pareja en la que el vínculo afectivo se va haciendo fuerte, la parte instintivo-sexual va cobrando menos importancia, tanto para buscar sexo fuera de la pareja como para que una infidelidad dé al traste con el matrimonio. Y es que juega a favor del buen entendimiento el hecho de que el aprendizaje por la experiencia de vida te permite ser más flexible con los sucesos y con las expectativas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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En otro registro totalmente diferente, un asistente nos dice cómo la experiencia de vergüenza ajena que ha tenido cuando ha visto situaciones patentes de infidelidad le hizo pensar en la importancia que tiene que la infidelidad sea conocida por los demás. Evitar esto, dirá, se hace crucial para no dar pie a un sufrimiento inútil: “Si la infidelidad es conocida solo por mí es como si no existiera porque no se produce la única consecuencia importante que es el dolor del otro”. Y es que en una pareja estamos jugando al mismo juego pero a menudo cada uno con sus normas. Y quizás habría que pensar que el intento de ponerlas en común conlleva muchos malos entendidos, cuando no falsedades, ilusiones o ingenuidades que en realidad complican más que aclaran.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Ante la acusación de que este discurso se mueve en la incomunicación y la falta de transparencia, él defenderá que lo más importante es preservar al otro de un dolor inútil.</div>
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<br /></div>
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Finalmente vemos que en pura lógica no se podría estar hablando de infidelidad a menos que ésta se dé en una relación en la que haya habido un compromiso formal. Y sin embargo más allá de la ruptura de cualquier tipo de “contrato”, más o menos expreso, más o menos formal, lo que realmente enciende todas las alarmas es que nos sentimos heridos en nuestros sentimientos. Y ese sentirse heridos es lo que termina afectando a cualquier otro aspecto de la relación: familia, convivencia y economía compartida, hasta vaciarlos de sentido. Otros lo ven desde una perspectiva opuesta: la relación matrimonial tendría que poder sobrevivir a la infidelidad sexual porque ésta no debería estar condicionando al afecto, y menos a la convivencia y la organización familiar.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Son visiones que muy habitualmente se corresponden con la femenina y la masculina y sin embargo detectamos que son dos posturas a las que hoy en día se adhieren indistintamente hombres y mujeres.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Fuente: <a href="http://cafefilomania.com/?p=1212" target="_blank">http://cafefilomania.com/?p=1212</a></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-50314149357938806522014-09-29T08:21:00.001-06:002014-09-29T08:21:23.078-06:00TOM CAT - PREGUNTAS A NIETZSCHE<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormalCxSpFirst" style="background-color: white; border: 0px; color: #4a4a4a; font-family: Garamond, 'Hoefler Text', 'Times New Roman', Times, serif; font-size: 15px; line-height: 24.2250003814697px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-ug6WLw2lyZ8/VClq04ceSVI/AAAAAAAAFy4/yhVEXbDddFM/s1600/nietzsche_ladies_2-grupo-li-po.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-ug6WLw2lyZ8/VClq04ceSVI/AAAAAAAAFy4/yhVEXbDddFM/s1600/nietzsche_ladies_2-grupo-li-po.jpg" height="400" width="360" /></a></div>
<span style="font-family: 'font-size:14pt'; font-style: inherit; font-weight: inherit; line-height: 115%;">Por qué llora maestro</span></div>
<div align="center" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background-color: white; border: 0px; color: #4a4a4a; font-family: Garamond, 'Hoefler Text', 'Times New Roman', Times, serif; font-size: 15px; line-height: 24.2250003814697px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<span style="border: 0px; font-family: 'font-size:14pt; font-style: inherit; font-weight: inherit; line-height: 115%; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Acaso le falló la razón</span></div>
<div align="center" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background-color: white; border: 0px; color: #4a4a4a; font-family: Garamond, 'Hoefler Text', 'Times New Roman', Times, serif; font-size: 15px; line-height: 24.2250003814697px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<span style="border: 0px; font-family: 'font-size:14pt; font-style: inherit; font-weight: inherit; line-height: 115%; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Y entregó el corazón.</span></div>
<div align="center" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background-color: white; border: 0px; color: #4a4a4a; font-family: Garamond, 'Hoefler Text', 'Times New Roman', Times, serif; font-size: 15px; line-height: 24.2250003814697px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<span style="border: 0px; font-family: 'font-size:14pt; font-style: inherit; font-weight: inherit; line-height: 115%; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background-color: white; border: 0px; color: #4a4a4a; font-family: Garamond, 'Hoefler Text', 'Times New Roman', Times, serif; font-size: 15px; line-height: 24.2250003814697px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
</div>
<div align="center" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background-color: white; border: 0px; color: #4a4a4a; font-family: Garamond, 'Hoefler Text', 'Times New Roman', Times, serif; font-size: 15px; line-height: 24.2250003814697px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<span style="border: 0px; font-family: 'font-size:14pt; font-style: inherit; font-weight: inherit; line-height: 115%; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Maestro, me pregunto</span></div>
<div align="center" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background-color: white; border: 0px; color: #4a4a4a; font-family: Garamond, 'Hoefler Text', 'Times New Roman', Times, serif; font-size: 15px; line-height: 24.2250003814697px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<span style="border: 0px; font-family: 'font-size:14pt; font-style: inherit; font-weight: inherit; line-height: 115%; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Dónde quedó<span style="border: 0px; font-family: inherit; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"> </span>la voluntad de poder</span></div>
<div align="center" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background-color: white; border: 0px; color: #4a4a4a; font-family: Garamond, 'Hoefler Text', 'Times New Roman', Times, serif; font-size: 15px; line-height: 24.2250003814697px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<span style="border: 0px; font-family: 'font-size:14pt; font-style: inherit; font-weight: inherit; line-height: 115%; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">O la perdió por una mujer.</span></div>
</div>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="//www.youtube.com/embed/iqFuzMBeXDE" width="420"></iframe></div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-34447515468733286032014-09-23T11:54:00.000-06:002014-09-23T12:00:55.953-06:00LA VIDA HUMANA EXAMINADA POR LOS FILÓSOFOS <a href="http://3.bp.blogspot.com/-tPtMFnV8DWQ/VCG1S71OTaI/AAAAAAAAFyo/YI4XOQ8sZTs/s1600/filosofos.jpg" imageanchor="1" ><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-tPtMFnV8DWQ/VCG1S71OTaI/AAAAAAAAFyo/YI4XOQ8sZTs/s400/filosofos.jpg" /></a>
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Una vida sin examen no vale la pena vivirla. Platón<br />
<br /></div>
<iframe width="560" height="315" src="//www.youtube.com/embed/5Lx23V8RGjw" frameborder="0" allowfullscreen></iframe><div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-13926906110112619902014-09-16T11:25:00.000-06:002014-09-16T11:25:16.529-06:00¿QUÉ ES LA BELLEZA?<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
Determinar qué es bello y que no lo es, es quizá uno de los más interesantes desafíos intelectuales. Para muchos, a causa de la subjetividad, se trate simplemente de una quimera. ¿Cuándo y a qué objetos es lícito aplicar la categoría de belleza? ¿Es bella la naturaleza, su representación o la relación entre ambas? ¿Qué parámetros rigen a una o a la otra? ¿Existen códigos que trasciendan las normas culturales y temporales? El debate se abre como un abanico que al ramificarse ofrece nuevas posibilidades. Algunas complementarias y otras, llanamente contradictorias. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-pH-KyxDQieo/VBhyQAeRIoI/AAAAAAAAFyY/pWF7JHoMmW4/s1600/bellezatodoslosdias.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-pH-KyxDQieo/VBhyQAeRIoI/AAAAAAAAFyY/pWF7JHoMmW4/s1600/bellezatodoslosdias.jpg" height="225" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
La belleza puede aplicarse en términos general o podemos optar por hablar de la representación artística en particular, de la mano del talento creativo. No es original señalar que ésta se ve influída siempre por un marco filosófico ya sea de manera implícita o explicita. Esta evidencia se expresa en la historia del arte, en el florecer de los movimientos artísticos y en sus respectivas reacciones. Pero más alla de esta interacción fascinante entre la razón y la creación, resolver qué es lo bello y por qué, conforma uno de los problemas centrales de la estética y ha sido aborada por no pocos pensadores a lo largo del tiempo. Una de las primeras discusiones al respecto, la encontramos en Jenofonte, en el siglo V a.C. </div>
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<br /></div>
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Jenofonte afirmó que existen tres categorías diferentes para el concepto de belleza: </div>
<div style="text-align: justify;">
<b><i>1.La belleza ideal: basada en la composición de las partes </i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><i>2.La belleza espiritual: el alma, que se expresa a través de la mirada </i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><i>3.La belleza funcional: las cosas son bellas en tanto que son útiles. </i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><i><br /></i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
Y es en este sentido que las cosas pueden ser bellas o feas a la vez, esto es, según que fin persigan. Esta idea relativista, será reemplazada por otros criterios de corte idealista, que fueron dominantes por largos años a través de la historia.</div>
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<br /></div>
<div>
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<b><i>Belleza esencial, belleza perfecta </i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
Es así que será Platón quien elaborará las concepciones de belleza que más impacto tendrán en occidente. En primer lugar, tomará de Pitágoras la noción de belleza como armonía y proporción. Y luego, el concepto original de esplendor, según el cual la belleza reside en una suerte de luz ininteligible de la cual el mundo sensible es una mera aproximación: “de la justicia, pues, y de la sensatez y de cuanto hay valioso en las almas no queda resplandor alguno en las imitación de aquí abajo, y solo con esfuerzo y a través de órganos poco claros, les es dado a unos pocos, apoyándose en las imágenes, intuir el género de lo representado.” (Platón, Fedro) </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La belleza, en síntesis, es para Platón algo independiente de lo físico de manera tal que no tiene por qué corresponderse con una imagen visual. Esto significa, entonces, que la ésta es suprasensible y está más allá de lo intelectual., por lo tanto, captar lo verdaderamente bello no es algo posible para todos. </div>
<div style="text-align: justify;">
Esta belleza idealizada, se potenciará luego con la vertiente pitagórica: la belleza de las formas geométricas, siendo una belleza de naturaleza “abstracta” e ideal se basaba exclusivamente en la proporción y, previsiblemente, en una concepción matemática del universo.</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<b><i>Belleza subjetiva </i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta belleza ideal, pero objetiva, en tanto su existencia depende de la esencia misma de lo bello, se contrapone con la noción de belleza subjetiva en tanto que ésta es relativa a la apreciación del observador. Así pues, con el transcurso del tiempo, el debate filosófico comienza a abandonar la discusión sobre las reglas que permiten construir qué es lo bello (o reconocerlo) y se desplaza hacia los efectos que la apreciación de la belleza produce.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Así en el siglo XVIII, David Hume reflexiona entre éstos dos enfoques contrapuestos: “si bien es cierto que belleza y fealdad, sin más aún que dulzura y amargura, no son cualidades de los objetos sino que pertenecen enteramente al sentimiento interno o externo, hay que admitir que existen ciertas cualidades en los objetos que están adaptadas por naturaleza para sucitar esos sentimientos específicos. (...) Cuando los órganos son tan finos que nada pude escapárseles y al mismo tiempo son tan precioso que perciben cada uno de los ingredientes de la composición, a eso lo llamamos delicadeza del gusto (...) Aquí son utiles, por lo tanto, las reglas generales de la belleza, ya que deriban de modelos reconocidos y de la observación de lo que gusta o disgusta. Hume, Ensayos morales, políticos y literarios </div>
<div style="text-align: justify;">
Pero este cambio en la concepción de la definición de belleza, era nada más que la punta del iceberg. El debate, recién comenzaba.</div>
</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Fuente: <a href="http://filosofia.idoneos.com/index.php/Problemas_filosoficos/Qu%C3%A9_es_la_belleza%3F" target="_blank">http://filosofia.idoneos.com/index.php/</a></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-3518254969658914562014-09-09T08:00:00.002-06:002014-09-09T08:00:53.902-06:00¿QUÉ ES LA NADA?<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
La idea de ‘la nada’ fue el desvelo de muchos pensadores, quizá desde el principio mismo de la filosofía. Y tal vez sea además, la pregunta por la cual muchos nos hemos intersado por vez primera en asuntos de índole filosófica. Varias ideas rondan el concepto de la ‘nada’, veamos pues, algunas de las más conocidas en esta breve reseña, siguiendo el diccionario de filosofía de José Ferrater Mora.</div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-TZqLzBGkplg/VA8H3TOvziI/AAAAAAAAFxk/mKTu8v4v0x8/s1600/la%2Bnada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-TZqLzBGkplg/VA8H3TOvziI/AAAAAAAAFxk/mKTu8v4v0x8/s1600/la%2Bnada.jpg" height="282" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><i>Ser o no ser, cosa de griegos </i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
Entre los griegos, como común denominador puede observarse que parecen haberse centrado en el problema del ser. En algunos caso tomaron ‘la nada’ como la negación del ser: lo que hay es el ‘ser’ y sólo cuando se lo niega, aparece ´la nada’. Pensadores, como Parménides sostuvieron que sólo el ser es, y el no ser, no es. En diferente línea, se ha sostenido que de la nada no devine nada, de manera tal que afirmar tal cosa sería destruir la noción de causalidad y las cosas surgir por azar. Platon procuró comprender cuál podría ser la función de una participación de la nada en la concepción de los entes que son. Artistóteles , sostuvo que tanto la negación como la privación se dan dentro de afirmaciones, porque incluso del ‘no ser’ puede afirmarse que no es. Pero luego, la concpeción crisitana instaló la idea de Dios creando el mundo a partir de la nada, lo cual transformó significativamente las bases de la especulación filosófica ejerciendo posterior influencia en la filosofía moderna.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
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<b><i>El ser, la nada y el absoluto </i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
Mientras Kant establecerá diferentes categorías de ‘nada’, será Hegel quien afirmará que el ser y la nada son igualmente indeterminados porque la nada tiene la misma falta de determinación que el ser. Esta idea parte de vaciar al ser de toda referencia tras el objetivo de alcanzar la pureza absoluta: así, purificado, el ser y la nada son lo mismo. La absoluta inmediatez del ser lo coloca en el mismo plano que su negación y solo en devenir podrá surgir como un movimiento capaz de trascender la identificación de la tesis y la antítesis.</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<b><i>Lo inimaginable</i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
Bergson señala que la metafísica siempre ha rechazado la duración y la extistencia como fundamento del ser por considerarlos contingentes. Bergson, para resolver esta cuestión, argumenta que la idea de la nada es una pseudo-idea, porque en realidad no se la puede ni imaginar ni pensar... y que el pensar únicamente suprime una parte del todo y no el todo mismo: es decir, suplanta un ser por otro ser. La representación de un objeto como inexistente incorpora la idea de exclusión. De ahí que haya más o no menos en al idea de un objeto concebido como inexistente que en la del objeto concebido como existente.</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<b><i>El soporte de la existencia </i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
Heidegger sugiere pensar el problema de ‘la nada’ desde un paradigma diferente: él no se pregunta por qué se afirma que hay una nada sino por qué no la hay. En realidad, lo que pretende observar Heidegger es que la negación de un ente no es sino aquello mismo que hace posible la negación. Entonces, la nada es el ‘elemento’ sobre el cual se sostiene la existencia, y lo que lleva a descubrir el temple de existencial de la angustia. Para los filósofos de la escuela analítica, esta concepción equivale a sostener que ‘la nada anonada’, lo cual sería algo así como decir ‘la lluvia llueve’, y por lo tanto, la rechazan por considerarlas rebeldías inaceptables a las reglas sintácticas del lenguaje.</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<b><i>Impotencia lógica </i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
Sartre, por su parte, acepta y corrige a Heidegger sosteniendo que el ser por el cual viene ‘la nada’ al mundo debe ser su propia nada, porque solo la libertad radical del hombre, permite enunciar signficativamente tale afirmaciones. En síntesis, el supuesto último de los existencialistas es la impotencia lógica para resolver el problema de ‘la nada’ porque ésta solo aparece cuando alguien la enuncia, lo cual es solo posible tras haber trascendido ‘la nada’.</div>
</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Fuente: <a href="http://filosofia.idoneos.com/index.php/Problemas_filosoficos/La_Nada" target="_blank">http://filosofia.idoneos.com/</a></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-45403723209719405212014-09-01T10:36:00.003-06:002014-09-01T10:39:42.052-06:00PELÍCULA PADRE ADOLESCENTE<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
La historia se centra en la relación sentimental que mantienen Kathy y John, unos jóvenes estudiantes que están cada vez más cerca de poner fin a su etapa en el colegio. De hecho, al enterarse de que la chica se ha quedado embarazada toman la decisión de comunicar la sorprendente noticia tanto a sus familiares como a sus amigos. El hecho resulta realmente inesperado para sus más allegados, quienes consideran que deben actuar rápido para solucionar el problema antes de que ambos empiecen su etapa universitaria.</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-DUqBs1NBD9c/VAShMrWSnAI/AAAAAAAAFxE/Th0lqop2F_8/s1600/madre-hijo-padres-hijos-adolescente.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-DUqBs1NBD9c/VAShMrWSnAI/AAAAAAAAFxE/Th0lqop2F_8/s1600/madre-hijo-padres-hijos-adolescente.jpg" height="200" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Tras una serie de largas e intensas meditaciones, sus seres queridos creen que lo más conveniente es concertar una ceremonia íntima para que la pareja se dé el sí quiero y selle de manera auténtica su amor. Su intención es que John tenga la opción de beneficiarse de la beca que ha conseguido para cursar sus estudios en Harvard, por lo que se desplazará junto con su mujer para hacer realidad su sueño. No obstante, el idílico romance que han vivido los muchachos durante tanto tiempo empieza a torcerse con motivo de los trastornos que el embarazo está causando en Kathy. ¿Podrán los protagonistas superar estos obstáculos y permanecer unidos para siempre?</div>
<div>
<br /></div>
</div>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="//www.youtube.com/embed/rKmeuvZwkpQ" width="420"></iframe></div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-77312407281340539552014-08-28T09:07:00.001-06:002014-08-28T09:07:50.660-06:00SAN AGUSTÍN<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<b><i>San Agustín de Hipona (354-430), es el más grande de los Padres de la Iglesia y uno de los más eminentes doctores de la Iglesia occidental, nació en el año 354 en Tagaste (Argelia actual).</i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-YKYpm61Z49E/U_9FkTHYlHI/AAAAAAAAFwc/vrboTlJwuno/s1600/san%2Bagustin%2B2.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-YKYpm61Z49E/U_9FkTHYlHI/AAAAAAAAFwc/vrboTlJwuno/s1600/san%2Bagustin%2B2.JPG" height="300" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Sus padre, Patricio, un pagano de cierta estación social acomodada, que luego de una larga y virulenta resistencia a la fe, hacia el final de su vida se convierte al cristianismo. Mónica, su madre, natural de África, era una devota cristiana, nacida a padres cristianos. Al enviudar, se consagró totalmente a la conversión de su hijo Agustín. Lo primero que enseñó a su hijo Agustín fue a orar, pero luego de verle gozar de esas santas lecciones sufrió al ver como iba apartándose de la Verdad hasta que su espíritu se infectó con los errores maniqueos y, su corazón, con las costumbres de la disoluta Roma."Noche y día oraba y gemía con más lágrimas que las que otras madres derramarían junto al féretro de sus hijos", escribiría después Agustín en sus admirables Confesiones. Pero Dios no podía consentir se perdiese para siempre un hijo de tantas lágrimas. Mónica murió en Ostia, puerto de Roma, el año de 387, asistida por su hijo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Juventud y estudios</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Agustín se educó como retórico en las ciudades norteafricanas de Tagaste, Madaura y Cartago. Entre los 15 y los 30 años vivió con una mujer cartaginesa cuyo nombre se desconoce, con quien tuvo un hijo en el año 372, llamado Adeodatus, que en latín significa regalo de Dios.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Contienda intelectual</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Inspirado por el tratado Hortensius de Cicerón, Agustín se convirtió en un ardiente buscador de la verdad, que le llevó a estudiar varias corrientes filosóficas. Durante nueve años, del 373 al 382, se adhirió al maniqueísmo, filosofía dualista persa, muy extendida en aquella época por el imperio romano. Su principio fundamental es el conflicto entre el bien y el mal, y a Agustín el maniqueísmo le pareció una doctrina que parecía explicar la experiencia y daba respuestas adecuadas sobre las cuales construir un sistema filosófico y ético. Además, su código moral no era muy estricto; Agustín recordaría posteriormente en sus Confesiones: "Concédeme castidad y continencia, pero no ahora mismo". Desilusionado por la imposibilidad de reconciliar ciertos principios maniqueístas contradictorios, Agustín, abandona la doctrina y decide por el escepticismo. En el año 383 se traslada de Cartago a Roma, y un año más tarde se va a Milán como profesor de retórica. Allí se mueve en círculos neoplatónicos. Allí también conoce al obispo de la ciudad, al gran Ambrosio, la figura eclesial de mayor renombre por santidad y conocimiento de aquel momento en Italia. Ambrosio le recibió con bondad y le ilustró en las ciencias divinas. Y así, poco a poco, renace en Agustín un nuevo interés por el cristianismo. Su mente, tan prodigiosa, inquita y curiolsa, va descubriendo la Verdad que hasta ahora le había eludido, sin embargo, vacilaba en su compromiso por debilidades de la carne, temía comprometerse porque sabía que tendría que reformar su vida disoluta, y dejar atrás muchos gustos y placeres que tanto le atraían. Rezaba a menudo, "Señor, dame castidad, pero no ahora. "Pero un día, según su propio relato, escuchó una voz, como la de un niño, que le decía: Tolle et legge (toma y lee). Pero, al darse cuenta que estaba completamente solo, le pareció inspiración del cielo y una exhortación divina a leer las Santas Escrituras. Abrió y leyó el primer pasaje que apareció al azar: "…no deis vuestros miembros, como armas de iniquidad al pecado, sino ofreceos más bien a Dios como quienes, muertos, han vuelto a la vida, y dad vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no tendrá ya dominio sobre vosotros, pues que no estaís bajo la Ley, sino bajo la gracia" (Rom 13, 13-14). Es entonces cuando Agústín se decide, y sin reserva, se entrega en alma y cuerpo a Dios, siguiendo su ley y explicandola a otros. A los 33 años de edad recibe el santo bautismo en la Pascua del año 387. Su madre que se había trasladado a Italia para estar cerca de él, se llenó de gran gozo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Agustín, ya convertido, se dispuso volver con su madre a su tierra en África, y juntos se fueron al puerto de Ostia a esperar el barco. Pero Mónica ya había obtenido de Dios lo que más anhelaba en esta vida y podía morir tranquila. Sucedió que estando ahí en una casa junto al mar, por la noche, mientras ambos platicaban debajo de un cielo estrellado de las alegrías que esperaban en el cielo, Mónica exclamó entusiasmada : "¿Y a mí que más me puede amarrar a la tierra ? Ya he obtenido mi gran deseo, el verte cristiano católico. Todo lo que deseaba lo he conseguido de Dios". Poco días después le invadió una fiebre y murió. Murió pidiendo a su hijo "que se acordara de ella en el altar del Señor". Murió en el año 387, a los 55 años de edad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Obispo y teólogo</b></div>
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Agustín regresó al norte de África y fue ordenado sacerdote el año 391, y consagrado obispo de Hipona (ahora Annaba, Argelia) en el 395, a los 41 años, cargo que ocuparía hasta su muerte. Fue un periodo de gran agitación política y teológica; los bárbaros amenazaban el imperio romano llegando incluso a saquear a Roma en el 410, y el cisma y la herejía amenazaban internamente la unidad de la Iglesia. Agustín emprendió con entusiasmo la batalla teológica y refutó brillantemente los argumentos paganos que culpaban al cristianismo por los males que afectaban a Roma. Combatió la herejía maniqueísta y participó en dos grandes conflictos religiosos, el uno contra los donatistas, secta que sostenía que eran inválidos los sacramentos administrados por eclesiásticos en pecado. El otro, contra las creencias pelagianos, seguidores de un monje británico de la época que negaba la doctrina del pecado original. Durante este conflicto, que duró por mucho tiempo, Agustín desarrolla sus doctrinas sobre el pecado original y la gracia divina, soberanía divina y predestinación. Sus argumentos sobre la gracia divina, le ganaron el título por el cual también se le conoce, Doctor de la Gracia. La doctrina agustiniana se situaba entre los extremos del pelagianismo y el maniqueísmo. Contra la doctrina de Pelagio mantenía que la desobediencia espiritual del hombre se había producido en un estado de pecado que la naturaleza humana era incapaz de cambiar. En su teología, los hombres y las mujeres son salvos por el Don de la Gracia Divina. Contra el maniqueísmo defendió con energía el papel del libre albedrío en unión con la gracia.</div>
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Agustín murió en Hipona el 28 de agosto del año 430.</div>
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<b>Obras</b></div>
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La importancia de San Agustín entre los Padres y Doctores de la Iglesia es comparable a la de San Pablo entre los Apóstoles. Como prolífico escritor, apologista y brillante estilista. Su obra más conocida es su autobiografía Confesiones (400), donde narra sus primeros años y su conversión. En su gran obra apologética La Ciudad de Dios (413-426), formula una filosofía teológica de la historia, y compara en ella la ciudad de Dios con la ciudad del hombre. De los veintidós libros de esta obra diez están dedicados a polemizar sobre el panteísmo. Los doce libros restantes se ocupan del origen, destino y progreso de la Iglesia, a la que considera como oportuna sucesora del paganismo. Sus otros escritos incluyen las Epístolas, de las que 270 se encuentran en la edición benedictina, fechadas entre el año 386 y el 429; sus tratados De libero arbitrio (389-395), De doctrina Christiana (397-428), De Baptismo, Contra Donatistas (400-401), De Trinitate (400-416), De natura et gratia (415), Retracciones (428) y homilías sobre diversos libros de la Biblia.</div>
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<b>San Agustín y el niño</b></div>
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La historia de San Agustín con el niño es por muchos conocida. La misma surge del mucho tiempo que dedicó este gran santo y teólogo a reflexionar sobre el misterio de la Santísima Trinidad, de cómo tres personas diferentes podían constituir un único Dios.</div>
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Cuenta la historia que mientras Agustín paseaba un día por la playa, pensando en el misterio de la Trinidad, se encontró a un niño que había hecho un hoyo en la arena y con una concha llenaba el agujero con agua de mar. El niño corría hasta la orilla, llenaba la concha con agua de mar y depositaba el agua en el hoyo que había hecho en la arena. Viendo esto, San Agustín se detuvo y preguntó al niño por qué lo hacía, a lo que el pequeño le dijo que intentaba vaciar toda el agua del mar en el agujero en la arena. Al escucharlo, San Agustín le dijo al niño que eso era imposible, a lo que el niño respondió que si aquello era imposible hacer, más imposible aún era el tratar de decifrar el misterio de la Santísima Trinidad.</div>
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<b>Oración</b></div>
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Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en San Agustín para que, penetrados de ese mismo espíritu, tengamos sed de Tí, fuente de sabiduría, te busquemos como el único amor verdadero y sigamos los pasos de tan gran santo. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.</div>
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Oración por las Vocaciones</div>
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Glorioso Padre San Agustín, que abriste un camino de entrega a Dios </div>
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al descubrir la hermosura de la vida religiosa; concédeme a mí, que me creo también llamado por Él, a ver claramente mi camino; ayúdame a ser fiel a esa vocación divina; que la estime en todo su valor, que huya de las personas y cosas que me la pueden arrebatar; que sea desde hoy muy generoso para decir sí el día de mi total entrega. Amén.</div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-59659809259937942672014-08-18T11:46:00.000-06:002014-08-18T11:46:18.872-06:00¿QUÉ ES EL DESEO?<div style="text-align: justify;">
<b><i>¿Qué es el deseo?</i></b> ¿Una pulsión que nos inclina irremediablemente hacia un objetivo irracional, o quizá una necesidad interna elegida deliberadamente negociación racional mediante? Para algunos, el deseo es la causa del sufrimiento mismo y su aniquilación, el secreto de la felicidad. Para otros, el deseo da sentido a la vida y es móvil de inspiración y productividad. </div>
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<a href="http://1.bp.blogspot.com/-VTfSmiOCcWM/U_I7lpw-AYI/AAAAAAAAFv0/NzdMdyqR6ko/s1600/el%2Bdeseo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-VTfSmiOCcWM/U_I7lpw-AYI/AAAAAAAAFv0/NzdMdyqR6ko/s1600/el%2Bdeseo.jpg" height="307" width="400" /></a></div>
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Efectivamente, las apreciaciones varían sutilmente a veces y terminantemente otras tantas. Recorreremos brevemente estas diferentes ideas, siguiendo entre otras fuentes, el diccionario de filosofía de José Ferrater Mora, las diferentes posiciones filosóficas relativas al concepto de deseo.</div>
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<b><i>El deseo en el mundo antiguo</i></b></div>
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Si nos remontamos a Aristóteles, el deseo es uno de los componentes del apetito y no sería necesariamente irracional, sino que por el contrario, podría ser un acto premeditado, que tiene como objeto algo sobre lo que se ha de decidir. En este sentido, aquello que es llamado “elección” o “preferencia” sería un “deseo deliberado”. Pero Platón, hace un análisis muy diferente: en primer lugar, plantea un contraste entre deseo y razón, aunque en rigor, admite la existencia de diferentes tipos de deseos, los necesarios y los innecesarios e incluso considera la posibilidad de que el deseo pertenezca exclusivamente a la naturaleza del alma. Así, es frecuente en la filosofía de la antigüedad, considerar al deseo como una pasión del alma. En efecto, cuando se acentuaba el carácter racional del alma, esto podía considerarse como un obstáculo para el predominio de la razón, aunque de todas formas, el término “pasión” no debería necesariamente entenderse en aquel contexto de modo exclusivamente despectivo (por ejemplo, Zenón de Citio hablaba del deseo como de una de las cuatro “pasiones” -las otras tres eran el temor, el dolor y el placer-).</div>
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<b><i>El deseo en tiempos medievales</i></b></div>
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Para Tomás de Aquino, el deseo no es tan solo un apetito sensitivo. Para este filósofo medieval, el deseo puede ser sensible o racional y expresa la aspiración por algo que no se posee. Sin embargo, Tomás diferenciará entre el deseo y el amor o delectación. En efecto, el deseo puede ser bueno o malo, pero esto dependerá del objeto hacia el cuál éste se enfoca.</div>
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<b><i>El deseo en la modernidad</i></b></div>
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Ya en tiempos modernos, el deseo suele aparecer bajo el concepto de “pasión del alma” y en un sentido bastante amplio aparece el interés psicológico por el término. Descartes lo verá como una agitación del alma causada por los espíritus que la disponen a querer para el porvenir de las cosas que se representa como convenientes para ella. Y del mismo modo, para Locke, el deseo es la ansiedad que surge acomo consecuencia de la ausencia de algo cuyo goce presente comprende la idea de deleite. Para Spinoza, el deseo es simplemente el apetito acompañado por la conciencia de sí mismo. Luego, según Hegel, la conciencia de sí mismo es el estado de deseo en general, porque la condición de deseo y de trabajo o esfuerzo aparece en el proceso en que la conciencia vuelve a sí misma en el curso de sus transformaciones como conciencia infeliz. Pero para Sartre el deseo no es pura subjetividad aunque tampoco pura apetencia. En efecto, la intencionalidad del deseo no se agota en el “hacia algo” sino que simultáneamente es algo para sí mismo y para el otro deseado. En este sentido general y especialmente en el caso del deseo sexual, para Sarte, el deseo tiene un ideal imposible porque aspira a poseer la trascendencia del otro como pura trascendencia y como cuerpo aspirando reducir al otro a su “simple facticidad” y a la vez, pretende que esa felicidad sea una perpetua representación de su trascendencia anonadora.</div>
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<b><i>El deseo como pulsión de vida</i></b></div>
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Desde el punto de vista psicoanalítico, el deseo podría interpretarse como la pulsión de vida (Eros), la cual tiende a la creatvidad. Esta fuerza inspiradora se contrapone con la pulsión de muerte. En este sentido, existe una suerte de equilibrio entre ambas pulsiones. La angustia de muerte podría originarse en el temor de no poder satisfascer el deseo, lo cual nos define como sujetos finitos. Y esta finitud se manifiesta en una pulsión interna autodestructiva cuyas vicisitudes dependen del otro par pulsional.</div>
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<b><i>El deseo en la filosofía oriental</i></b></div>
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En el contexto del budismo, el deseo es considerado la causa de todo sufrimiento. De hecho, las cuatro verdades nobles definen a la vida como sufrimiento (Dukkha) y al deseo como la causa de esta realidad (Samudaya). Lo que sigue es que para eliminar el sufrimiento es necesario eliminar el deseo (Nirodha) lo cual abre las puertas de la iluminación para quien estuviera dispuesto a seguir un camino espiritual (Magga). Esta mirada negativa del deseo se contrapone con la perspectiva positiva que sobrevuela de un modo u otro a las diferentes concepciones occidentales. Mientras que para occidente, aun con particulares matices, el deseo aparece siempre como un motor movilizador, para el budismo, el deseo simplemente paraliza e impide el progreso espiritual.</div>
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Fuente: <a href="http://filosofia.idoneos.com/index.php/Problemas_filosoficos/El_deseo" target="_blank">http://filosofia.idoneos.com/index.php/Problemas_filosoficos/El_deseo</a></div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-57132832016549667232014-08-04T08:52:00.000-06:002014-08-04T08:53:15.701-06:00LOS JUDÍOS SON LOS QUE DEBEN DAR UNA LECCIÓN DE ÉTICA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
“Los judíos son los que deben dar una lección de ética en el conflicto de Gaza” <span style="line-height: 1.429em;">Alejandro Llano, profesor de filosofía.</span></div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
• Alejandro Llano, catedrático de metafísica y profesor de filosofía de en la Universidad de Navarra nos da su opinión sobre la ética en la guerra, con motivo del endurecimiento del conflicto en la Franja de Gaza.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-1WeX-qK9DF0/U9-do3YMrAI/AAAAAAAAFvk/4StKIza6drA/s1600/israel_bombardeos_hamas_gaza.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-1WeX-qK9DF0/U9-do3YMrAI/AAAAAAAAFvk/4StKIza6drA/s1600/israel_bombardeos_hamas_gaza.jpg" height="221" width="400" /></a></div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
<span style="line-height: 1.429em;">• La responsabilidad ética, en palabras del pensador, recae sobre Israel que tiene que la superioridad en la ofensiva.</span></div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Miles de palestinos se refugian en una escuela de la ONU en Jabalia huyendo de los intensos combates Miles de palestinos se refugian en una escuela de la ONU en Jabalia huyendo de los intensos combates</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
“En este caso no se trata solo de daños colaterales, sino de daños selectivos porque civiles israelíes muertos solo hay dos, que yo sepa, y de los palestinos civiles muertos son varios cientos”, esto es lo que afirma el profesor y filósofo Alejandro Llano cuando le preguntamos sobre el debate ético que plantea la situación de la ofensiva de la Franja de Gaza. Alejandro LLano es profesor ordinario de Filosofía de la Universidad de Navarra, presidente del Instituto de Antropología de esta misma institución y miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes. “El campo de operaciones es la Franja de Gaza y se está convirtiendo en una auténtica masacre porque allí solo hay civiles, niños, señoras, ancianos…” recalca Llano.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Para el filósofo el problema ético que suscita la tragedia que está viviendo Oriente Medio afecta a Israel, por la desproporción que existe entre un frente y otro: “La cuestión ética afecta sobre todo a los judíos. Los israelíes son los que se ven afectados por la cuestion ética. Desde todos los aspectos es el que se ha comportado de manera más feroz comparado con los palestinos”. Y explica a quién le concierne la llamada de atención sobre la tensión de las hostilidades: “El toque de atención le concierne a Israel. Hamás es un grupo radical palestino, pero la población inocente más castigada es la palestina, en concreto los ciudadanos de la franja de Gaza, porque a la hora de dividir Palestina se quedaron con un territorio muy pequeño”.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 1.429em;">Planteado el debate de si Hamás, como brazo armado y responsable del Gobierno de Gaza, utiliza a los niños como escudos humanos, dice que no hay que generalizar las afirmaciones: “No creo que Hamás utilice a los niños como escudo humano en todos los casos. La opinión pública viene desde Estados Unidos y está influida por las fuentes israelíes, aunque no creo que los de Hamás sean unos santos varones. Lo que no se puede es utilizar contra ellos sin mas ese argumento. Aunque si es así ( si los utilizan como escudos) no estoy de acuerdo”.</span></div>
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<span style="line-height: 1.429em;">La ventaja en el conflicto</span></div>
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<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Llano asegura que las causas del enfrentamiento aún no están del todo claras, pero que al parecer todo se ha iniciado por la muerte de tres los niños judíos, no obstante “Israel siempre ha llevado la ventaja sobre Palestina”. Sobre si los militares profesionales también sufren las consecuencias de la ética explica que “de entre los militares israelies siempre ha habido casos de objeciones de conciencia, aunque no muchos”.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
El filósofo es tajante cuando afirma de quién son las responsabilidades del las hostilidades y de por qué no se ha alcanzado el cese de la violencia todavía: “Creo que en este caso los que se resisten al alto el fuego son siempre los israelíes (pese a todo en este caso tres veces ha dicho que no Hamas a una tregua, señalando que no tiene nada que perder y pidiendo el fin de la ocupación para el cese de las hostilidades), por lo tanto no estamos hablando en una guerra entre iguales. Mi impresión es que el actual gobierno israelí no quiere que haya paz, no les conviene que haya paz. A ellos les interesa una guerra que se puede ganar y que puede traer una serie de ventajas”. Sus razones para hablar claramente del conflicto las expone sin paliativos: “Hay tantos eufemismos y muy pocos se atreven a decir la verdad sobre eso, pero no me da miedo afirmarlo, aunque puede que me equivoque”.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
La propaganda, cuando ambos frentes la utilizan durante los periodos de guerra, es como un instrumento más. Preguntado sobre la que utiliza en brazo armado de Hamás asugura: “Toda guerra tiene armas que utiliza desde siempre, la propaganda también se usa en este caso. La diferencia entre Israel y Hamas es terrible, porque son unos pocos muertos, frente a varios cientos. Se puede decir que Hamás hace túneles y si tuviera más medios haría más daño, pero no representa a la población civil. No puedes decir que Hamás son todos los palestinos. Sobre el que recae la culpa es el más fuerte y los débiles se defienden como pueden. Si el gobierno israelí cesara sus ataques, el conflicto se resolveria por completo”.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px;">
Fuente: <a href="http://www.filosofia.mx/index.php/perse/archivos/los_judios_son_los_que_deben_dar_una_leccion_de_etica" target="_blank">http://www.filosofia.mx/</a></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-16764048941164577692014-07-28T10:06:00.000-06:002014-07-28T10:06:47.444-06:00LOS PROBLEMAS SON INEVITABLES<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Los problemas son inevitables, la única respuesta es la solución o morir en el intento.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-_4PvkTYGKi0/U9Z0vTuzS-I/AAAAAAAAFvU/gr3df4rWZ6U/s1600/Problemas....png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-_4PvkTYGKi0/U9Z0vTuzS-I/AAAAAAAAFvU/gr3df4rWZ6U/s1600/Problemas....png" height="640" width="504" /></a></div>
<br /></div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-55891478680431939112014-07-23T11:54:00.000-06:002014-07-23T11:54:12.862-06:00AMOR Y FILOSOFIA TOMADOS DE LA MANO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-4pyB3OPmmjg/U8_2jN_3XDI/AAAAAAAAFu8/heXYAauBM8A/s1600/Amor+y+filosofia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-4pyB3OPmmjg/U8_2jN_3XDI/AAAAAAAAFu8/heXYAauBM8A/s1600/Amor+y+filosofia.jpg" height="381" width="400" /></a></div>
No quiero perder la esperanza, aunque la este perdiendo.<br />
No quiero huir y luchar por mi amor, pero no lo consigo.<br />
¿Por qué no pones algo más de tu parte?<br />
Aun estamos enamorados, para que negarlo…<br />
<br />
Afronta tu destino,<br />
afronta tu vida,<br />
sigue galopando por esos prados,<br />
que el cielo es infinito y lleno de estrellas.<br />
<br />
<a href="http://www.pensamientos.es/poesia/filosofia-y-amor/" target="_blank">by David Carrero Fdez-Baillo</a><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
La filosofía es campo de estudio que se encarga de la investigación, análisis y creación de ideas en general, abstractas o en un nivel fundamental. La palabra “filosofía” procede del griego, estando compuesta de φίλος (“filos”, amigo) y σοφία (“sofia”, sabiduría): φιλοσοφία (amor a la sabiduría).</div>
<div>
<br /></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-55549592045293087282014-07-21T09:38:00.003-06:002014-07-21T09:38:58.680-06:00LA VERDAD, FUNDAMENTO DE LA COMUNICACIÓN<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<b>*Lic. Sergio Checchi</b><br />
<div style="text-align: justify;">
La verdad es la cenicienta de la comunicación. La Cenicienta – como ustedes recuerdan – era la despreciada y olvidada de la famosa fábula. Pues bien, eso es la verdad: la olvidada en la telaraña de la comunicación, o mejor dicho, de la pseudo-comunicación.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-FM6832rAVZ8/U80zzhSGQAI/AAAAAAAAFus/dPqTBQUliaA/s1600/la+verdad+filosofia.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-FM6832rAVZ8/U80zzhSGQAI/AAAAAAAAFus/dPqTBQUliaA/s1600/la+verdad+filosofia.jpg" height="193" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Quién se preocupa de la verdad cuando los hombres opinan, y toman posición a favor o en contra, sobre el conflicto, por ejemplo, entre Israel e Hizbollah, o entre los partidarios del TLC y sus opositores, o entre los que impulsan la experimentación en células-madre embrionarias y sus adversarios, o entre los maestros del país y el Ministerio de Educación, o entre los que piden oportunidades para los ilegales y los que los reembarcarían? ¿Quién está pensando en la verdad, cuando la multitud va por la avenida con pancartas, gritos y consignas? Pueden mucho más los intereses económicos y comerciales, ideológicos y políticos, o simplemente el prestigio de parte y la terquedad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y sin embargo la verdad está en la base de la auténtica comunicación. Sin la verdad, se cortan todos los puentes de la comunicación, y prevalecen la fuerza, la presión, el dinero, las “mordidas”. La verdad, en cambio, garantiza nuestra comunicación con las cosas, o mejor, “es” nuestra comunicación con las cosas, y ésta a su vez garantiza nuestra comunicación con los demás. Si no hay verdad, el pensamiento no aterriza, vaga en el vacío, y las palabras son sonidos engañosos o sin sentido.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero, ¿qué es la verdad? Se lo preguntó Pilato a Jesús, pero no esperó la respuesta. ¡Lástima! De la “verdad” se han dado en la historia incontables definiciones, de acuerdo a las incontables teorías del ser y del conocer. Sobre la verdad opinaron Parménides, Platón y Aristóteles, Agustín, Anselmo y Tomás de Aquino, Descartes, Malebranche, Spinoza y Leibniz, Kant y Hegel, Heidegger y Jaspers, hasta los maestros del pensamiento débil. Todos lo han hecho con seriedad, de acuerdo con sus sistemas de pensamiento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No es posible, evidentemente, ponerlos de acuerdo, debido a sus diversas bases filosóficas. Pero creo que tienen algo en común: y es que, cuando hablan de la verdad, todos la conciben como una relación. Y así debe ser: la verdad no se concibe sola, aislada; siempre se nos presenta como una relación; una relación de “adecuación”, o sea de correspondencia, de conformidad del pensamiento con…, con algo más. Pero ¿qué es ese algo más? Aquí es donde divergen las opiniones de los filósofos. Para los Pitagóricos y algunos medievales una doctrina se consideraba verdadera si concordaba con lo que había enseñado “el maestro” o “el filósofo”. Para Kant nuestros juicios deben adecuarse a las leyes de la mente, es decir a las formas de la razón pura. Para Hegel el conocimiento debe ser coherente consigo mismo, es decir con el sistema de la Idea en desarrollo. Para William James, y de alguna manera para Karl Marx, un enunciado es verdadero si es útil, es decir si tiene capacidad para lograr fines prácticos sociales. Para Lamennais una creencia es verdadera si concuerda con la “tradición”. Para Lotze, Husserl, Hartmann el conocimiento debe conformarse con un mundo ideal de esencias o de valores. Y así podríamos continuar recordando diversas opiniones sobre la esencia de la verdad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Yo, en cambio, en línea con la gran tradición realista, que procede de Aristóteles, que pasa por los grandes metafísicos medievales y que llega hasta nosotros, vuelvo a proponer el concepto realista de verdad, que después de todo es el concepto común y corriente que todo el mundo tiene de la verdad: es decir, la adecuación, la correspondencia, la conformidad entre nuestro pensamiento y la realidad, entre lo que pensamos de una cosa y la cosa misma, entre los entes y la mente que los piensa, entre los juicios que emitimos y los hechos mismos sobre los que opinamos.</div>
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Decía que ése es el concepto de verdad que todos pacíficamente manejamos, a menos que nos hayan contagiado de idealismo, pragmatismo o empirismo. Al médico le exigimos que no se equivoque: que su diagnóstico concuerde con el mal real del enfermo. Al juez le exigimos que no se equivoque: que su veredicto corresponda al auténtico culpable y a la gravedad de los hechos. Al científico le exigimos que sus afirmaciones y cálculos concuerden con los hechos y que lo que él observó puedan observarlo también otros científicos. Al notario que reparte la herencia le exigimos que sea fiel a lo que dice el testamento. Al periodista que nos da una noticia le exigimos que no invente, ni infle ni tergiverse la información, sino que relate lo que realmente sucedió. Y esto que exigimos a los especialistas también nos lo exigimos unos a otros en nuestras normales comunicaciones: que pensemos, juzguemos, hablemos de acuerdo a la realidad, a las cosas como son en sí, a los hechos tal como sucedieron.</div>
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Así que, sin dudarlo, podemos adoptar el concepto realista de “verdad”: es decir, estamos en la verdad, pensamos la verdad, decimos la verdad cuando lo que pensamos o decimos de una cosa o de un hecho concuerda con la cosa como es en sí, con el hecho tal como sucedió en la realidad. Por eso los Escolásticos, en forma más concisa, definían la verdad como “adaequatio intellectus et rei”, la adecuación o correspondencia entre el juicio que nos hacemos de una cosa y la cosa misma. Para ser más precisos, ellos distinguían tres clases de verdad: la verdad ontológica, la verdad lógica y la verdad moral. Por verdad ontológica entendían la conformidad de una cosa con la idea primigenia que se tiene de ella. Como cuando decimos: “Esto es oro verdadero; éstas son flores verdaderas; éste es un verdadero caballero, o un verdadero científico, éste es el verdadero culpable, etc.” Es como decir que algo es auténtico, o genuino; que no es falso, no es adulterado, no es imitación, no es apariencia; que no lo decimos en sentido metafórico, sino real; que corresponde a la idea que de tal cosa tenemos; que cumple con la esencia de la cosa. Y como los Medievales lo veían todo en la luz de Dios, consideraban que algo es ontológicamente verdadero, e incluso que todos los entes son ontológicamente verdaderos, porque son conformes a la idea según la cual Dios los concibió y los creó. En este sentido consideraban la verdad como un atributo trascendental del ser: “todo ente es verdadero”.</div>
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Pero, hablando de comunicación, nos interesa más la segunda clase de verdad: la verdad lógica. El término no gusta, pero es exacto, porque es la verdad del logos, es decir del pensamiento. Un pensamiento es verdadero cuando es conforme con los hechos, cuando corresponde a las cosas. Por ejemplo, si pienso que un átomo de carbono con cuatro de hidrógeno puede formar una molécula de metano, mi pensamiento es verdadero porque corresponde a los hechos, como pueden comprobar los químicos. Y si pienso que entre la Tierra y la Luna caben treinta diámetros terrestres, mi pensamiento es verdadero porque es conforme a lo que han comprobado los astrónomos. Si, en cambio, digo que los delfines son peces, o que Napoleón murió en 1815 en la batalla de Waterloo, mis pensamientos son falsos, errados, desatinados, porque no corresponden a la realidad comprobada, respectivamente, por los zoólogos y los historiadores.</div>
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Por último, la verdad moral es la relación de correspondencia o conformidad entre la palabra y el pensamiento, entre lo que uno dice y lo que está pensando. Si soy consciente de que rompí el plato y lo reconozco ante mi mamá, mi palabra es verdadera. Si en cambio soy consciente de que sustraje algo de la oficina y digo que no, que no fui yo, mi palabra no es verdadera, porque no corresponde a lo que estoy pensando.</div>
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Suponiendo ahora que los interlocutores quieran ser sinceros y decir lo que piensan (es decir, supuesta la verdad moral), volvamos a la verdad lógica, a la verdad del pensamiento, o sea, a la conformidad de mis conocimientos, de mis juicios, con la realidad, con los hechos, con las cosas. Pero aquí surge una dificultad: ¿cómo sabré que las cosas son como yo las estoy pensando? ¿o que los hechos fueron en realidad como siempre me los contaron? ¿Cómo llegaré a las cosas mismas, para saber que mi pensamiento de ellas las refleja correctamente? Debería ponerme como juez fuera de mi conocimiento y fuera de las cosas para juzgar de la adecuación entre ambos. Pero esto parece imposible: nadie puede despojarse de su propio pensar, como saliendo del mismo, ni acercarse a la realidad con la pretensión de conocerla en forma desnuda, cara a cara; sino que la conocerá a través del lente de su propio pensar. Incluso los Escolásticos decían que “todo lo que se recibe, se recibe según el modo del que lo recibe”. Parece pues imposible llegar a saber si lo que pienso es conforme a las cosas, a los hechos; siempre pensaré las cosas desde mí. El conocimiento parece así condenado al subjetivismo, al relativismo. Así al menos lo han juzgado los escépticos de todas las épocas, desde los antiguos Gorgias de Leontini, Pirrón de Elis, Enesidemo y Sexto Empírico, pasando por los modernos Miguel de Montaigne, David Hume e Immanuel Kant, hasta los actuales abanderados del pensamiento débil.</div>
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Algunos, impresionados por esa dificultad, pero necesitando alguna certeza para la vida, han dado respuestas intermedias, tímidas, provisionales…: “Digamos que una opinión es verdadera si es la más probable, la más verosímil, o quizás la más útil, si el ‘sentido común’ o ‘el corazón’ nos dicen que es la correcta”.</div>
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A este punto yo quisiera defender o fundamentar el concepto realista del conocimiento. Porque demasiadas veces en la Historia se ha concebido el conocimiento como un diafragma, una pantalla sobre la cual vemos proyectada la imagen (o sensación, o percepción, o impresión, o apariencia, o fenómeno) de la cosa. La cosa misma, la cosa en sí, la cosa real, sería inalcanzable, estaría más allá de esa pantalla, estaría escondida tras el velo de la apariencia. Lo que la mente conoce – según esa concepción – no sería la cosa misma, en su realidad propia, independiente, sino su representación, su “idea”, como la llama Descartes, su “fenómeno”, como lo llama Hume. Ya los Nominalistas decían que “Primum cognitum est ipsa cognitio”, lo que primero la mente conoce es el mismo conocimiento, la idea de la cosa. Pero eso es absurdo, porque abriría un proceso infinito: para conocer esa idea la mente necesitaría la idea de la idea, y así sucesivamente.</div>
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Aunque la cosa había empezado con los antiguos sofistas, con los escépticos griegos y con los nominalistas del Bajo Medioevo, fue Descartes quien canonizó esa concepción dualista del conocimiento, donde se distingue un dentro y un fuera del pensamiento. Según Descartes, el alma vive encerrada en la esfera de su propia actividad pensante; ella produce las ideas y está en presencia de esas ideas, las contempla; no puede salir de esa esfera para ponerse ante las cosas mismas. Con eso nacía el famoso “problema del puente”: ¿cómo puedo saber si detrás de esa barrera del pensar, si del otro lado de las ideas, existen realmente las cosas y en qué medida se parecen a la idea de ellas que estoy contemplando? Descartes acudió al criterio de la “idea clara y distinta”: si la idea de algo se me presenta con rasgos de claridad y distinción, diré que ese algo existe realmente; si no, negaré tal existencia.</div>
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Algo semejante hizo también Kant: supuso que la “cosa en sí” no se puede conocer, que lo que la mente percibe es el fenómeno, compuesto de una confusa información que procede de la cosa y de las formas a priori puestas por la razón. Los Idealistas post-kantianos terminarán negando totalmente la existencia de las cosas: la idea – dicen – es creación total del Yo. También Hume había negado la existencia de cosas reales, no son demostrables ni son necesarias: sólo existe el fenómeno, la pura percepción, sin sujeto que perciba ni objeto percibido. Tres siglos después de Descartes alguien intentó reaccionar contra esa absurda e inútil concepción dualista del conocimiento: Edmundo Husserl lanzará la consigna “Volvamos a las cosas”, pero al fin él también cayó en el Idealismo; Martin Heidegger dirá que la verdad es el descubrimiento, el des-ocultamiento de las cosas, el estar junto a las cosas; pero no logró aterrizar.</div>
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Para mí fueron tres siglos perdidos; perdidos para el estudio del ser, de la realidad, del hombre, de l vida, de la historia…, en aras de grandiosos sistemas de ideas, de ideologías construidas a priori, de utopías, de las cuales ahora nos ha querido liberar el llamado pensamiento débil, que sin embargo se ha ido al otro lado, privándonos del gozo de creer que poco a poco podemos ir conquistando la verdad.</div>
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Hay que volver al concepto realista del conocer. Conocer, pensar, no es una esfera cerrada sobre sí misma, no es diafragma o pantalla entre la mente y el ente: al contrario, es apertura a la realidad, es encuentro con la cosa real, es de alguna manera identificación del sujeto con lo existente. Al conocer, no conozco el fenómeno de una cosa, sino la cosa; o mejor, el fenómeno (que en griego significa “lo que se manifiesta”) es la cosa misma, no una representación o sustituto de la cosa (como sería una fotografía respecto de la persona en ella representada, o como las imágenes vistas en sueño respecto de la realidad tras el despertar). Insisto: al conocer, no estoy ante la idea de la cosa, sino ante la cosa misma. La percepción – decían ya los medievales – no es “lo que” conozco, sino sólo el medio “por el que” conozco la cosa. El genuino significado de la palabra “fenómeno” no es, pues, el de una apariencia, detrás de la cual se duda si está o no está la cosa, sino la cosa misma en cuanto se me manifiesta. (Un paréntesis: he usado varias veces los términos “real”, “realidad”. Significan: lo que existe, lo que existe en sí, independientemente de mi acto de conocerlo o pensarlo). Eso es lo que el hombre común y corriente entiende por “conocer”. Cuando tú conversas con un amigo no te pasa por la mente pensar que lo que estás viendo es una imagen del amigo, y que la voz que oyes es una representación de su voz, y que la mano que estrechas es un sustituto de la suya, una sensación engañosa…, una presencia “virtual”.</div>
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Esta vuelta al concepto realista del conocer nos abre a una actitud, para mí, bellísima, estimulante. La actitud del explorador. El ser, la realidad, la naturaleza,… están ahí, presentes, se abren ante nosotros, nos invitan a acercarnos, a explorarlos; y nosotros aceptamos el reto, nos adentramos en el ser, exploramos la realidad, con toda nuestra atención, ayudados por los instrumentos intelectuales que sean útiles; vamos descubriendo la naturaleza, sus secretos, sus maravillas, sus diarias novedades…; vemos, tocamos y expresamos nuestra sorpresa, nuestro asombro. Un mundo abierto, siempre más amplio y más profundo, casi inagotable. Y crece nuestra sed de conocer, nuestra curiosidad intelectual. Así lo ha hecho el hombre desde sus orígenes, en sus innumerables emigraciones a la conquista de los continentes. Así lo han hecho los naturalistas, los químicos, los biólogos, todos los científicos. ¡Qué triste debe ser, en cambio, la actitud del escéptico, que desconfiando del poder de su mente se retrae de esa exploración! ¡Qué triste también la actitud del hegeliano o del marxista, que de tal modo creen haber completado y cerrado su sistema filosófico, creado por su mente, que rechazan toda novedad, todo lo que no encaja en su sistema!</div>
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La actitud de “explorador del ser” va acompañada de ciertas disposiciones intelectuales y morales: apertura a la novedad, capacidad de asombro, modestia intelectual (equidistante entre el desencanto de los escépticos y el orgullo de los idealistas); y, sobre todo, fidelidad a las cosas que encontramos en ese camino de exploración del ser, porque eso es la verdad. Verdad es el respeto de los datos objetivos, sin inventarlos, sin esconderlos, sin tergiversarlos; es el respeto de los hechos históricos, antes de todo intento de sistematización, interpretación, o explicación. Estar dispuestos, si los hechos me lo exigen, a cambiar mis anteriores convicciones. Eso es la honradez intelectual. Acepto los datos, los hechos, aunque contradigan mis anteriores creencias, prejuicios e intereses.</div>
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Nadie tiene el monopolio, la exclusividad, la totalidad de la verdad. La verdad nunca se posee totalmente. La verdad la vamos conquistando, poco a poco. De ella vamos participando progresivamente. Todos somos simples exploradores: algunos van más avanzados, otros más rezagados. La verdad es, pues, más una tarea que una posesión. Y se puede decir que es una tarea en grupo, porque el ser es demasiado amplio y profundo para ser explorado por uno solo. Lo que entre todos vamos conquistando, es patrimonio de la humanidad.</div>
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En todo esto nos dan ejemplo los científicos. La observación que ellos hacen de los hechos, la hacen con mucha precisión y escrúpulo, ayudados por instrumentos que aseguren la objetividad. Al comunicar a los colegas sus hallazgos, su lenguaje es escueto y esencial, posiblemente matemático. La posible explicación de los hechos la presentan sólo como hipótesis, dispuestos a modificarla si un colega presenta otra mejor, más fiel a los hechos. Se han dado en la historia guerras de religión, de ideologías, de intereses comerciales, de supremacía territorial y hasta de dinastías, contrastes sobre doctrinas políticas, económicas, sociales, morales… En cambio, no he leído que se hayan dado en la historia guerras de ciencia! En la búsqueda de la verdad, deberíamos imitar el ejemplo de los científicos.</div>
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Hay que reconocer que, sobre todo en ciertos campos, saber la verdad es difícil; requiere investigación seria y paciente, imparcial y desapasionada. Piensen en ciertos hechos históricos, en ciertos temas de bioética…; pero hay que buscarla.</div>
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Se nos ha ido quedando atrás un tema importante: el del “criterio de la verdad”, es decir, la norma para reconocer lo verdadero de lo falso Supuesta la concepción realista del conocimiento como apertura y encuentro de la mente con la cosa; y supuesta la definición realista de verdad como adecuación o fidelidad del conocimiento a la cosa, queda por ver el criterio que nos asegure que el juicio que damos de una cosa corresponde a lo que la cosa es. ¿Cómo reconocer si hay “adecuación” entre la idea y la realidad? Ese criterio según la tradición realista es la evidencia. La palabra “evidencia” viene de “ver”, ver claramente, ver cara a cara; es cuando a un sujeto abierto y atento se le muestra el objeto en forma presencial y abierta. En ese momento la mente percibe que lo que está juzgando de la cosa corresponde exactamente a lo que la cosa le manifiesta.</div>
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Mientras el criterio cartesiano de la “idea clara y distinta” tenía en cuenta sólo una cualidad de la idea (precisamente su “claridad”), en cambio el criterio de la “evidencia” tiene en cuenta tanto el sujeto como el objeto, su recíproca presencia y apertura, que le permite a la mente percibir que hay correspondencia entre lo que el objeto manifiesta de sí y lo que sujeto afirma. Si no tengo esa evidencia, no puedo afirmar algo con certeza (al máximo podré dudar, sospechar, opinar, conjeturar, pero no afirmar); la prudencia y la honradez intelectual me exigen afirmar sólo aquello de lo cual tengo evidencia. (Sigo pensando con horror en los “eslóganes”, las consignas, los prejuicios, los juicios globales, las frases hechas, los intereses, el fanatismo…).</div>
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Ahora, esa evidencia a veces es directa, inmediata, como en los juicios de experiencia (“esa puerta está abierta”, “me duele la rodilla”, “ya pasaron dos horas”) o en los juicios intuitivos (principios, axiomas: “el todo es mayor que la parte”, “dos y dos dan cuatro”, “por un punto pueden pasar infinitas rectas”). Otras veces la evidencia es mediata, indirecta, como en las conclusiones de un razonamiento (deductivo o inductivo, como se usa en la lógica, en la matemática, en las ciencias) o como cuando prestamos fe a un testigo (humano o divino), como se usa en la historia, en los reportajes, en la transmisión de las doctrinas religiosas. Esta última, la evidencia mediata, se puede, se debe reconducir a alguna forma de evidencia inmediata. Es decir, que somos como el apóstol Tomás: “Si no veo, no creeré”. Una afirmación es verdadera si “veo”, y sólo si veo, su adecuación a la cosa, al hecho.</div>
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En esta tarea de explorar el ser y arrancarle poco a poco sus secretos, es decir, de ir conquistando la verdad, de ir tomando parte en la verdad, me son indispensables ciertas actitudes intelectuales, morales y prácticas: el aprecio por la verdad, el propósito de vivir en la verdad, el deseo de buscarla, el querer saber cómo son o cómo fueron los hechos (aunque afecten a mi patria, a mi partido o a mi religión), la apertura a nuevos conocimientos (aunque éstos vengan a trastornar mis anteriores convicciones o sistema de ideas), la sinceridad conmigo mismo, la decisión de despojarme de prejuicios, fanatismos e intereses. ¡La verdad aunque me duela! Y para eso es necesario leer y estudiar, consultar y dialogar, investigar las cosas y los hechos; tener en cuenta la opinión de los demás, escuchar también la “oposición” (en el seno del Congreso o de cualquier foro). Sin embargo, un grave error (muy actual y muy en uso), es seguir el criterio estadístico, el criterio “democrático”, el de la opinión mayoritaria, que aunque politically correct, no necesariamente es el verdadero (los ejemplos son demasiados).</div>
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Una tentación que hay que evitar (ha sido frecuente en la historia) es la de invadir campos de competencia ajena, como cuando el científico pretende dictaminar en el ámbito de la religión o, viceversa, el religioso en el ámbito de la ciencia. Otra tentación es la de sacar de alguna investigación conclusiones demasiado apresuradas, sin las suficientes premisas (también esto es frecuente). Pero cuando hay pasión por la verdad, eso no sucede.</div>
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Concluyo. La verdad, siempre parcial e inconclusa, pero abierta a la verdad total, a veces puede doler, quizás avergonzar; pero es la única que ahuyenta las tinieblas de la ignorancia, de los prejuicios, de la intolerancia y del fanatismo; es la única forma de vivir en la luz, en la apertura, en la libertad. “La verdad os hará libres” (Jn 8,32). Amar la verdad, buscar la verdad, vivir en la verdad, decir la verdad. Sólo así la comunicación, entre dos que buscan sinceramente la verdad, será auténtica “comunicación”, abierta, transparente, enriquecedora.</div>
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Fuente:<a href="http://arje.usac.edu.gt/?p=154" target="_blank"> http://arje.usac.edu.gt/?p=154</a></div>
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<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-18858910946868729252014-07-14T11:14:00.000-06:002014-07-14T11:14:09.954-06:004 POSIBLES IDEAS FILOSÓFICAS DE RABINAL ACHÍ<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<i>“Obrar es fácil, pensar es difícil; pero obrar según se piensa, es aún más difícil.” – Goethe</i><br />
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El Rabinal Achí es considerado uno de los textos prehispánicos que no presenta adulteraciones de tipo foráneo, según Cardoza y Aragón, sino que fue escrito, si bien es cierto, en lengua francesa el origen fue nativo y traducido luego.</div>
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<a href="http://4.bp.blogspot.com/-DWmT2GDrLNs/U8QPlbHFxrI/AAAAAAAAFuc/Lm5RVJnSqm4/s1600/rabinal+ach%C3%AD.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-DWmT2GDrLNs/U8QPlbHFxrI/AAAAAAAAFuc/Lm5RVJnSqm4/s1600/rabinal+ach%C3%AD.png" height="265" width="400" /></a></div>
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Se presentan ciertas ideas que tienen matiz filosófico, pero sobre todo existe un mecanismo ritualista de la conducta, una idea muy concisa del enemigo, existe una axiología en la forma en que ambos pueblos, Rabinales y Quichés consideran como un delito grave el secuestro, existe una idea del origen del pueblo pero sobre todo un respeto por la palabra dada, aún a costa de la vida misma. Por ello es importante revisar y expresar lo filosófico en textos que antecedieron a la Conquista. Como el título ostenta estas son ideas posibles, sobre todo porque la formación filosófica en Guatemala es totalmente occidental, por no decir occidentalizada. Pero intentando romper ese paradigma es que se ensaya la indagación de estas estructuras antiguas que se salvaron de la pira funeraria de la conquista ideológica y espero, se salven del abandono cotidiano. Una de esas rupturas, a mi parecer ya se dió dado que esta obra fue considerada patrimonio intangible de la humanidad por la UNESCO en 20050.</div>
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Hay que decir, sin embargo, que todo pensamiento filosófico se hace siempre determinadas preguntas, sin importar la cultura o la edad de determinada civilización. Algunas de ellas: ¿Qué y quién es el hombre? ¿Cuál es nuestro lugar en el mundo? ¿Para qué estamos aquí? Es decir, cuando se pregunta por el ser humano o por el mundo. Si estas preguntas intentan ser respondidas o al menos son tácitas en el tratamiento de un texto, se puede decir, que hay pensamiento filosófico cuanto menos.</div>
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El Rabinal Achí que en maya yucateco se traduce como Xajooj Tun (Danza del Tambor) es un drama dinástico del siglo XV en cuatro actos dónde se cuenta el conflicto bélico de dos dinastías, entre los rabinales y los quichés.</div>
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El Rabinal Achí cuenta con una axiología que comparten las dos partes en pugna, los Rabiales y los Quichés, existe un respeto y un lenguaje protocolario enriquecido con superlativos basados en los colores, sobre todo el amarillo. Pues bién, vamos con la primera posible idea, que como todas las demás utilizarán las categorías de Heidegger en Ser y Tiempo, cuando fue posible.</div>
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<b>Posible idea filosófica número uno: El habla que es expresada tiene el carácter de ente.</b></div>
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En todos los diálogos no se percibe un yo pienso, un yo digo, sino un “dice Tu palabra” y esto se entiende perfectamente porque la palabra dicha para el Varón Queché es y debe ser cumplida, como si en lo dicho la posibilidad no tuviera cabida. “dice tu palabra” sería en tiempos modernos algo como: La Ley. Sobre todo si la palabra es la que uno mismo dice o como si la dice el Jefe Cinco-Lluvia. El valor que tiene la palabra dicha es preciado y debe ser respetado, pero tiene también el carácter de ser un existenciario fundamental, al ser ex-presada (en el sentido de: fuera de la prisión) se le da justamente existencia, es ya un ente en el mundo y un ente inmaterial si bien es cierto, pero que es reconocido por todos. En ese sentido La Ley no es tan poderosa como la palabra hablada en el Rabinal Achí, ya que ésta, está introyectada en las personas, es sin la menor duda una moral aplicada desde una ética en la que no tiene cabida la duda e implantada de tal forma que es parte de la personalidad del individuo. Quizá esta sea también una señal del poder espiritual que han tenido los principales o Jefes. «Si él es obediente, si él es humilde, si él se inclina, si él inclina su faz, entonces que entre. Así dice mi palabra a la faz del cielo, a la faz de la tierra. !Que el cielo, que la tierra, sean Contigo, Eminente de los Varones¡»1 Este es un ejemplo de como la palabra se hace ente en el mundo del hombre que está en medio del cielo y la tierra. No es casualidad que el cielo y la tierra tengan justamente cara, faz, por ello creo que también estos son entes ante los cuales, con cara se puede decir: esta es mi palabra. El Varón Queché tarda 260 días según lo pactado en el juicio y cabalmente se presenta a morir. Pudo huír, pudo mentir, pero no lo hizo, cumplió con la palabra que dijo su boca.</div>
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a a la naturaleza con su existencia si se integra a ella, idea poderosa cuando se considera que a las águilas y jaguares les hacen falta bocas y caras, que no están cabales y que quizá este valiente Varón venga a completarlos al final de la obra.</div>
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<b>Posible idea filosófica número dos: El lugar del hombre está entre el cielo y la tierra.</b></div>
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Las constantes alusiones hacia el lugar dónde se da el encuentro entre dos personas son siempre parte también de la intersubjetividad. «Has dicho, pues, adiós a Tus montañas, a Tus valles, porque aquí Tú morirás, Tú desaparecerás, bajo el cielo, sobre la tierra. ¡Que el cielo, que la tierra, sean Contigo, Hombre de los Cavek Queché!»2 El mundo del hombre es justamente ese espacio, entre el cielo y la tierra y no otro, y más importante que el lugar es el reconocimiento que el hombre está presente y se considera una parte intermedia entre ambos conceptos. El hombre en el Rabinal Achí no es divino, es un Hombre que sabe su lugar en el mundo, que sabe lo que le espera de sus actos, que vive con y para una sociedad que también existe sobre la tierra y bajo el cielo. Y es que además el carácter de individuo no es literal como en nuestra cultura y como se explicará más adelante, en el Rabinal Achí es per se que todos estamos relacionados, no sólo con nuestra sociedad, así sea ésta una sociedad enemiga, sino también con lo que conforma el mundo, eso que aparece ante los ojos es también el mundo interno de los Rabinales y Quichés, motañas, valles, ríos, animales, etc., tienen incluso una existencia más real que la que nosotros mismos le designamos. Para la mente occidentalizada ese cosmos se convirtió ahora en: recusos naturales, si es que tal cosa pueda ser dicha en dos palabras.</div>
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<b>Posible idea filosófica número tres: La vida es una existencia continuada en toda la naturaleza.</b></div>
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Ha este respecto cabría cambiar la palabra de individuos a personas, en el sentido que la cosmovisión maya tiene un aspecto más profundo de comunidad; la palabra individuo es contradictoria, la cual la entiendo como indivisible en dos, pero en el texto, tanto las palabras, el corazón, los actos, parecen ser entes totalmente apropiados, pero no integrados, yo veo esto por el exceso de pronombres posesivos, “Tus alimentos”, “Tus bebidas”, “Tu corazón”, y cuando se condena finalmente al Varón Queché éste piensa que no va a morir, que sólo su cuerpo lo hará. El jefe Cinco-Lluvia tiene la esperanza de que este valiente Varón pueda completar a las doce Águilas amarillas, a los doce Jaguares amarillos. Recordemos que el número trece es la unidad de conteo para todo el calendario maya, por ello el condenado pasó 260 (13 x 20) días antes de retornar a cumplir su palabra. Yo veo en estos pasajes que el hombre completa a la naturaleza con su existencia si se integra a ella, idea poderosa cuando se considera que a las águilas y jaguares les hacen falta bocas y caras, que no están cabales y que quizá este valiente Varón venga a completarlos al final de la obra.</div>
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<b>Posible idea filosófica número cuatro: Estar ante el otro es estar ante otro que habla.</b></div>
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Cuando el jefe Cinco-Lluvia pide que le lleven al Varón Queché pide que lo lleven ante su faz, ante su boca. No se dice que lo lleven ante su presencia o ante sus pies, justamente es ante su faz y boca. Yo considero que en el Rabinal Achí es considerada una persona como igual porque justamente tiene cara y boca para hablar. Es lo que Heidegger llama el “ser con” del “ser ahí en el mundo”, sólo otro “ser ahí” puede reconocer a otro “ser ahí” aún siendo su enemigo y un enemigo bélico, que no pide perdón y que no se disculpa nunca sino que asume las consecuencias de sus acciones como tales y ante ellas él mismo se reconoce en lo que es. Pareciera que pedir disculpas por los actos de secuestro cometidos por el Varón Queché sería una especie de negar su origen y su existencia misma, sería como decir que él no es él y ahí sí vendría la muerte definitiva y no una digna y con honor que no sólo le permite completar al mundo sino inmortalizarse por medio de la desintegración de su cuerpo.</div>
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Vía:<a href="http://arje.usac.edu.gt/?p=506" target="_blank"> http://arje.usac.edu.gt/?p=506</a></div>
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<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-47673140343362340952014-07-08T09:30:00.000-06:002014-07-08T09:30:34.521-06:00LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN GUATEMALA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<b>Frack Cid Berto Estrada Gudiel</b><br />
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La educación superior es hoy uno de los retos más significativos para filósofos y educadores y representa una de las problemáticas sociales más inadvertidas. Al parecer las asignaturas tradicionales no responden a las verdaderas necesidades humanas. </div>
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/-srsF44m5N8M/U7wOTFclNPI/AAAAAAAAFuM/FTIg2GZMQQs/s1600/Educaci%C3%B3n+superior+en+Guatemala.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-srsF44m5N8M/U7wOTFclNPI/AAAAAAAAFuM/FTIg2GZMQQs/s1600/Educaci%C3%B3n+superior+en+Guatemala.jpg" height="265" width="400" /></a></div>
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No hemos logrado aún vivir en armonía con nuestros semejantes y no hemos conseguido la felicidad. Los crímenes siguen acaparando los encabezados de los periódicos y la enfermedad sigue siendo un problema humano grave.</div>
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Los intereses se han encauzado al desarrollo de la economía y a la globalización y se ha logrado ya trascender los niveles tradicionales de producción y excelencia industrial, pero no se han visto resultados en el individuo o en la familia, nuestra sociedad ha entrado en una confusión de intereses: por un lado está la faceta señalada por los intereses de los grandes consorcios, suficientemente conocidos y criticados, que mueven el capital, así como los Gobiernos encubridores de la mayoría de las naciones del mundo.</div>
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El crecimiento individual que a nadie parece interesarle, no hay hasta ahora una conciliación entre estos dos conceptos tan abstractos como reales: economía y valores, la educación parece ser la única alternativa para mediar entre estos dos polos que parecen inconciliables. El problema de fondo parece ser que no existe una política educativa clara, coherente y por supuesto, implementable. ¿Hasta cuándo debemos esperar para empezar a construir una nueva sociedad, un nuevo ser humano que viva la excelencia y no sólo la genere a cambio de ilusiones? ¿Cómo debemos proceder para alcanzar la armonía y la felicidad sin sacrificar las comodidades que nos ofrece el desarrollo tecnológico? Éstas y otras preguntas permanecen como un reto para los científicos sociales y sin embargo, la labor de éstos es irrelevante en comparación con quienes producen desarrollo financiero y estrategias para fortalecer la hegemonía tecnológica y política.</div>
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<b>EDUCACIÓN Y PRODUCTIVIDAD</b></div>
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“Se tiene la convicción, casi generalizada, de que la Educación formal (principalmente en el nivel superior) está plenamente justificada cuando se orienta al mejoramiento, tanto en cantidad como en calidad, del sistema productivo de un país; a pesar de que la Universidad y la Industria son universos muy diferentes en cuanto a objetivos, lenguaje, valores, organización y percepción del tiempo” 1.</div>
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Guatemala, México, Colombia y Chile en Latinoamérica y, en general, de cualquier país en desarrollado, con una estrecha vinculación entre la Universidad y la Industria. En los países altamente desarrollados, esta vinculación es ya muy natural; el desarrollo de una, implica el desarrollo de la otra, son experiencias complementarias: estudio científico y tecnológico significan desarrollo, que no es otra cosa que poderío económico y que, hoy por hoy, sigue siendo el principal parámetro para clasificar a las naciones.</div>
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Guatemala por ejemplo, es un país, al menos en un contexto que se ha caracterizado por su humanismo, acaso legado valioso de nuestros ancestros. Por ello, tal vez, ese rechazo natural al estudio mecanizado y enfocado a la producción industrial. Hace mucho que se induce al hombre moderno a tener una visión economicista de la historia y del futuro. Este sometimiento de lo humano a lo económico empieza a provocar en el ámbito mundial resultados catastróficos.</div>
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Es necesario a pesar del mundo globalizado que demanda una respuesta directa e innovadora en relación con la ciencia y la tecnología, volver a los objetivos originales: la escuela, como institución rectora de la sociedad, llegara a existir, aquellos que enseñaron Aristóteles, Rousseau, Dewey y Kant entre tantos otros; al menos socializarlos, colocar al ser humano como elemento prioritario, por encima de las máquinas.</div>
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Si, por el contrario, “el sistema industrial es sólo una parte de la vida, existe mucho menos lugar para la preocupación” 2. Los fines estéticos tendrán preferencia; quienes lo sirvan no estarán sujetos a los fines del sistema industrial; sino que éste estará subordinado a los objetivos elevados del hombre y sin duda, habrá más oportunidad de descubrir el humanismo del que hablamos.</div>
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Se trata de cumplir prioritariamente con los objetivos humanos, sin descuidar aquellos que nos permitirán vivir dignamente como nación. De hecho, sería muy razonable pensar que cuanto mejor sea nuestro nivel de vida en el sentido estrictamente humano, mejor podremos enfocar las actividades destinadas a producir, ya sea incrementando bienes o mejorando servicios. Ciertamente, al priorizar la formación humanista se promueve la formación de un mejor profesional, porque se atienden los aspectos más importantes (…) del quehacer de cualquier profesión: habilidades básicas y valores.</div>
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Son lamentables los cambios que se han producido y se siguen produciendo en la Educación, estos cambios han supuesto un incremento en los conocimientos científicos y una disminución de los contenidos que se clasifican como humanistas; basta revisar los planes de estudios de hace algunas décadas y compararlos con los actuales, sobre todo a partir del nivel medio superior y superior. Sin embargo, no podemos estar seguros de que estos cambios en los planes de estudio hayan sido las causas de la aparente decadencia social en que parecemos vivir; pero de lo que sí podemos estar seguros es que la formación humanista y la cultura clásica han tenido una importancia enorme en el desarrollo de Occidente.</div>
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La degradación de la enseñanza, que según muchos se produce en nuestras sociedades. Esta hipótesis parece aventurada, pero cobra fuerzan cuando vemos que la educación mecanicista y mecanizada no ha agregado significativamente valor a nuestras vidas, si acaso unos pocos viven con menos pobreza. Naturalmente, habría que reunir a los mejores pedagogos y científicos de la educación para diseñar un currículo congruente con lo que queremos como nación para un verdadero desarrollo y no un desarrollo ficticio, seductor por sí mismo: el de los capitales de pequeñísimos sectores de la sociedad. En los últimos años, se ha intentado humanizar el currículum, pero sin cambios trascendentes en los planes y programas de estudio y sin ninguna capacitación del personal docente.</div>
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Es cierto que la educación como actividad humana tiene sus limitaciones. Sin embargo, el Estado debe hacer explícito los propósitos y alcances deseables en cuanto al tipo de hombre (y de mujer) y la clase de sociedad que se propone fomentar a través de la educación y así diseñar toda una estrategia educativa. Es decir, el Estado debe cuidar que la educación cumpla con los preceptos de pertinencia, congruencia y validez de los que se habla tanto en los medios académicos.</div>
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La descripción de un hombre ideal y el perfil de una sociedad que posea todos los rasgos deseables para el desarrollo de tal tipo humano se ha intentado muchas veces a lo largo de la historia del pensamiento ético y político. En cuanto al proceso pedagógico a elegir para conseguirlo, siempre se ha fracasado y no queda sino clasificar esa intención tan sublime como una utopía más.</div>
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Quien propone un nuevo sistema educativo que se sale del contexto empresarial y laboral o que intente romper los paradigmas en los que nos encontramos inmersos, se clasifica invariablemente de idealista y sus propuestas sólo quedan como referencias literarias para trabajos académicos de otros idealistas. Sigue arraigado ese concepto trivial pero efectivo de quien paga, manda.</div>
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<b>EL PAPEL DE LA FILOSOFÍA EN LA EDUCACIÓN.</b></div>
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El hombre libre en una sociedad justa es el ideal que han sostenido los filósofos como punto de referencia; se ha puesto ya el dedo en la llaga y se ha formulado incluso la descripción del problema, del enorme problema a atacar en un mundo cuya historia está colmada de guerras y crímenes de todos los órdenes. Sólo ha faltado que alguien venga y describa la metodología adecuada (sospechamos que está por encima de nuestro humano proceder en los actuales momentos).</div>
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Makárenco3 se aproximó mucho con sus experiencias educativas hace más de un siglo, Montessori4, que aun ahora se tienen dificultades para comprender su propuesta de educación interactiva -y permitir que el niño aprenda según su propia naturaleza de libertad y de contacto con su medio ambiente- casi representa un modelo que deberíamos seguir como política educativa y qué decir de Rousseau, y de otros grandes en el arte de educar. Hasta ahora nos hemos empeñado en que la escuela sea la institución más odiada por niños y jóvenes, los programas están impregnados de adiestramiento y conocimientos inútiles y por tanto, rechazables por cualquier mente sana.</div>
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Si pensamos en los conceptos primitivos de educación que están impregnados de contenido filosófico; tenemos que aceptar que son vigentes a pesar de la Revolución Industrial que trajo nuevos horizontes y contaminó a la educación con nuevos fines y contenidos y sobre todo a pesar de nuestro incipiente siglo XXI que tanto progreso promete, progreso que se basa fundamentalmente en logros técnicos y poder económico empresarial.</div>
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Desde la época de Platón se tenía claro el fin primordial de la educación: la felicidad del mayor número de seres humanos y para conseguirlo se proponía un conjunto de conocimientos, habilidades y actividades a desarrollar a través de disciplinas encausadas a elevar las virtudes humanas a un nivel casi de excelencia. Con este sistema se garantiza un ser humano bueno o un buen ciudadano donde no haya lugar al desorden social.</div>
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Este fin tan elevado y que bien podría denominarse el fin humanista de la Educación lo comenta ampliamente Heidegger en su célebre Carta sobre Humanismo (Heidegger, 1968) y va aún más lejos, lo hace fundamento de la Metafísica, la cual busca determinar la esencia del hombre, que es algo más trascendente que su presencia. Bastaría decir que busca impactar a la existencia; por ello, tal vez Freire señala que humanizarse agrega valor a la existencia humana; podríamos decir que humanizarse es el único valor de la existencia humana. Un valor poco apreciado por quienes financian la educación y contratan a los egresados de las universidades.</div>
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Finalmente, habría que reflexionar seriamente si vale la pena enriquecer los planes de estudio, sobre todo de las carreras llamadas técnicas, no con asignaturas de carácter humanista, sino con experiencias humanistas, encausadas a desarrollar habilidades y valores en lugar de conocimientos sólo aplicables a campos productivos que, a menudo, no colaboran mucho en el desarrollo del país. Porque tendríamos que entender que el desarrollo de un país es el resultado del desarrollo de cada uno de sus habitantes. Esto sería posible a través de un currículo implícito humanizador, sin alterar del todo el fin y las políticas educativas de la educación formal.</div>
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Los educadores del futuro tendrán un gran reto: el de lograr que con la educación formal se garantice una sociedad libre, entendiendo esta libertad como la entendió Platón, Rousseau o Freire; es decir, que los seres humanos se desarrollen bajo un concepto de virtud y dignidad, combinado con un ferviente deseo de servir a la patria a través de la Instituciones o de la Industria, que también deberán cambiar sus paradigmas y lograr una congruencia con la nueva sociedad que se pretende. Estamos hablando de hecho, de una educación impregnada de “espiritualidad”5 entendida ésta como un conjunto de valores humanos que facilitan la comprensión de la vida y las acciones que llevan a la felicidad.</div>
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Es necesario concebir al éxito de una manera diferente al del hacer-tener que es lo tradicional en un currículum educativo ordinario. En cambio si concebimos al éxito como la capacidad de SER, ya hablamos de un curriculum progresista e innovador; es decir, dejar de enseñar al futuro profesional que el éxito depende de su capacidad de hacer y de tener, esto desemboca casi siempre en competencia, ambiciones y corrupción.</div>
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En cambio el SER es algo genuino, el individuo busca ser feliz, ser original, ser útil, ser cooperativo, ser innovador, en fin, ser sabio y sobre todo, SER él mismo y esto lo haría más apto y productivo para desarrollar conscientemente cualquier actividad empresarial o tecnológica sin implicaciones nocivas para la sociedad. Así, la Escuela, como principal Institución del Estado, buscará los objetivos humanistas como principal prioridad, que coloquen al ser humano realmente como principal beneficiado de la misma.</div>
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Vía: <a href="http://arje.usac.edu.gt/?p=808" target="_blank">http://arje.usac.edu.gt/?p=808</a></div>
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<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-24749099814256010162014-07-02T09:34:00.000-06:002014-07-02T09:34:03.456-06:00ETERNO RETORNO, ETERNA CREACIÓN<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<b>María Rebeca Muralles</b><br />
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<i>Un análisis de Las ruinas circulares de Jorge Luis Borges</i></div>
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Jorge Luis Borges es uno de los escritores latinoamericanos más prominentes del siglo XX. Narrador, ensayista y crítico literario. Su obra destaca por haberse separado del realismo y el compromiso político para reflexionar desde lo filosófico, metafísico acerca del hombre y su existencia. </div>
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<a href="http://4.bp.blogspot.com/-1Dr0VZeXads/U7QmOK_WsMI/AAAAAAAAFt4/aa0TLeJHMtQ/s1600/Eterno+retorno.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-1Dr0VZeXads/U7QmOK_WsMI/AAAAAAAAFt4/aa0TLeJHMtQ/s1600/Eterno+retorno.jpg" height="300" width="400" /></a></div>
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Filosofía y literatura son amalgamadas mediante un complejo sistema de símbolos, de manera magistral por el bonaerense.</div>
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El argumento del cuento Las ruinas circulares es bastante sencillo: un hombre desea convertirse en creador de un ser hecho a su semejanza; tal como el escritor lo hace con sus personajes. El hombre del relato, a través de sueños, configura un individuo que cumple con las características para convertirse en un ser autónomo. Lo escoge de entre un grupo de pupilos imaginarios, lo instruye, lo forma y cuando considera que ya posee las herramientas necesarias para desenvolverse independientemente, lo libera, lo envía a un lugar lejano y borra su memoria para que no recuerde que es una mímesis “[…] Antes (para que no supiera nunca que era un fantasma, para que se creyera un hombre como los otros) le infundió el olvido total de sus años de aprendizaje”. El creador, sin embargo, hacia el final del relato, se entristece y se siente humillado al tomar conciencia de que él mismo es también una mímesis, es el sueño de otro.</div>
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Es interesante remarcar el juego de palabras respectivas al sueño. En el epígrafe se encuentra una frase de Lewis Carrol “And if he let off dreaming about you…” (y si él dejara de soñarte…) o la frase “Y en el sueño del hombre que soñaba, el soñado se despertó”. Soñar y despertarse, dos ideas que se contraponen y que hacen alusión al idealismo platónico, que luego tomaría Hegel como fundamento para su Filosofía. Todo lo que existe, lo hace solamente en el mundo de las ideas, de los sueños. La existencia es una construcción ideal, subjetiva, de tal manera que cada hombre se puede constituir en soñador (creador) de su propia realidad.</div>
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La existencia, entonces, se hace frágil al concebirse solo como el sueño de otro. “si él dejara de soñarte…” parece una sentencia de muerte, una burla a la existencia, que el ser dependa solamente del sueño de Otro, de la arbitrariedad del deseo de soñar de otro. Esto es lo que coloca al ser humano en el plano de subordinación, al saberse, solamente, un fantasma y no un hombre con existencia propia, fuera de una construcción de la Alteridad. Si la libertad y la autonomía son características indispensables del ser humano; el depender del sueño de otro, convierten al Soñado, inmediatamente, en un ser subordinado, indigno de pertenecer a la categoría humana.</div>
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Sin embargo, pese a su naturaleza mimética, el sujeto soñado tiene características humanas. Posee un intelecto superior al de sus pares (al de otros individuos soñados por el creador), su pensamiento es autónomo, pues cuestiona las doctrinas del maestro, se atreve a pensar, a ver y a argumentar más allá que los demás. El soñado entonces no solamente podría ser un hombre, podría ser un superhombre, en el sentido del Superhombre nietzscheano.</div>
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La idea de Superhombre también está presente en la figura del Creador. Él mismo, si es un sueño de otro, debió tener las características que lo hicieran sobresalir entre los otros individuos soñados por su creador. Además, Borges lo presenta en algún momento como un mago venido de “las infinitas aldeas que están aguas arriba, […] donde el idioma zend no está contaminado de griego” Esta es una referencia a la cultura persa. Mago, en la cultura persa, es una denominación para el sacerdote. El sacerdote desde la perspectiva modernista es, nuevamente, una alusión al Superhombre. A aquel que ha sido capaz de sobresalir, de conocer más allá de la realidad concreta de-finida y de-limitada por la razón. A ese que acerca el desconocido Infinito a los seres llanos y pone al descubierto la verdad de la existencia. Por ello, el Mago además de crear instruye, da lecciones, le revela los secretos del universo a su hijo, a su creación.</div>
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Pero, como se mencionó con anterioridad, es la dependencia del sueño de Otro, lo que no le permite a este nuevo ser, ejercer la autonomía existencial. Esa dependencia del sueño lo determina, lo subordina, le impide mostrarse y descubrirse como posibilidad, puesto que su destino está supeditado al sueño del Otro. Otro importante aspecto sobre la limitación de la experiencia existencial del soñado es la carencia de memoria. Bergson cuestiona:</div>
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“¿Qué somos nosotros, qué es nuestro carácter sino la condensación de la historia que hemos vivido desde nuestro nacimiento?”</div>
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(Bergson, 1896: 48)</div>
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Al Soñado, en afán de protección, el Creador le borró la memoria. Oscureció su memoria para que no recordara su origen, para que no tomara conciencia de que era una mímesis. Sin embargo, esta carencia de memoria lo acercaba más a la naturaleza mimética. Además de estos dos factores, en el relato se encuentra el conflicto existencialista acerca del creacionismo determinista. Al respecto, afirma el filósofo existencialista Jean Paul Sartre:</div>
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“el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define […] El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho.”</div>
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(Sartre, 1946: 31)</div>
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La existencia del hombre se opone a la Nada. Antes del hombre, no hay nada que lo defina, que lo determine, que lo conciba. El hombre mismo existe y cuando es consciente de ello se define y se concibe a sí mismo. Se construye y por eso será “tal como se haya hecho”. Por ello la frustración ante el conocimiento de la determinación de su naturaleza, producto de la creación por parte del soñador del relato.</div>
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<b>El eterno retorno </b></div>
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Se trata de un concepto, que Borges toma como base para la creación del escenario y la simbología sobre los que se desarrolla el argumento. Pallares hace una alusión a Hegel al hablar de la concepción cíclica del tiempo:</div>
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“El devenir circular de Hegel no se prolonga hasta el infinito, sino que vuelve sobre sí mismo en forma circular, retornando a su punto de partida”</div>
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(Pallares, 1974: 306)</div>
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Desde el momento en que las ruinas a las que llega el Mago son circulares, la alusión a una concepción no lineal de la realidad se hace evidente. Son constantes las referencias a lo cíclico, a lo circular. “A veces lo inquietaba la impresión de que ya todo eso había ocurrido…” El retorno de la historia, la sensación que da origen al fenómeno psicológico del dejavú que, basado el subconsciente en experiencias similares, crea la sensación de haber experimentado ya una circunstancia idéntica. “Para reanudar la tarea [de soñar] esperó que el disco de la luna fuera perfecto” Una alusión al ciclo lunar que se repite mes a mes.</div>
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“Porque se repitió lo acontecido hacía muchos siglos. Las ruinas del dios del fuego fueron destruidas por el fuego” Esta cuestión aparentemente paradójica, parece ser la representación literaria del uróboros (el dragón que se devora a sí mismo y representa el eterno retorno, la naturaleza cíclica de las cosas). El fuego es un símbolo dual que representa purificación o renacimiento, pero a su vez destrucción. El fuego destruye para volver a crear, puesto que es una fuerza vitalizadora.</div>
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El fuego, representado por una figura que debido los daños producidos por la ceniza que había destruido el templo, no podía distinguirse entre un tigre y un caballo; le ayuda al soñador a llevar a cabo su empresa. Los tres elementos: fuego, tigre y caballo, son símbolos de vitalidad, alusiones al élan vital bergsoniano.</div>
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El eterno retorno se refiere también a un eterno comienzo, a las cosas que no tienen fin. La creación en este relato es infinita, pues así como el Mago crea a un ser soñado, la posibilidad de que aquel conciba la misma idea es altamente probable.</div>
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La creación supone ordenamiento “Al principio los sueños eran caóticos pero después fueron de naturaleza dialéctica”. El orden que el autor decide darle a los elementos no es lineal, es dialéctico. Un orden en el que el desarrollo depende de la lucha de los opuestos y de un eterno nacimiento de nuevas realidades a partir de estos enfrentamientos.</div>
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<b> El eterno retorno y el hombre</b></div>
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Para el Superhombre de Nietzsche, el eterno retorno es una infinita posibilidad de mostrar su superioridad existencial. El Superhombre ha sido capaz de concebirse una existencia auténtica. El retorno a ella solo le provee de más posibilidades de perfeccionarla. Para el existencialista, el retorno es una condena. El volver a una realidad que le es insoportable, que le produce angustia y nausea existenciales, solamente podría aumentar esos malestares.</div>
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Para el Homo Deus, el eterno retorno es una incesante posibilidad de crear. En Las ruinas circulares, Borges plantea la idea del eterno retorno como un eterno renacer. Un ciclo interminable de destrucción y creación. El hombre para Borges es, entonces, un ser creado, un ser cuya existencia forma parte de un ciclo vital interminable. Un individuo creado a partir de fuerzas naturales elementales, pero cuyo destino no está determinado. Cuya verdadera misión es convertirse en creador pues solamente así logrará trascender. Solamente mediante la creación, el hombre se convierte en un ser inmortal. El hombre se siente humillado al saberse creación de otro, pero aun cuando este sea una mímesis, su mérito existencial consiste en ser creador de otro ser. La humillación viene de la idea de carencia de autonomía, de albedrío, de libertad plena. Sin embargo, la liberación y alejamiento del hijo, le redimen.</div>
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El hombre es un ser que, pese a su origen, inicialmente determinado por el creador, es capaz de ejercer su libre albedrío y convertirse, a su vez, en un ser creador. El hombre es, por tanto, un ser ilimitado, que no ha sido preconcebido ni predeterminado, sino que se auto determina y se define por su obra.</div>
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<b>Bibliografía</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Alazraki, Jaime. Jorge Luis Borges. Editorial Taurus. Madrid, 1976. Alazraki, Jaime. La prosa narrativa de Jorge Luis Borges: temas – estilo. Editorial Gredos. Madrid, 1974. Barrientos, Juan José. Borges y la imaginación. Editorial Katún. México, 1986. Bergson, Henri. Memoria y vida. Editorial Altaya. Barcelona, 1994. Borges, Jorge Luis. Las ruinas circulares [en línea]. Disponible en http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/borges/las_ruinas_circulares.htm. Consultado el 15 de abril de 2014. Carrera Molina, Margarita. Ensayos sobre Borges. Editorial Universitaria. Guatemala, 1999. Castañeda, Ofelia. A través de las ruinas circulares de Jorge Luis Borges [tesis]. Universidad de San Carlos. Guatemala, 1977. Chevalier, Jean. Alain Gheerbrant. Diccionario de símbolos. Editorial Herder. Barcelona, 1988. Pallares, Eduardo. Diccionario de Filosofía. Editorial Porrua. México, 1964. Sartre, Jean Paul. El existencialismo es un humanismo. Editorial Quinto Sol. México, 1985. Savater, Fernando. Diccionario filosófico. Editorial Planeta. Barcelona, 1995.</div>
<div>
<br /></div>
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Vía: <a href="http://arje.usac.edu.gt/?p=869" target="_blank">http://arje.usac.edu.gt/?p=869</a></div>
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<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-52164236877378179732014-06-23T14:19:00.000-06:002014-06-23T14:19:30.569-06:00EL CUERPO Y EL ALMA SEGÚN ARISTÓTELES<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<b>Kevin Rubén Vásquez Umaña</b><br />
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Aristóteles sigue una línea similar a la de Platón pues expresa que el hombre es la unión de cuerpo y alma, con la diferencia de que para Aristóteles el alma no está de cierta forma aprisionada por el cuerpo, como expresa Platón, ni es una relación forzada y accidental, sino más bien es una relación de dependencia en la que el alma no puede sobrevivir sin el cuerpo físico y viceversa, dándole sentido a la vida, coordinando sus funciones vitales de una manera natural, perfecta y esencial.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-wPOXeCmizQE/U6iLaQQbizI/AAAAAAAAFtk/hDudVoL8El8/s1600/cuerpo-y-alma+segun+platon.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-wPOXeCmizQE/U6iLaQQbizI/AAAAAAAAFtk/hDudVoL8El8/s1600/cuerpo-y-alma+segun+platon.jpg" height="300" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
El ser humano no está constituido por un alma y un cuerpo en dos entidades yuxtapuestas, Aristóteles define el alma como: “La entelequia primera de un cuerpo natural que tiene la vida en potencia”, principio en movimiento, de crecimiento, de generación, unifica todas sus funciones, sin exceptuar las operaciones de la sensibilidad y del entendimiento. La palabra entelequia es primeramente usada por Aristóteles y viene del griego Entelejeia que es la combinación de varias palabras y se podría traducir como: “tener el fin en sí misma” y se refiere a un cierto tipo de trabajo activo en consecución de un fin, que está en constante dinamismo, pues esa es una de sus características ya que posee vida y tiende a ese fin que es la unión con Dios.</div>
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<br /></div>
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El alma es la parte fundamental del cuerpo y como se sitúan en una relación de dependencia, no pueden subsistir sin el otro, ya que el alma le sirve al cuerpo para darle vida y el cuerpo le sirve al alma para que ésta se pueda expresar y también para que pueda tener su correcto aprendizaje, el alma es la forma, el cuerpo es la materia y juntos hacen una única sustancia natural: un ser viviente, el alma también es la encargada de tener y de darle al cuerpo un entendimiento incorruptible e inmortal, que serían dos cualidades del alma, aunque Aristóteles también afirma en varias ocasiones que es otro tipo de alma ya que al ser incorruptible no podría ser acto y forma de un cuerpo.</div>
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<br /></div>
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Las plantas, los animales y los hombres tienen alma y aunque sean muy similares, éstas difieren en grados de complejidad de acuerdo con el tipo de ser vivo al cual están unidas, como las plantas tienen ciertas funciones de nutrición pero los animales tienen éstas funciones y otras más lo cual los hace más complejos.</div>
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<br /></div>
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Aristóteles realiza una clasificación de las funciones del alma según su complejidad y estas son:</div>
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<br /></div>
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a) Función vegetativa:</div>
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<br /></div>
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Es decir la potencia nutritiva y reproductiva, propia de todos los seres vivientes, empezando por las plantas, ésta función se relaciona con los aspectos más básicos de la supervivencia de las especies como lo es la alimentación y la reproducción.</div>
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<br /></div>
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b) Función sensitiva:</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Que comprende la sensibilidad y el movimiento y es propia de los animales y del hombre, tiene que ver con los apegos, sentimientos, movimientos voluntarios y propios del ser vivo.</div>
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<br /></div>
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c) Función intelectiva:</div>
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<br /></div>
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Es aquella propia del hombre y se refiere a los procesos del pensamiento y el uso de la razón para solucionar problemas, simplificarse la vida y unirse con Dios.</div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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Cuando se habla de una función vegetativa se hace la aclaración de que no se refiere a acciones puramente de plantas o vegetales, sino más bien las acciones básicas de todo ser viviente, como comúnmente se conoce a la alimentación que no importa exactamente cual sea su forma de realizarse, ya sea consciente, como eligiendo a gusto algo para alimentarse o inconscientemente, por mera acción mecánica de absorción de nutrientes esenciales para la mera sobrevivencia del organismo.</div>
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<br /></div>
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Existe otro aspecto tan importante como el nutritivo y es pues el de la reproducción ya que todos los seres vivos desde los infinitamente pequeños, hasta los inmensamente grandes pretenden que su especie no se extinga y han recurrido a las más elaboradas formas para lograr la reproducción de su especie, desde esporas como en los hongos y mohos hasta la sexual donde es totalmente necesaria una pareja del sexo opuesto para su acción.</div>
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<br /></div>
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En la función sensitiva también se puede evidenciar los movimientos a voluntad, aquellos pues que permiten el libre desplazamiento por las áreas que le sean posibles según sus capacidades, también se encuentran los instintos que son aquellas reacciones no pensadas ni reflexionadas que ocurren en determinadas situaciones y que consiste en actitudes o acciones repetitivas que pueden ser evidenciadas varias veces con reacciones iguales o muy similares, se da a entender pues que son acciones mecánicas y reaccionarias.</div>
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<br /></div>
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El hecho de que el hombre tenga la función intelectiva, no significa que solo tenga ésta, y tampoco significa que sea más por esto, sino más bien significa que está en un nivel de desarrollo o evolución más alto que los animales y plantas, y aunque de todas las especies de seres vivos que habitan en la Tierra solo haya una (el hombre) que posea la función intelectiva, no quiere decir tampoco que esto lo haga superior, ni más feliz, pero si le ayuda a llevar un aprendizaje más ordenado y completo que las demás especies.</div>
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En el hombre o la especie más desarrollada se pueden evidenciar que convergen las tres clases de funciones del alma, pues al ser la especie más compleja en el mundo así también se ve reflejada en las tres funciones que se desarrollan en su alma siendo las tres aplicadas en cantidades proporcionadas para un correcto equilibrio de sus acciones y necesidades.</div>
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<br /></div>
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Ahora bien en nuestro cuerpo físico también existen cinco sentidos que tienen varias funciones que nos permiten percibir nuestro entorno, estos cinco sentidos son los que comúnmente se conocen: vista, olfato, audición, gusto y tacto; que funcionan mediante las sensaciones que son aquellas percepciones de lo que nos está sucediendo. Los cinco sentidos tienen la función principal de servirnos como herramienta de aprendizaje para nuestra alma y de allí viene el dicho popular que dice: “Los ojos son las ventanas del alma”, Porque por medio de éstos el alma puede reconocer los sucesos importantes que le servirán para un aprendizaje que pueda servirle en su búsqueda de Dios.</div>
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<br /></div>
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Hay que entender el sentido de la imaginación, que se distingue también de la ciencia, que es siempre verdadera, y de la opinión, que es acompañada por la fe en la realidad del objeto, porque la imaginación carece de esta fe. La imaginación es producida por la sensación en acto, y las imágenes que produce la primera se asemejan a las sensaciones; puede, determinar la acción en los animales o en los hombres cuando tienen la inteligencia dormitada por los sentimientos, las enfermedades o el sueño. La función de la inteligencia es análoga a la de la sensibilidad. El alma intelectiva recibe las imágenes como los sentidos reciben las sensaciones; su misión es juzgarlas verdaderas o falsas, buenas o malas y según cómo las juzga, las aprueba o desecha, las desea o las rehúye. Es pues, la inteligencia, la capacidad de juzgar las imágenes que los sentidos proporcionan.</div>
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<br /></div>
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“Nadie podría aprender o comprender algo, si los sentidos no le enseñaran nada”; y todo lo que se piensa, se piensa forzosamente como imágenes. Mas el pensamiento no tiene nada que ver con la imaginación: es el juicio emitido sobre los objetos de la imaginación, y los declara falsos o verdaderos, buenos o malos, con esto entendemos la importancia de un correcto funcionamiento de los sentidos físicos pues funcionan como principales transmisores y receptores de información del entorno en el cual nos desempeñamos.</div>
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<br /></div>
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Como el acto de sentir es idéntico al objeto sensible, así el acto de entender es idéntico al objeto inteligible. Esto significa que cuando el intelecto comprende, el acto de su comprensión se identifica con la verdad misma, con el objeto entendido; más precisamente se identifica con la esencia sustancial del objeto mismo. Por lo cual dice Aristóteles: “la ciencia en acto es idéntica con su objeto” o más en general, que “el alma es, en cierto modo, todos los entes”; efectivamente, los entes son o sensibles o inteligibles y mientras la ciencia se identifica con los entes inteligibles, la sensación se identifica con los sensibles.</div>
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<br /></div>
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El intelecto actual obra sobre el potencial como la luz que hace pasar al acto los colores que en la oscuridad existen en potencia: actualiza, pues, las verdades que en el intelecto potencial están solamente en potencia. Por eso Aristóteles lo llama intelecto activo, y lo considera “separado, impasible, no mezclado” Sólo él no muere y dura eternamente, mientras el intelecto pasivo o potencial se corrompe, y sin el primero no puede pensar nada. El hombre, como ya se ha mencionado es la unión de cuerpo y alma, pero de una manera sustancial en la que sus propios elementos son los que les permiten existir y se fusionan en una unidad única donde conviven en connubio y forman un solo Ser.</div>
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<br /></div>
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La inmortalidad, expresión máxima de la espiritualidad del alma humana, parece mantenida por el discípulo sólo por respeto al maestro: “Habrá que convenir en todo caso en que si se da para Aristóteles una inmortalidad del alma, es ello en fuerza de su resabio platónico que le hace pensar en su alma espiritual a través del dualismo de aquél. Aristóteles, por su parte, no ha desarrollado ninguna prueba demostrativa propia de la inmortalidad del alma.” Aunque sería muy difícil comprobarla ya que como se podría experimentar sobre algo que a simple vista no se ve.</div>
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<br /></div>
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Tampoco la moral aristotélica se funda en una bondad ética como instrumento para conseguir una vida extrasensible en compañía de los dioses, como pretendía Platón. Para Aristóteles, el bien moral consiste en la “perfecta actuación del hombre según su actividad específica”, es decir, en la realización más perfecta posible de sus posibilidades propias y específicas, no importando en qué ámbito lo aplique, ya sea en su vida social, familiar y íntima pues esto no debería de inferir en su comportamiento.</div>
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<br /></div>
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Pero este ideal, según el propio Aristóteles, no es nada extraño, sino que es el ideal de todo ser; pues todo ser, si se comporta según las exigencias de su naturaleza y las cumple, entonces llenará el sentido de su ser y será bueno, igual proporcionalmente que el hombre. y en ese cumplimiento de las exigencias de la naturaleza intelectual del hombre, en el desarrollo de sus potencialidades intelectuales, consistirá la felicidad humana.</div>
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<br /></div>
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Podemos evidenciar que para Aristóteles, la felicidad gira en torno al perfecto desenvolvimiento de las facultades armoniosas entre el cuerpo y el alma, dando a entender que para que esto se pueda dar, en el hombre debe de existir un pleno equilibrio entre su interior y su exterior, que estamos de cierta manera predispuestos para ciertas acciones o tareas y que en éstas nos desenvolveremos más armoniosamente que en otras.</div>
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<br /></div>
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Vía:<a href="http://arje.usac.edu.gt/?p=787" target="_blank"> http://arje.usac.edu.gt/?p=787</a></div>
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<b>Lidia Elizabeth Tánchez Ixcayá</b><br />
<div style="text-align: justify;">
Las pasiones muchas veces no las conocemos ni las podemos manejar, en este ensayo se pretende identificar lo que denominamos pasiones y dar unas directrices para poder resolver las situaciones en que ellas se hagan presentes. Este trabajo se fundamenta en el pensamiento del filósofo Descartes y de de su libro “Las Pasiones”.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-pZHuVNoeaBM/U6GiRxFr8SI/AAAAAAAAFrw/MiKFTnQnfcg/s1600/las+pasiones+del+alma.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-pZHuVNoeaBM/U6GiRxFr8SI/AAAAAAAAFrw/MiKFTnQnfcg/s1600/las+pasiones+del+alma.jpg" height="266" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Según Copleston, las pasiones pueden llamarse percepciones cuando esa palabra se utiliza para significar todos los pensamientos que no son “acciones” del alma. Podemos llamarlas sentimientos porque son recibidas en el alma que las siente, pero, podemos con mayor exactitud, llamarlas emociones porque todos los pensamientos que el alma puede tener son las pasiones, las cuales son más propensas a moverla, agitarla o perturbarla. Así, pues, las pasiones son emociones del alma causadas por el cuerpo.</div>
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Descartes define cinco pasiones que están gobernadas por la voluntad, se puede decir que son las más importantes:</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La admiración que, es una súbita sorpresa del alma, que la lleva a considerar atentamente los objetos que le parecen raros y extraordinarios.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Amor, que es una emoción del alma, causada por el movimiento del espíritu que le insita a unirse voluntariamente a los objetos que se presentan como útiles y convenientes.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Odio, que es una emoción causada por el espíritu, que incita al alma a separase voluntariamente de los objetos que se presentan como nocivos y perjudiciales.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
4. El deseo, que es una agitación del alma y que la dispone a querer, para el porvenir, las cosas representadas como útiles y convenientes; así, no solo deseamos la presencia del bien ausente, si no también la conservación del presente y la ausencia del mal que nos aflige.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
5. Finalmente la alegría, que es una agradable emoción del alma, en la cual consiste el gozo que ella experimenta por el bien que las impresiones del cerebro le representan como suyo; así mismo, la tristeza que es una desagradable languidez, la cual consiste en la incomodidad que el alma recibe del mal o defecto que las impresiones del cerebro la representan como suyo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las pasiones son todas ellas buenas, pero cuando nos dejamos llevar por ellas se puede hacer mal uso de las mismas. Las pasiones nos pueden llevar a la derrota, saberlas manejar cuando nos quieren dominar es la sabiduría que nos encamina hacia el bien. Por ejemplo, cuando sentimos odio por alguna persona que nos ha hecho daño y cambiamos esta emoción dañina por el amor hacia esta persona es cuando hemos aprendido a manejar las emociones y ya no nos dejaremos llevar por ellas.</div>
<div style="text-align: justify;">
El deseo es bueno cuando excita a un conocimiento verdadero, es decir cuando nos lleva hacia una dirección correcta de tal manera que podamos dirigir con éxito la emoción que nos está aquejando. Saber regular el deseo en esto consiste la principal utilidad de la moral. El deseo nos inclina a querer algo, por ejemplo le deseamos el mal a una persona que ha hecho una mala acción en contra de nosotros y le deseamos el bien a la persona que ha actuado correctamente hacia nosotros. Este es el problema, dice Descartes, cuando deseamos mal porque estamos actuando por error, ya que el deseo de hacer daño es producto de un error.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando actuamos mal es por ignorancia, no sabemos actuar correctamente, ese es el error al cual se refiere Descartes, significa esto que debemos actuar de acuerdo a una elección moral, en la que se distingue lo que está en nuestro poder y lo que no está sometido a nuestro control. Según Descartes debemos actuar de acuerdo a la virtud, la cual consiste en realizar aquellas acciones que juzgamos son las mejores.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando actuamos por ignorancia es cuando nos dejamos llevar por la emociones, esto significa que hemos aprendido desde muy pequeños a actuar equivocadamente y después nos dejamos llevar por aquello que hemos aprendido, pero es sabiduría, aprender a actuar correctamente. Por ejemplo: cuando nos domina la ira podemos detenernos un momento y reflexionar antes de actuar para no arrepentirnos del resultado que esta emoción pueda llevarnos a tener.</div>
<div style="text-align: justify;">
La culpa es otra emoción que nos afecta, producto de algún daño que hayamos cometido, muchas veces es irremediable, y es a lo que Descartes llamar “error” porque fue fruto de la ignorancia y es de sabios enmendar el daño que se provocó.</div>
<div style="text-align: justify;">
Si pudiera regresar al pasado y cambiarlo ¿qué haría? Trataría de evitar algunas de las acciones que han contribuido a que este presente sea tan doloroso. Cuando pensamos que hemos manejado bien una emoción pero el resultado es nefasto, nos damos cuenta que tenemos que rectificar. El orgullo, dice Descartes, es la buena opinión que tenemos de nosotros mismos por cualquier circunstancia, a lo que llama él, vicio. Muchas veces no nos damos cuenta que cometemos errores hasta que no vemos los resultados en nuestra vida, pero es de sabios reflexionar y no reincidir.</div>
<div style="text-align: justify;">
Vivir contento significa sentir satisfacción por las actividades que realizamos a diario y tener la conciencia tranquila. La alegría y el bienestar dependen de nosotros ya que se debe conocer cuándo debemos actuar bien. Vivir contento es estar libres de toda emoción negativa, es hacer todos los esfuerzos para conocer lo que debe hacerse y lo que no debe hacerse en todas las circunstancias de la vida. Un ejemplo de ello es saber que todos los bienes materiales que existen no están a nuestro alcance y aprender a no desearlos. Descartes dice hacer de la necesidad una virtud. El deseo de la salud en el enfermo o el de la libertad en el encarcelado, significa que mis deseos no deben ser acerca de bienes materiales porque estos no los puedo alcanzar fácilmente, si me dejo llevar por la sabiduría, que es el actuar bien voy a ser feliz en la vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Reflexionar antes de actuar es lo que nos va a diferenciar de los demás seres vivos, pues no nos vamos a dejar llevar por las emociones negativas y luego no nos arrepentiremos de los resultados que hayamos obtenido en nuestro actuar.</div>
<div>
<br /></div>
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Vía: <a href="http://arje.usac.edu.gt/?p=746" target="_blank">http://arje.usac.edu.gt/?p=746</a></div>
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<h2 style="text-align: left;">
Erotismo, “discontinuidad o continuidad del ser”</h2>
<div>
<div>
* Edgar Antonio Cux Apichijá</div>
<div>
* Universidad de San Carlos de Guatemala</div>
<div>
e_cux@hotmail.com</div>
<div>
<b>“DISCONTINUIDAD O CONTINUIDAD DEL SER”</b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-YERse5Zhq-Q/U5sKie42TdI/AAAAAAAAFrY/vLFgc6tURIE/s1600/erotismo+en+la+filosofia.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-YERse5Zhq-Q/U5sKie42TdI/AAAAAAAAFrY/vLFgc6tURIE/s1600/erotismo+en+la+filosofia.jpg" height="400" width="385" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Somos seres discontinuos?</div>
<div style="text-align: justify;">
¿La comunicación suprime una diferencia primera?</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Es la muerte continuidad del ser?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>INTRODUCCIÓN</b></div>
<div style="text-align: justify;">
En su libro “El Erotismo”, Bataille plantea la hipótesis, de que somos seres discontinuos, discontinuidad que es revelada en la reproducción, que es la luz con la que es considerada la actividad sexual—en éste caso. Así mismo nos dice: la discontinuidad, es ese abismo que en cierto sentido es la muerte, muerte que tiene el sentido, para nosotros que somos seres discontinuos, la continuidad del ser.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Consecuente con ello, en el presente trabajo se reflexionara en la discontinuidad y continuidad de los seres, poniendo en juego ideas “existenciales” dentro de un marco determinado de existentes—entiéndase seres-humanos. Se analizará si puede existir una comunicación real de seres discontinuos que suprima esta discontinuidad y si la muerte tiene el sentido realmente, de la continuidad del ser, como plantea Bataille.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
DESPLIEGUE DEL TEMA.</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Somos seres discontinuos?</div>
<div style="text-align: justify;">
Se nos dice: la reproducción pone en juego seres discontinuos. Cada ser es distinto de todos los demás, de esta forma, su nacimiento, su muerte y los acontecimientos de su vida son de su interés directamente, aunque los “otros” puedan tener cierto interés. Entre un ser y otro, hay un abismo, hay una discontinuidad, que es conducida por la reproducción de los seres, pero que al mismo tiempo pone en juego su continuidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sabemos que todo ser viviente se reproduce de dos maneras: reproducción asexuada y reproducción sexual. En este sentido la continuidad es diferente para cada ser, dependiendo su naturaleza. Y son los seres que se reproducen sexualmente, los que nos interesan en esta investigación, específicamente los seres-humanos, que aparentemente en su “unión” formando un nuevo ser, a partir de su muerte—entendida esta como, la desaparición de su situación de seres separados, seres distintos—se encuentra implícita su continuidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La discontinuidad se manifiesta en la reproducción, dice Bataille, pero también se presenta en la nostalgia de la continuidad del ser. La discontinuidad así, nos lleva a una angustia por su duración y nos lleva a una obsesión de la continuidad. Formas de actitud que no necesariamente deben pertenecer al “ser”, sino que pueden ser “modos de ser” en una circunstancia determinada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
También la soledad, como momento singular del ser, se manifiesta esa discontinuidad, esa distinción, que como seres separados, nos involucra a no actuar por nuestra cuenta y riesgo, sino a partir de “ordenes”, para así, no sentir el vértigo que provoca el “vacío”, el abismo dice Bataille.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tenemos que “reconocer” o “conocer” por primera vez, que somos seres distintos, diferentes, discontinuos, en lo cual encontramos implícito, según Bataille, nuestra continuidad. Debemos pensar detenidamente, esta idea de continuidad, porque si somos distintos, unos de otros, y si la existencia es siempre la de uno, no cabría ninguna razón, para la continuidad del ser, incluso si la discontinuidad del ser, es sólo un “modo de ser” del ser y no algo de suyo. El ser “es” y en la “existencia” que es su estructura fundamental, deviene. De allí que el ser-hombre se encuentre en constante hacerse.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
2. ¿La comunicación suprime una “diferencia” primera?</div>
<div style="text-align: justify;">
El ser “es” y aún en sus modos de “poder ser”, que se manifiestan en la existencia, será lo que “es”, es decir; Ser.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La comunicación, entendida como la posible “unión” con los otros por parte del ser, no permite que se suprima una diferencia primera, esto porque la comunicación, aún como la posibilidad de mostrar lo que se “es”, no realiza una continuidad, sino que sólo refleja que somos seres separados, es decir; seres-en-el-mundo, capaces de comunicarse en él sin fin de posibilidad de la cotidianidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La comunicación no permite la continuidad del ser, ya que siempre la distinción se aparece, como imposibilidad posible. Bataille dice: intentamos comunicar, pero ninguna comunicación entre nosotros podrá suprimir una diferencia primera. Esto significa, que si ustedes mueren, no soy yo el que muere, es decir; somos seres distintos, discontinuos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien; el ser-hombre busca obsesivamente, la supresión de esta discontinuidad, lo cual refleja en sus actividades de reproducción—entendida como continuidad del ser-, de pertenecer a un grupo o sociedad, incluso dentro de sus actividades religiosas, que vendrían a poner en juego la posible continuidad de su ser. Sin embargo, sí esto fuera así, siempre como dice Bataille, sería sólo un instante, volviendo nuevamente a su discontinuidad, lo que viene a convertirse en “angustia”, en el sentido de estar sólo consigo mismo, primeramente y después en el mundo, o de que todo lo que hace, es un hacer para la nada sartriana.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Suprimir una diferencia primera, significaría suprimir lo que cada ser-hombre “es” y justificaría ese pensamiento de que “todos somos iguales”, utilizado como bandera social. No es negar la relación de los hombres, sino de caracterizar la distinción o discontinuidad como esencial, para una relación del “yo-tú”, del ser-hombre con los otros. En donde la comunicación sería un “modo de ser” del ser-hombre y no del ser que “es”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
3. ¿Es la muerte continuidad del ser?</div>
<div style="text-align: justify;">
La afirmación de Bataille, de que la muerte es la continuidad del ser, es para nosotros muy precipitada, al tiempo que manifiesta, la actitud del ser-hombre que busca obsesivamente la continuidad de su ser en la muerte, su muerte.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Colocar a la muerte como continuidad, es expresar el “miedo” que se tiene hacía ella, es verla como trascendental dentro de la vida misma, vida que hasta cierto punto vendría a ser imposibilidad de “poder ser”. Esta actitud la vemos a través de la historia, en los sacrificios “sagrados”, en la unión sexual de los hombres y en los diferentes sentimientos de pasión. Concepción esta, que no es necesaria para la continuidad del ser, ya que ésta se encuentra en el origen de los seres y la muerte no la alcanza, porque la continuidad es independiente de ella.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La muerte es privación de la vida, pero más que privación, es determinación del ser, que llega a definirse en esta situación limite. Mientras existimos no hemos logrado nuestra totalidad como existencias, lo cual logramos en la muerte, muerte que no es el acabamiento o desaparición de la existencia, sino tan sólo el de nuestra existencia. Y así, la muerte se convierte o es una “posibilidad de ser”, pero la más genuina e irrepetible posibilidad. Somos “ser-para-la-muerte” y este “modo de ser”, se asume tan pronto como somos. Consecuentemente es de esto que nos angustiamos y no de ser, seres discontinuos, que lo único que provoca es caer en lo impersonal, inautentico, buscando refugio en el Mundo y las cosas del mundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se trata de continuar aún en la muerte y someterse a imponencias de diferentes puntos de vista o formas de actuar. Esta actitud o modo de ser, tiende a fracasar, ya que lo que se desea es “ser”, en el entendido que se es algo. De esta cuenta el hombre es una pasión inútil.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>CONCLUSIÓN</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En lo fundamental somos seres diferentes, discontinuos, pero no es en la muerte donde encontramos nuestra continuidad, a no ser que se sublime esa situación limite. Muerte que es la de cada uno, que debe ser entendida como la posibilidad de ser, es decir; no como una negación del ser, sino como afirmación de él. Así también, esencialmente tomando la vida o existencia como posibilidad de ser, la muerte sería un “modo de ser” de ella, que debiera provocar en nosotros la búsqueda de ser auténticos, esto es; “responsabilidad libre” en las diferentes posibilidades de la existencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una posible continuidad del ser, nos agruparía en “rebaños”, buscando el medio o los medios para lograr esta posibilidad, incluso pensando en el ser-hombre, como un medio y no como un fin en sí mismo, lo cual provocaría la no-comunicación que se busca al encontrarse con el otro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div>
Vía: <a href="http://arje.usac.edu.gt/?p=675#more-675" target="_blank">http://arje.usac.edu.gt/?p=675#more-675</a></div>
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<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-33165813493396315912014-06-12T10:35:00.001-06:002014-06-12T10:35:30.942-06:00EL ALMA COMO EGO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
El alma como ego (el yo) es un breve ensayo que pretende únicamente hacer consciencia sobre el ser y cuestionar la idea que se tiene acerca del alma, entendiendo al ser como el centro y origen de la existencia como acción.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-UjQJWhJj-uc/U5nWnTEng2I/AAAAAAAAFrI/2pJZhRn3Djo/s1600/el+ego+del+alma.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-UjQJWhJj-uc/U5nWnTEng2I/AAAAAAAAFrI/2pJZhRn3Djo/s1600/el+ego+del+alma.jpg" height="300" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
A menudo podemos observar dos manifestaciones del ser, la primera que hace posible tener una conversación con otra persona y la otra que hace posible el respirar y el estar vivo, ambas ocurren al mismo tiempo en el individuo. Al percatarnos de este suceso de inmediato nos situamos en una tercera manifestación del ser, esa en la cual tú y yo observamos y analizamos nuestras propias acciones.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hablemos de las primeras dos manifestaciones del ser. Una es la que identifica al individuo con una personalidad y la otra es la que lo hace caminar, sentarse, alimentarse y continuar con el debido funcionamiento del cuerpo, que quede claro que no se refiere a la memoria sino más a un proceso de función específica y no a renovar viejos recuerdos. En el modelo topográfico de FREUD, podemos encontrar noción de estas dos manifestaciones del ser las cuales son denominadas: consiente e inconsciente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En el estado consciente del ser se sitúa toda la identidad de un ser vivo, sus gustos, sus intenciones, su personalidad, es decir todo aquello que lo haga entender que está vivo y que es alguien en algún lugar, también incluye dentro de sí a la influencia del mundo social donde existe.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El estado inconsciente del ser ese en el cual nos vemos envueltos cuando dormimos y que constituye la existencia física, mantiene al cuerpo vivo, lo anima. El inconsciente podría ser de hecho lo que Platón quizo decir en su Fedón al referirse al principio perecedero del alma, y el consiente por contener dentro de si nuestros sueños, deseos, ideas, emociones y cosas tan humanas, bien podría ser el principio inmortal del alma.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En la primera manifestación del ser también existe una personalidad que todo ser humano conoce bien, esta personalidad es el yo (ego). Esa personalidad que nos identifica pero que no pertenece del todo a nosotros, pensemos en toda la influencia que hemos tenido en nuestra vida, desde que aprendimos a razonar. Este yo (ego) existe personalizado en un ente dentro del ser, el yo quiero, yo soy, yo hago, yo tengo, son prototipos que nos enseñaron de niños para expresar nuestra voluntad de forma verbal, estos prototipos son instrumentos del consciente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El inconsciente tiene de instrumento el cuerpo y expresa la voluntad de forma física, como la acción física de tomar algo con las manos o dar un paso delante del otro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero si el yo (ego) pertenece al principio inmortal del alma, ¿podría el yo (ego) también ser inmortal?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Podrían todos esos prototipos aprehendidos por el ser constituir parte del alma? Recordemos que cuando el ser humano nace no hay yo (ego) dentro de él, este es aprehendido a lo largo de la existencia humana, ya que si fuera parte de nuestra esencia como almas, no tendríamos mucho que aprehender en el acto de existir, y una de las funciones de la existencia es dotar al ser de conocimientos y experiencias.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pensar en el yo (ego) como parte del alma es algo que solo se puede concebir si se observa el comportamiento del consciente desde el inconsciente, es decir: si uno tiene una conversación con otra persona y decide uno encargarse conscientemente de su respiración mientras continua conversando, notaremos una anormalidad en la conversación, obviamente el consciente no puede hacer dos acciones a la vez, necesita al inconsciente para existir y que están estrechamente conectados uno al otro, tendríamos que considerar que el yo (ego) pertenece al alma.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pensemos por un momento: ¿Quién soy? Uno tendría que pensar en todo lo que ha aprendido, sentido y hecho a lo largo de su existencia y en todos esos cambios y experiencias que nos han hecho lo que somos hasta ahora, aun así uno no estaría satisfecho de decir o escribir lo que ser uno constituye. Pero si nos preguntamos ¿sigo siendo yo? En lugar de ¿Quién soy? Podemos de forma satisfactoria decir: no lo soy! No somos los mismos que fuimos en nuestra niñez o infancia, por lo tanto esa alma con la que nacimos ya ha sido modificada por el yo (ego).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si pensamos en estas dos manifestaciones del ser como parte del alma, debemos entender que una de ellas muere con el cuerpo, la que no tiene contacto con el yo (ego) y que la otra contiene al yo (ego) dentro de sí.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>¿Qué es el alma entonces?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Ese ente interno que nos mantiene vivos y que contiene dentro de sí parte del mundo exterior como identidad?</div>
<div style="text-align: justify;">
¿O acaso ese ente cuya mitad muere y la otra es inmortal y que contiene dentro de sí un yo (ego) también inmortal?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Seguramente el alma es algo que pondría al ser humano a pensar por mucho tiempo, pero ¿no es tiempo ya de saber lo que las profundidades del concepto alma esconden?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hace siglos que se implementó el concepto de alma al pensamiento humano, aun así es difícil encontrar conceptos concretos sobre la idea del alma. El alma como ego (yo) bien podría aportar otro punto de vista sobre la idea del alma, un punto de vista donde el comportamiento es un manifiesto del alma y por medio del cual se estudia la idea del alma.</div>
<br />
Vía: <a href="http://arje.usac.edu.gt/?p=836" target="_blank">http://arje.usac.edu.gt/?p=836</a></div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-30463988973941213392014-06-11T21:20:00.000-06:002014-06-11T21:20:42.449-06:00¿QUÉ ES EL AMOR?<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<b>¿Qué es exactamente el amor? </b>Es una pregunta que el ser humano ha abordado de mucho tiempo atrás. Muestra de ello son las disertaciones filosóficas que ha habido desde los tiempos griegos. Recientemente científicos han dado aproximaciones con la ciencia de qué es el amor, o qué es lo que persigue, de dónde radica, etc.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-yrclsw2IRbo/U5kcC10kxoI/AAAAAAAAFq4/Bx66oYpukU4/s1600/qu%C3%A9+es+el+amor.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-yrclsw2IRbo/U5kcC10kxoI/AAAAAAAAFq4/Bx66oYpukU4/s1600/qu%C3%A9+es+el+amor.jpg" height="207" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Es realmente el amor algo divino o simple y sencillamente algo banal y físico?<br />La duda surge del sentimiento particular del amor ya que ciertamente no es del todo algo tangible, porque lo podemos percibir con nuestros sentidos. Sin embargo, no lo podemos ver, oír u oler. Es algo que radica más bien en la mente o quizás sea una emanación del alma. Digo esto puesto que esa sensación de bienestar y felicidad la que permea en nuestro ser al estar enamorados, si es que alguna vez se ha experimentado esto. Esa intangibilidad que presenta el amor mismo nos da la percepción de ascender a un estado de trascendencia con nuestro ser amado y nos hace sentir que aproximados a la esfera de lo divino.<br />Platón aborda el tema del amor en dos diálogos:<br /><br /> El Banquete o del amor: en donde a través de varios encomios se define el amor, su origen, los principios del mismo y cual es el objeto del mismo.<br /><br /> Fedro o de La Belleza: se aborda superficialmente al amor como una manía divina en una disertación socrática.<br /><br />La concepción de amor platónico que tenemos, esa infatuación pura e imposible, es solamente una pequeña parte de la idea completa, la punta del iceberg, de lo que Platón conceptualiza en estos dos diálogos sobre el amor. Vale resaltar que la concepción de amor de Platón va de la mano con la cultura griega del amor, que voy a ir abordando conforme se profundice en la idea. Une además una parte mesurada y una parte cargada de pasión, característica del clásico dualismo platónico.<br /><br />Quiero empezar por desarrollar más o menos las ideas brindadas por Platón en sus diálogos. Ya que es importante determinar primero la concepción del Amor Platónico. El Amor para empezar es un dios (Eros) y tiene varias representaciones para los griegos. Se puede presentar como las dos Afroditas una terrenal y la otra divina o también como el hijo de Poro y Peria. Con el mito del encomio de Aristófanes nos explica de donde surge esa sensación de complemento que tenemos con el amor y la visión griega del amor viril. Ya que es el amor entre dos hombres para él, el más puro y valiente. Ya que son los hombres más inteligentes y mas bellos de amar. Todas estas ideas al final nos indican cuales son algunas cualidades o características del amor. Por ejemplo que es bello, sensible, bondadoso, virtuoso, justo y mesurado por un lado. Por el otro es corporal, sexual, aprensivo y lujurioso.<br /><br />¿Pero entonces que es el amor? ¿Un simple dios, una sensación humana, una bendición o una serie de actos que nos hace mejores personas?<br />Puedo abstraer que la idea de amor es en realidad complementaria porque nuevamente el dualismo platónico trata de unir varias características del amor. Por un lado tenemos el amor intelectual o sano. Este persigue el honor, el bien. Busca el compromiso, por estar enraizado en el alma es duradero y por eso es puro. Honra a la pareja a un nivel que trasciende lo físico ya que se centra en la sabiduría. Digamos que esta direccionado a lo que tenemos en común con nuestra pareja, rasgos afines que tenemos, más que una conexión meramente física. Esa sensación de complemento que tenemos con nuestro ser amado, eso que sentimos que nos cura si estamos en compañía de quien queremos y que no persigue una recompensa sino todo lo contrario solo la sensación de virtud que nos brinda la compañía de ese ser amado. El amor nos hace valientes ya que deseamos ser admirados por nuestro amado. Nos sacrificamos por amor y no queremos ser deshonrosos ante el amado tampoco. Además el amor es la fuente de la felicidad porque nos hace desear el bien y lo justo siempre.<br /><br />Pero esto no sería posible sin las características físicas, que vienen del cuerpo, de los sentidos por así decirlo. Lo cambiante el deseo de obtener lo que no tenemos y que al no tenerlo siempre, deseamos seguir obteniendo. La atracción física es parte del amor vulgar que es parte esencial de la iniciación en el amor. Porque al final creo que sí, el amor persigue la concepción, primero física pero también la intangible lo que nos hace trascender.<br /><br />Pero trascendemos de varias maneras también. De una manera física al reproducirnos biológicamente, perpetuando la especie criando a un retoño que es en parte nosotros mismos y en parte un individuo singular que permanecerá en esencia igual pero que cambiara conforme crezca y su experiencia vaya moldeando su personalidad.<br /><br />También trascendemos en un plano intangible con nuestras ideas, con lo que brindamos al mundo. Con nuestras creaciones no físicas, nuestros pensamientos y como los comunicamos con nuestros amigos, nuestra familia. Porque al final permanecemos nosotros también como una idea, como una memoria o un recuerdo. Permanecen nuestras tradiciones y nuestros valores y nuestros ideales. Permanece lo que aprendemos y lo que enseñamos.<br /><br />Creo entonces que si, el amor más que una fuerza, es una sucesión de actos que persigue el bien. Independiente de cualquier deidad o divinidad, el amor nos hace ascender a un plano de trascendencia que nos ayuda a valorar y valorarnos. El amor es una idea que nos integra y que biológicamente nos brinda ventajas porque nos ayuda a conectarnos como seres humanos.</div>
<br />
Vía: <a href="http://arje.usac.edu.gt/?p=857" target="_blank">http://arje.usac.edu.gt/?p=857</a></div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-60107449009092453182014-06-10T16:54:00.000-06:002014-06-10T16:54:00.279-06:00EL BANQUETE DE PLATÓN<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
APOLODORO: Me parece que no estoy mal preparado acerca de lo que preguntais.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-o68B-lx_Gu8/U5eMRJbG2mI/AAAAAAAAFqo/Ol7BUX9mCxU/s1600/plat%C3%B3n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-o68B-lx_Gu8/U5eMRJbG2mI/AAAAAAAAFqo/Ol7BUX9mCxU/s1600/plat%C3%B3n.jpg" height="400" width="321" /></a></div>
Pues precisamente anteayer subía a la ciudad desde mi casa de Falero, cuando un conocido mío que me divisó desde atrás, me llamó de lejos y, bromeando al llamarme, dijo:<br />
<br />
Eh! Falerense, tú, Apolodoro,¿no me esperas?<br />
<br />
Yo me detuve y lo esperé, y él dijo:<br />
<br />
Apolodoro, precisamente hace un momento te andaba buscando, ya que quiero informarme de la reunión de Platón,Sócrates, Alcibíades y los demás que en aquella ocasión asistieron al convite, y de cuál fueron sus discurso acerca del amor.Pues me los ha contado otra persona que los escuchó por boca de Fénice, el hijo de Filipo, y dijo que tambien tu los conocías, pero no pudo decirme nada con exactitud.Cuéntamelo, pues, tú, que eres el más adecuado para referir las palabras de tu amigo.Pero antes-añadió-dime: ¿asististe tú en persona a esa reunión o no?<br />
<br />
Y yo le contesté:<br />
<br />
De todas todas me da la impresión de que no te ha contado nada con exactitud quien te lo ha contado,si crees que la reunión esa por la que preguntas ha tenido lugar tan recientemente como para que también yo haya podido asistir a ella.<br />
<br />
-Yo al menos así lo creía -dijo-.<br />
<br />
¿De dónde has sacado esa idea, Glaucón? ¿No sabes que hace muchos años que Agatón no vive aquí,en la ciudad, y que, desde que yo paso el tiempo junto a Sócrates y me preocupo cada día por saber lo que dice o hace, aún no han transcurrido tres años? Hasta entonces yo andaba de un lado para otro al albur y aunque creía hacer algo importante, era más digno de lástima que cualquiera, no menos que tú ahora mismo,que crees que debes ocuparte de todo antes que practicar la filosofía.<br />
<br />
Y él contestó:<br />
<br />
-No te burles y dime cuándo tuvo lugar la reunión esa.<br />
<br />
Y yo dije:<br />
<br />
-En la época en que nosotros éramos niños aún,cuandoAgatón obtuvo el triunfo con su primera tragedia, al día siguiente de aquél en el que celebró con los coreutas los sacrificios por la victorias.<br />
<br />
-Hace mucho tiempo entonces,según parece -dijo-. Pero, quién te lo ha contado! ¿Sócrates en persona?<br />
<br />
-No, por Zeus- le respondí-, sino precisamente el mismo que se lo relató a Fénice. Fue un tal Aristodemo, del demo de Cidateneo,un hombre pequeño,descalzo siempre, que había asistido a la reunion por ser uno de los más fervientes enamorados que Sócrates tenía entonces, según me parece. Pero, no obstante, también le he preguntado a Sócrates algunas de las cosas que escuché de labios de Aristodemo,y estaba de acuerdo con lo que él me contó.<br />
<br />
-¿Por qué, pues, no empiezas a contármelo? El camino que lleva a la ciudad no puede ser más adecuado para que podamos hablar y escuchar mientras andamos.<br />
<br />
Así, entonces, al tiempo que caminábamos,hablábamos acerca de ello, de modo que, como dije al principio, no estoy mal preparado.Por consiguiente, si es menester que os lo cuente también a vosotros, debo hacerlo.Porque por mi parte, además, cuando hago discursos sobre filosofía o se los escucho a otros, aparte de creer que saco provecho, disfruto sobremanera. En cambio,cuando escucho otros discursos,especialmente los vuestros, los de los ricos y hombres de negocios, personalmente me aburro y me dáis pena vosotros, mis amigos, porque creeis estar haciendo algo importante, cuando no haceis nada de valor. Quizá vosotros, a la inversa, pensais que soy un desgraciado,y creo que estáis en lo cierto; yo, sin embargo, no creo tal cosa de vosotros, sino que lo sé con certeza.<br />
<br />
AMIGO.-Siempre eres igual, Apolodoro; siempre hablas mal de tí mismo y de los demás, y me parece que,sencillamente, piensas que todos somos desdichados excepto Sócrates, empezando por ti mismo. Y de dónde te ha venido el apodo de blando. con el que te llaman, yo no lo sé, pues en tus palabras eres siempre así y te enfureces contigo mismo y con los demás,excepto con Sócrates.<br />
<br />
APOLODORO.-Queridísimo amigo,¿y tan claro está que, al pensar así acerca de mí mismo y acerca de los demás, estoy loco y desvarío?<br />
<br />
AMIGO.- No vale la pena, Apolodoro, discutir ahora sobre eso. Haz lo que te hemos pedido y no otra cosa, y cuéntanos cuáles fueron los discursos.<br />
<br />
APOLODORO.- Pues bien, fueron más o menos los siguientes... Pero mejor intentaré contároslo desde el principio, tal como Aristodemo me lo contó. Me dijo,efecto,que había tropezado con Sócrates lavado y con las sandalias puestas,algo que él hacía pocas veces,y,al preguntarte a donde iba tan elegante,le contestó:<br />
<br />
-A una comida a casa de Agatón.Pues ayer me escapé de él en la celebración de su victoria,por temor a la multitud,y quedé en que hoy haría acto de presencia.Por eso me he atildado,para ir guapo junto a un hombre guapo. Pero tú -añadió- ¿te animas a ir sin estar invitado a la comida?<br />
<br />
Y yo-dijo Aristodemo-le respondí:<br />
<br />
-Como tú mandes.<br />
<br />
-Sígueme entonces -dijo-, para que alteremos,modificándolo,el proverbio aquel "a comer con Agatón van por propia iniciativa los buenos".Pues Homero es posible no sólo que alterara este proverbio,sino incluso que se burlara de él, ya que,a pesar de haber hecho a Agamenón un hombre extraordinaamente valiente en las cosas de la guerra y a Menelao débil lancero,cuando Agamenón estaba celebrando un sacrificio y dando una comida, hizo que sin haber sido invitado Menelao fuera al festín, él, que era peor,al banquete del mejor. Al escuchar esto, me dijo Aristodemo que respondió:<br />
<br />
-No obstante,quizá también yo,que soy un hombre vulgar,correré el peligro, no como dices tú,Sócrates,sino de acuerdo con Homero,de ir sin ser invitado al banquete de un hombre sabio.Mira,pues,al llevarme,cómo justificarás mi presencia,porque yo,por mi parte, no voy a reconocer que acudo sin invitación,sino invitado por ti.<br />
<br />
-Juntos los dos - dijo, mientras vamos de camino, deliberaremos lo que habremos de decir.<br />
<br />
Vamos, pues.<br />
<br />
Tras mantener esta conversaclón más o menos,dijo Aristodemo que se pusieron en marcha.Entonces Sócrates,concentrando de algún modo el pensamiento en sí mismo durante el camino, se iba quedando rezagado,y,como él lo esperara, le ordenó que siguiera adelante. Y una vez que llegó a la casa de Agatón,encontró abierta la puerta,y dijo que allí le sucedió algo gracioso. Al punto le salió al encuentro uno de los esclavos de la casa y lo condujo adonde estaban acomodados los demás sorprendiéndoles cuando se hallaban ya a punto de comer. Entonces,nada más verlo dijo Agatón:<br />
<br />
-Aristodemo,llegas en buen momento para comer con nosotros.Y si has venido por alguna otra razón, déjalo para otra ocasión, ya que ayer te andaba buscando para invitarte,pero no me fue posible verte.Mas a Sócrates,¿cómo no nos lo traes?<br />
<br />
Y yo -dijo Aristodemo- me doy la vuelta y no veo que Sócrates me siga, por ningún lado.Entonces le dije que precisamente yo había venido con Sócrates,invitado por él a comer allí.Y has hecho bien -dijo Agatón-. Pero, ¿dónde está ese hombre?<br />
<br />
-Venía detrás de mí hace un momento,y me pregunto también yo dónde podrá estar.<br />
<br />
-Busca y trae aquí dentro a Sócrates, esclavo -ordenó Agatón-.Y tú, Aristodemo -añadió- acomódate al lado de Erixímaco. Y cuando el esclavo le estaba lavando para que se echara,llegó otro esclavo y anunció:<br />
<br />
-Ese Sócrates se ha retirado al portal de los vecinos y allí permanece de pie.Por mucho que lo llamo,no quiere entrar.<br />
<br />
-¡Es extraño lo que dices!-replicó Agatón-.Ve y llámalo, y no lo dejes escapar.<br />
<br />
Y Aristodemo me contó que dijo:<br />
<br />
-De ninguna manera.Dejadlo tranquilo,pues tiene esa costumbre. A veces se aparta a un lado en el lugar donde se encuentre y allí permanece en pie. Pero vendrá pronto,me parece.No lo molestéis, dejadlo tranquilo.<br />
<br />
-Bien, así debe hacerse, si lo estimas oportuno -dijo Agatón-. Pero a nosotros, a los demás, traednos la comida, esclavos.Servidnos con entera libertad lo que queráis,puesto que nadie os estará vigilando(cosa que yo nunca hasta hoy he hecho).Así pues,ahora suponed que tanto yo como los demás aquí presentes hemos sido invitados a comer por vosotros,y tratados bien para que os alabemos.<br />
<br />
Después de esto, dijo Aristodemo que ellos se pusieron a comer,pero Sócrates no entraba.Agatón a menudo quería dar orden de ir a buscarlo,pero él no se lo permitía.Finalmente,llegó Sócrates,sin que hubiera pasado, en contra de su costumbre,mucho tiempo,cuando estaban más o menos hacia la mitad del banquete.Entonces Agatón (que se encontraba recostado sólo en un extremo) dijo:<br />
<br />
-Aquí,Sócrates,échate junto a mí,para que también yo disfrute, tocándote, de esa idea sabia que se te ha ocurrido en el portal.Pues es evidente que la has encontrado y la retienes,ya que,en caso contrario,no te hubieras alejado de allí.<br />
<br />
Sócrates se sentó y dijo:<br />
<br />
-Sería buena cosa,Agatón,si la sabiduría fuera de tal índole que corriera desde lo más lleno hasta lo más vacío de nosotros, con sólo tocarnos unos a otros,como el agua de las copas que corre a través de un hilo de lana desde la más llena hasta la más vacía.Si es así también la sabiduría,estimo en mucho el estar reclinado junto a ti, pues creo que a tu lado me llenaré de una sabiduría abundante y hermosa. La mía es posiblemente pobre,o incluso dudosa como un sueño,mientras que la tuya es brillante y con gran capacidad de progreso,ya que desde tu juventud ha brillado con tan gran fuerza y se ha puesto de manifiesto anteayer en presencia de más de treinta mil griegos como testigos.<br />
<br />
-Eres un insolente, Sócrates-replicó Agatón-.Más esta cuestión acerca de nuestra sabiduría la resolveremos tú y yo un poco más tarde,tomando como juez a a Dioniso .Ahora atiende primero a la comida.<br />
<br />
Después de esto-prosiguió su relato Aristodemo-,una vez que se acomodó Sócrates y acabaron de comer él y los demás,hicieron libaciones , y tras haber cantado en honor del dios y haber cumplido los demás ritos acostumbrados,se dedicaron a beber.Entonces Pausanias - dijo Aristodemo- comenzó a hablar más o menos así:<br />
<br />
-Bien, señores,¿de qué manera beberemos más a gusto?Yo, por mi parte, os digo que en realidad me encuentro muy mal por lo que bebí ayer y necesito un respiro(y creo que lo mismo os ocurre a la mayoría de vosotros, pues estabais también en la celebración).Mirad, por tanto, de qué manera podríamos beber lo más a gusto posible.<br />
<br />
Entonces habló Aristófanes: -Realmente tienes razón,Pausanias,cuando propones preparar,por todos los medios,una manera agradable de beber,ya que yo también soy de los que ayer se empaparon.<br />
<br />
Al oírles -prosiguió Aristodemo-,intervino Erixímaco ,el hijo de Acúmeno:<br />
<br />
-Sin duda decís bien,pero aún necesito oír de uno de vosotros con cuántas fuerzas se encuentra para beber Agatón.<br />
<br />
-Con ningunas-respondió-; tampoco yo me encuentro con fuerzas.<br />
<br />
-Sería, según parece -continuó Erixímaco,un regalo de Hermes para nosotros, tanto para mi como para Aristodemo,para Fedro y para éstos,si vosotros,los que más aguantáis bebiendo,ahora estáis desfallecidos.Nosotros, es cierto, somos siempre incapaces de aguantar mucho.A Sócrates,en cambio, no lo tengo en cuenta,ya que es capaz de ambas cosas,de modo que se conformará con cualquiera de las dos decisiones que tomemos. En consecuencia, como me parece que ninguno de los presentes se encuentra con ánimo para beber mucho vino, quizá si yo ahora dijera la verdad sobre en qué consiste el embriagarse,os resultaría menos desagradable.A mí,efectivamente, me parece evidente por la práctica de la medicina que la embriaguez es perjudicial para los hombres.Así,ni yo mismo de buen grado quisiera beber más de la cuenta ni se lo aconsejaría a otro, sobre todo si se tiene aún resaca del día anterior.<br />
<br />
-Bien es verdad-dijo,según Aristodemo, Fedro de Mirrinunte tomando la palabra-que,en lo que a mí respecta, tengo por costumbre hacerte caso,especialmente en cualquier cosa que digas referente a la medicina. Pero ahora, si se lo piensan bien,te obedecerán también los demás.<br />
<br />
Trás oír estas razones,convinieron todos en que aquella reunion no se hiciera en estado de embriaguez,sino que cada uno bebiera lo que fuera de su agrado.<br />
<br />
-Pues bien -dijo Erixímaco-,puesto que se ha decidido beber la cantidad que cada uno quiera y que nada sea forzoso, lo que propongo a continuación es que se permita despedir a la flautista que acaba de entrar(¡qué toque para ella misma o,si quiere, para las mujeres de dentro!)y que nosotros pasemos la velada de hoy hablando unos con otros.Y el tema sobre el que podemos hablar,si os parece bien,estoy dispuesto a proponéroslo.Todos aseguraron que les parecía bien y le animaron a hacer su propuesta. Dijo, entonces, Erixímaco:<br />
<br />
-El comienzo de mi discurso es como el de la Melanipa de Eurípides,pues no es mío el relato que voy a contar,sino de Fedro aquí presente.Fedro, en efecto,a cada momento me dice irritado:«No es indignante,Erixímaco, que en honor de algunos otros dioses haya himnos y peanes compuestos por los poetas, y, en cambio, en honor de Eros, que es un dios tan antiguo y tan importante, ni siquiera uno solo de cuantos poetas han existido ha compuesto jamás ningún encomio?Y si quieres,por otro lado,considerar a los sofistas de valía,escriben alabanzas en prosa de Heracles y otros dioses, como es el caso del excelente Pródico.Aunque esto,en realidad,no es tan sorprendente, pues yo al menos me he tropezado ya con cierto libro de un hombre sabio en el que había unas sales que recibían una admirable alabanza por su utilidad, y otras cosas semejantes puedes ver elogiadas en abundancia.¡Que se haya puesto tanto empeño en tales cosas, y que, en cambio, jamás ningún hombre se haya atrevido hasta el día de hoy a celebrar a Eros con himnos de una manera digna! ¡Que esté tan descuidado un dios tan importante! En esto,la verdad, me parece que tiene razón Fedro.Así pues,yo estoy deseoso de pagarle mi tributo y complacerle,y,al mismo tiempo, en la presente ocasión me parece que es oportuno que nosotros,los aquí reunidos,honremos al dios. Por tanto, si igualmente os parece bien a vosotros,tendríamos en nuestros discursos el tema de conversación suficiente.Creo,en efecto,que cada uno de nosotros, de izquierda a derecha,debe decir un discurso en alabanza de Eros, el más bello que pueda,y que empiece primero Fedro,puesto que está echado el primero y es, a la vez, el padre del tema.<br />
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-Nadie, Erixímaco -dijo Sócrates-,votará en contra de ti.Pues ni yo,que sostengo no entender de otra cosa más que de los asuntos del amor, podría negarme,ni tampoco sin duda Agatón y Pausanias ni,por supuesto,Aristófanes, cuya ocupación gira toda acerca de Dioniso y Afrodita, ni ningún otro de los que tengo ante mi vista.Sin embargo,no estamos en igualdad de condiciones los que nos encontramos echados los últimos.De todas formas, si los que preceden hablan lo suficiente y bien, nos daremos por satisfechos.¡Ea!,que empiece con buena fortuna Fedro y haga su encomio de Eros.<br />
<br />
En esto también estuvieron de acuerdo todos los demás,y animaron a hacer lo que había indicado Sócrates.Cierto es que de todo lo que dijo cada uno,ni Aristodemo se acordaba muy bien ni yo por mi parte recuerdo todo lo que él me contó,pero sí lo más importante.Y os diré, de los discursos que cada uno pronunció,los que me pareció que merecían recordarse.<br />
<br />
En primer lugar,pues,como digo-me contó Aristodemo-,habló Fedro,empezando su discurso con la siguiente afirmación más o menos:que Eros es un dios grande y admirable entre hombres y dioses,por muchas razones,pero fundamentalmente por su origen.<br />
<br />
-Pues el hecho de ser con mucho el dios más antiguo es un honor-afirmó,y he aquí la prueba de ello:Eros no tiene padres ni los menciona nadie,ni prosista ni poeta,sino que Hesíodo afirma que en primer lugar existió el Caos<br />
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......Y luego la Tierra de amplio seno,sede siempre segura de todas las cosas, y Eros...<br />
Y con Hesíodo está de acuerdo también Acusilao en que después del Caos existieron estos dos dioses,la Tierra y Eros.Y Parménides dice a proposito de su origen:<br />
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.....fue a Eros al primero que concibió de todos los dioses.<br />
<br />
Así,por muchos testimonios se reconoce que Eros es el más antiguo con diferencia.Y,además de ser el más antiguo,es causa para nosotros de los mayores bienes.Pues yo,al menos,no puedo decir que haya para un joven recién llegado a la adolescencia un bien más grande que un amante virtuoso, y, para un amante,que un amado . En efecto,lo que debe servir de guía a los hombres que pretenden llevar una vida honesta durante toda su existencia,es algo que ni los parientes ni los honores ni la riqueza ni ninguna otra cosa son capaces de inculcar tan bien como el amor.¿Y qué es eso a lo que me refiero? La vergüenza ante las acciones vergonzosas y el deseo de emular lo que es noble;porque sin estos sentimientos no es posible que ninguna ciudad ni persona particular realice obras grandes y hermosas. Es más, afirmo que un hombre que está enamorado,si es sorprendido llevando a cabo una acción vergonzosa o la sufre de otro y no se defiende por cobardía, no le dolería tanto haber sido visto por su padre,sus amigos ni por ningún otro hombre como por su amado.Y lo mismo vemos que ocurre también en el caso del amado, que sobre todo siente vergüenza ante los amantes, cuando es visto en alguna acción vergonzosa.En consecuencia,si hubiera algún medio de que llegara a existir una ciudad o un ejercito de amantes y amados, es imposible que administraran mejor su propia patria que absteniéndose de toda acción vergonzosa y deseando emularse unos a otros;y si combatieran unos junto a otros,tales hombres vencerían,por pocos que fueran,a todo el mundo, por así decirlo. Porque un hombre enamorado soportaría sin duda peor ser visto por su amado abandonando la formación o arrojando sus armas que serlo por todos los demás,y antes que eso preferiría mil veces morir. Y, desde luego, dejar abandonado al amado y no socorrerlo si se halla en peligro... nadie hay tan cobarde a quien el propio Eros no inspire valor, de suerte que se equipare al que es valiente por naturaleza.En una palabra, el vigor que inspira, como dijo Homero,la divinidad en algunos héroes,Eros lo procura a los enamorados como algo nacido de sí mismo.<br />
<br />
Además,a dar la vida por otro únicamente los enamorados están dispuestos, no sólo los hombres,sino también las mujeres.Y de eso también la hija de Pelias, Alcestis ,proporciona suficiente testimonio en apoyo de tal argumento ante los griegos,ya que fué la única que estuvo dispuesta a morir por su esposo,a pesar de que éste tenía padre y madre,a quienes ella sobrepasó tanto en afecto a causa de su amor,que les demostró que eran como extraños para su hijo y parientes sólo de nombre.Al actuar así, les pareció,no sólo a los hombres,sino también a los dioses,que había realizado una acción tan hermosa que,a pesar de que son muchos los que han realizado muchas y hermosas obras,pero sólo en contados casos han concedido los dioses el privilegio de dejar que su alma regrese del Hades, sin embargo dejaron regresar la de aquélla, admirados por su acción.¡Así también los dioses valoran por encima de todo el empeño y la virtud en el amor! En cambio, Orfeo, el hijo de Eagro,lo despidieron del Hades sin lograr nada,despues que le hubieron mostrado el espectro de la mujer en busca de la cual había ido allí,pero sin habérsela entregado, porque les parecía que se comportaba cobardemente,como citaredo que era,y no se atrevió a morir por amor como Alcestis,sino que se las había ingeniado para entrar vivo en el Hades. En consecuencia,por esta razón le impusieron un castigo,e hicieron que la muerte le viniera de manos de mujeres,mientras que a Aquiles, el hijo de Tetis,lo honraron y enviaron a las Islas de los Bienaventurados, porque, pese a estar advertido por su madre de que moriría si mataba a Héctor, y de que,en cambio,si no lo hacía regresaría a casa y moriría viejo,tuvo el valor de preferir,por socorrer a su amante Patroclo y vengarlo, no sólo morir por él,sino incluso morir una vez que éste había acabado ya sus días.De ahí que también los dioses lo admiraran extraordinariamente y lo honraran, porque en tanta estima tuvo a su amante.Y Esquilo desvaría al afirmar que Aquiles era el amante de Patroclo,cuando era más hermoso no sólo que Patroclo,sino también que todos los héroes juntos,y aún no le había crecido la barba, por lo que era mucho más joven,según afirma Homero.Pero si los dieses estiman sobremanera esta virtud en el amor,sin embargo la admiran, se complacen en ella y la recompensan más cuando es el amado el que siente afecto por el amante que cuando ocurre a la inversa,pues un amante es cosa más divina que un amado,ya que está poseído por la divinidad.Por eso también honraron más a Aquiles que a Alcestis,y lo enviaron a lasIslas de los Bienaventurados.<br />
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Así pues,en lo que a mi respecta,sostengo que Eros es el más antiguo de los dioses, el de mayor dignidad y el más eficaz para ayudar a los hombres, tanto vivos como muertos, a adquirir virtud y felicidad.<br />
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Tal fue,más o menos,el discurso que pronunció Fedro,según Aristodemo.Y después de Fedro hubo algunos otros de los que no se acordaba muy bien, por lo que los pasó por alto y me relató el discurso de Pausanias, quien dijo lo siguiente:<br />
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-No me parece,Fedro,que se nos haya propuesto bien el tema,que tan sencillamente se nos haya invitado a hacer el encomio de Eros. Si Eros fuera uno solo,estaría bien; pero la verdad es que no es uno solo,y,como no es uno solo, es más correcto advertir de antemano a cuál de ellos se debe alabar. Yo,por tanto,intentaré rectificar esto,indicar en primer lugar a qué Eros se debe alabar,para después alabarlo de una manera digna del dios.Todos sabemos,en efecto,que no hay Afrodita sin Eros.Por consiguiente, si hubiera una sola Afrodita,habría un solo Eros.Pero puesto que, de hecho, hay dos, forzosamente habrá también dos Eros.¿Y cómo negar que son dos las diosas? Una de ellas,sin duda más antigua y sin madre,es hija de Urano la designamos también con el nombre de Urania;la otra, más joven, es hija de Zeus y de Dione, y la llamamos Pandemo.En consecuencia,es forzoso que también al Eros que colabora con la segunda lo llamemos correctamente Pandenoo, y al otro Uranio.Ahora bien,es cierto que se debe alabar a todos los dioses, pero hay que intentar decir,por supuesto,lo que a cada uno le ha correspondido en suerte.Toda acción,en efecto,es así:realizada por sí misma,de suyo no es ni bella ni fea;por ejemplo,lo que ahora estamos haciendo nosotros, beber, cantar o conversar,nada de esto es,por si mismo,bello,sino que en la acción, según como se haga,resulta ser de una forma u otra:si se hace bien y rectamente es bello,mientras que si no se hace rectamente,feo.De la misma manera, entonces,tampoco todo amar ni todo Eros es bello ni digno de ser encomiado, sino sólo el que impulsa a amar bellamente.<br />
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Por tanto, el Eros de Afrodita Pandemo es verdaderamente vulgar y lleva a cabo lo que resulte al azar, y es éste el amor con que aman los hombres ordinarios.Tales personas aman, en primer lugar,no menos a las mujeres que a los muchachos; en segundo lugar, aman en ellos sus cuerpos más que sus almas,y,finalmente,aman a los menos inteligentes que puedan encontrar,con la vista puesta exclusivamente en conseguir su propósito,sin importarles si la manera de hacerlo es bella o no.Por eso precisamente les sucede que hacen lo que les surja al azar, lo mismo si es bueno como si no lo es,pues procede este amor de la diosa que es mucho más joven que la otra y que participa en su origen de hembra y varón. En cambio,el de Afrodita Urania proviene de una diosa que, en primer lugar, no participa de hembra,sino sólo de varón(y es éste el amor de los muchachos),y que,en segundo lugar,es más antigua y está libre de desmesura. De ahí que los inspirados por este amor se vuelvan hacia lo masculino, ya que sienten predilección por lo que es más fuerte por naturaleza y tiene más entendimiento.Y se podría reconocer incluso en la pederastria misma a los que son impulsados sinceramente por este amor,pues no aman a los muchachos sino cuando empiezan ya a tener entendimiento,cosa que les sobreviene al salirles la barba.Pues,creo yo,los que empiezan a amar desde entonces están preparados para tener relación con el amado toda la vida y convivir con él, pero no para engañarle,al haberle cogido en la inexperiencia por su juventud,y,tras burlarse de él,marcharse y correr detrás de otro. Y debía incluso existir una ley que prohibiera enamorarse de los muchachos, para que no se gaste mucho esfuerzo en algo incierto,ya que incierto es el fin de los muchachos y no se sabe que resultado darán, si serán malos o virtuosos en lo que se refiere al alma y al cuerpo.Los hombres de bien,es verdad, se imponen esta ley a sí mismos voluntariamente,pero sería preciso también obligar a esos amantes "vulgares" a hacer tal cosa,del mismo modo que los obligamos igualmente,en la medida que podemos,a no enamorarse de las mujeres libres. Estos son,en efecto,los que han provocado también que se hagan reproches, de suerte que algunos se atreven a decir que es vergonzoso conceder favores a los amantes.Pero lo dicen con la mirada puesta en éstos, viendo su falta de tacto y de sentido de la justicia,ya que,sin duda,cualquier acción que se realiza con orden y de acuerdo con la ley no puede, en justicia, comportar censura.<br />
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Por lo demás,las leyes sobre el amor en las otras ciudades son fáciles de comprender,pues están definidas con sencillez, mientras que las de aquí y las de Lacedemonia son complicadas.En Elide,en efecto,y en Beocia, y allí donde no son hábiles para hablar,la ley dispone sencillamente que es bello conceder favores a los amantes, y nadie, ni joven ni viejo, diría que es vergonzoso,para,supongo,no tener problemas al intentar persuadir de palabra a los jovenes, ya que no tienen facilidad para hablar.En cambio,está considerado vergonzoso en muchas partes de Jonia y en otros lugares, cuantos viven bajo el dominio de los bárbaros. Entre los bárbaros, en efecto, al estar gobernados por regímenes tiránicos,es vergonzoso esto,y también la filosofía y la afición a los ejercicios corporales,pues, creo yo,a los que están en el poder no les interesa que nazcan sentimientos elevados entre sus súbditos,ni amistades ni camaraderías sólidas,que es precisamente lo que suele inspirar el amor por encima de todas las demás cosas.Y por propia experiencia esto lo aprendieron también los tiranos de aquí,ya que el amor de Aristogitón y el afecto de Harmodio, que se había hecho inquebrantable,acabó con su poder.De este modo, allí donde se ha establecido que es vergonzoso conceder favores a los amantes,ha quedado dispuesto así por maldad de quienes lo han establecido, por ambición de los gobernantes y por cobardía de los gobernados;en cambio,allí donde se ha considerado simplemente que es bello,se ha debido a la pereza del alma de quienes lo han establecido.<br />
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Aquí,por el contrario,la ley dispone una cosa mucho más hermosa que ésas y, como he dicho, no fácil de comprender. Téngase en mente, en efecto, que se dice que es más hermoso amar a las claras que a escondidas, y especialmente a los más nobles y mejores, aunque sean más feos que otros, y que, por otro lado, es asombroso el aliento que de parte de todos recibe el que ama, porque se piensa que no hace nada vergonzoso, y que se estima hermoso hacer una conquista y vergonzoso no hacerla; y, con respecto al intentar hacer una conquista, la costumbre concede la posibilidad de alabar al amante que lleva a cabo actos extravagantes para conseguirlo, mientras que si alguien se atreviera a hacerlos persiguiendo cualquier otro fin y con el deseo de obtener una cosa que no sea ésa,cosecharía los más grandes reproches.Pues si alguien,por querer obtener dinero de una persona o conseguir un cargo público o cualquier otra influencia, estuviera dispuesto a hacer las mismas cosas que hacen los amantes con respecto a sus amados (cuando emplean súplicas y ruegos en sus demandas, pronuncian juramentos, duermen a las puertas de sus amados y están dispuestos a someterse a servidumbres tales que ni siquiera un siervo las soportaría), se le impediría llevar a cabo así tales acciones,tanto por parte de sus amigos como de sus enemigos, ya que los unos le reprocharían sus adulaciones y sus actos impropios de un hombre libre, y los otros le amonestarían y se avergonzarían de su comportamiento. En cambio,en el enamorado que hace todo eso hay cierta gracia, y le es dado por la costumbre obrar sin temor al reproche, porque se piensa que lleva a cabo una acción completamente hermosa. Pero lo más extraordinario, al menos según dice la gente,es que incluso es al única al que, cuando jura, los dioses perdonan si transgrede el juramento,pues afirman que no existe juramento de amor.¡De tal modo tanto los dioses como los hombres han concedido libertad absoluta al amante, según dice la costumbre de aquí!<br />
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En este sentido, pues, se podría creer que se considera completamente hermoso en esta ciudad tanto el amar como el hacerse amigo de los amantes. Pero,dado que los padres han puesto pedagogos para que vigilen a los amados y no les permitan conversar con sus amantes -ya tales cosas están rigurosamente encomendadas al pedagogo ,-y que los jóvenes de su edad y sus compañeros les censuran si ven que está sucediendo algo semejante, y a éstos,a su vez,los más viejos no les impiden hacer tales censuras ni les reprenden por no hablar con corrección, si se tiene en cuenta esto, se podría pensar, por el contrario, que aquí se considera tal costumbre sumamente vergonzosa.Pero la cosa es, creo yo, de la siguiente manera: no es algo simple, como se dijo al principio, ni es bello ni feo por sí mismo, sino bello si se hace bellamente y feo si se hace feamente. Es actuar feamente conceder favores a un hombre vil vilmente,y actuar de manera de manera bella concederlos a un hombre de bien bellamente.Y es vil aquel amante "vulgar", que ama el cuerpo más que el alma,ya que, además, ni siquiera es estable, pues ama una cosa que tampoco es estable. En efecto, tan pronto como llega a su fin la lozanía del que está enamorado,se marcha volando,después de haber mancillado muchas palabras y promesas.En cambio,el enamorado de un carácter virtuoso permanece firme con el paso del tiempo,puesto que está inseparablemente unido a algo estable.A estos hombres precisamente quiere nuestra costumbre poner a prueba bien y convenientemente,para que se concedan favores a los unos y se rehuya a los otros.Por eso,entonces,prescribe que los amantes persigan y que los amados se muestren esquivos, y organiza competiciones y los pone a prueba para comprobar de cuál de los dos tipos es el amante y de cuál el amado.<br />
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Así, precisamente por esta razón,está considerado vergonzoso en primer lugar dejarse conquistar rápidamente, con el objeto de que transcurra el tiempo, que parece poner a prueba de manera conveniente la mayoría de las cosas; en segundo lugar,se considera vergonzoso dejarse conquistar por dinero o por poder político,ya sea que por sufrir daño uno se atemorice y no sepa resistirse,ya que reciba favores en dinero o en negocios políticos y no los desprecie. Ninguna de estas cosas parece ser, en efecto, firme ni estable, aparte de que tampoco ha nacido de ellas ningún afecto noble.<br />
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Por tanto,un único camino queda,según nuestra costumbre, si el amado tiene la intención de conceder,de manera bella, sus favores al amante.Es,efectivamente,norma entre nosotros que,del mismo modo que a los amantes les era posible someterse voluntariamente a cualquier servidumbre que les impusieran los amados,sin que se considerase adulación ni cosa censurable, así también queda otro tipo de servidumbre voluntaria, una sola,no censurable,y es la que se refiere a la virtud.Pues nuestra costumbre establece que,si alguien está dispuesto a servir a una persona porque piensa que gracias a ella se hará mejor en algún saber o en cualquier otro aspecto de la virtud,esta esclavitud voluntaria no es a su vez vergonzosa ni una adulación.Es preciso,por tanto,que estas dos normas,la relativa a la pederastia y la relativa al amor a la sabiduría y a cualquier otro aspecto de la virtud,se reúnan en una sola,si ha de suceder que resulte hermoso que el amado conceda sus favores al amante. Pues cuando vienen a coincidir amante y amado,cada cual con su norma, el uno servir al amado que le concede sus favores en cualquier servidumbre que sea justa y el otro asistir al hombre que lo hace sabio y bueno en cualquier cosa en que sea justo que lo asista,e puesto que el uno puede contribuir a la obtención de buen juicio y de cualquier otro aspecto de la virtud,mientras que el otro precisa adquirir educación y cualquier otra forma de sabiduría,justamente entonces vienen a coincidir las dos normas en una sola y en este caso,y jamás en ninguna otra ocasión,acontece que es hermoso que el amado conceda sus favores al amante. En tales circunstancias,incluso el ser engañado no es nada vergonzoso, mientras que en todas las demás comporta vergüenza tanto para el que es engañado como para el que no lo es. En efecto,si alguien que ya hubiera concedido sus favores a un amante por dinero,pensando que era rico, fuera engañado y se quedara sin recibir nada, al descubrirse que el amante era pobre,la vergüenza no sería menor,ya que el que actúa así parece poner de manifiesto su propla condición,es decir, que por dinero haría cualquier servicio a cualquiera,y eso no es hermoso.Por eso, de acuerdo con el mismo razonamiento,si alguien,pensando que ha concedido sus favores a un hombre bueno y que él mismo iba a ser mejor por su amistad con el amante,fuera engañado,al descubrirse que éste era un hombre malvado y que no poseía virtud, sin embargo,el engaño será bello,ya que éste, a la inversa, parece haber dejado claro que,en lo que de él depende,por alcanzar la virtud y llegar a ser mejor estaría dispuesto a todo con todo el mundo,y esto es,a su vez,lo más bello de todo.Así,entregarse del todo para alcanzar la virtud es totalmente bello.Este es el amor de la diosa «celeste» y es, también él, celeste tanto para la ciudad como para las personas particulares, ya que obliga al amante mismo y al amado a dedicar mucha atención a sí mismo con respecto a la virtud.Todos los otros amores son de la otra diosa,de la «vulgar».Esta que te he ofrecido-terminó-es,Fedro,la mejor contribución que he podido improvisar acerca de Eros.<br />
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Tras haber hecho pausa Pausanias(pues me enseñan los sabios a hablar así, formando miembros iguales),me dijo Aristodemo que, debía hablar Aristófanes,pero dio la casualidad de que,ya fuera por hartura comida o por alguna otra razón,le había sobrevenido un ataque de hipo y no estaba en condiciones de hablar,por lo que le dijo al médico Erixímaco,que estaba echado en el lecho de al lado:<br />
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-Erixímaco,es de justicia que hagas que cese mi hipo o que hables en mi lugar,hasta que se me quite.<br />
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Y Erixímaco le contestó:<br />
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-Pues haré ambas cosas.Yo,en efecto,hablaré en tu lugar, y tú, cuando se te haya quitado,en el mío.Pero en tanto que yo hablo, prueba a ver si conteniendo la respiración un buen rato,se te quiere guitar el hipo, y si no,haz gárgaras con agua.Y si acaso es muy persistente, coge algo con lo que puedas hacerte cosquillas en la nariz y estornuda; si lo haces una o dos veces,por muy persistente que sea,se te quitará.<br />
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-Habla, pues, sin más demora -dijo Aristófanes-.Yo, mientras tanto, haré lo que me has dicho.<br />
<br />
Entonces dijo Erixímaco:<br />
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-Pues bien, me parece que es necesario(puesto que Pausanias ha emprendido bien el tema,pero no lo ha concluido satisfactoriamente) que yo deba intentar llevar a término su discurso.Por un lado,en efecto,el haber dìstinguido dos clases de Eros me parece que es correcto.Pero, no sólo existe en las almas de los hombres impulsándolos hacia los bellos muchachos,sino que también impulsa hacia otros muchos objetos a las demás cosas, tanto a los cuerpos de todos los animales como a lo que nace sobre la tierra y, por así decirlo,a todos los seres,es algo que me parece haber podido observar mediante la práctica de la medicina,nuestro arte; es decir, que es un dios grande y maravilloso que tiende a abarcarlo todo, tanto en los asuntos humanos como en los divinos.Y empezaré a hablar partiendo de la medicina,para así ser embajador de mi arte.<br />
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La naturaleza de los cuerpos, en efecto,posee este doble Eros,ya que el estado de salud del cuerpo y el de la enfermedad,según se reconoce unánimemente,son dos cosas opuestas y desiguales,y lo desigual a lo desigual desea y ama. Por tanto, uno será el amor que radique en lo sano y otro el que radique en lo enfermo.Entonces,al igual que hace un momento Pausanias decía que es hermoso conceder favores a los hombres buenos y vergonzoso concederlos a los intemperantes,así también en los cuerpos mismos es hermoso y hasta necesario complacer a los elementos buenos y sanos de cada cuerpo, y esto es lo que recibe el nombre de medicina,mientras que,por el contrario,es vergonzoso hacerlo con los elementos malos e insanos y es necesario no mostrar complacencia con ellos, si se pretende ser un profesional.Pues la medicina es,en resumidas cuentas, el conocimiento de las tendencias amorosas del cuerpo en lo relativo a repleción y vacuidad, y el mejor médico es el que diagnostique en ellas el amor bello y el vergonzoso;y el que logre que se produzca un cambio, de modo que en lugar de un amor se obtenga el otro,y el que, en los cuerpos en que no hay amor,pero es preciso que llegue a haberlo,sepa infundirlo y extraer el que había dentro,será un buen conocedor de su oficio.Debe,por consigulente,ser capaz de conseguir que los elementos que son más enemigos en los cuerpos se hagan amigos y se amen unos a otros.Y los elementos más enemigos son los más opuestos: lo frío de lo calienté, lo amargo de lo dulce,lo seco de los húmedo,y todas las cosas análogas. En ellas supo infundir amor y concordia nuestro antepasado Asclepio Asclepio, según cuentan los poetas,aquí presentes,y yo lo creo,y fundó nuestro arte.<br />
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Así pues,la medicina, como digo, es gobernada toda ella por este dios, e igualmente también la gimnasia y la agricultura.Y en cuanto a la música,es absolutamente evidente, incluso para el que preste poca atención, que se encuentra en la misma situaclon que aquéllas,como quizá quiere decir también Heráclito ,ya que al menos en sus palabras no lo expresa claramente.Afirma, en efecto,que lo uno aunque difiere en si, concuerda consigo mismo, igual que la armonia del arco y de la lira. Mas es una gran falta de lógica afirmar que la armonía difiere o que proviene de cosas que aún difieren. Pero tal vez quería decir lo siguiente:que la armonía nace de sonidos que antes diferían,el agudo y el grave, y luego posteriormente se han hecho concordes gracias al arte musical, pues, sin duda, de sonidos agudo y grave que aún sigan difiriendo no podría haber armonía. La armonía, en efecto, es una consonancia, y la consonancia es un cierto acuerdo; pero es imposible que haya acuerdo a partir de cosas que difieren, mientras sigan difiriendo, y, a su vez, lo que difiere y no es concorde es imposible que armonice. Precisamente así también nace el ritmo a partir de lo rápido y lo lento, de cosas que antes diferían y posteriormente se hicieron concordes. Y el acuerdo entre todas estas cosas,en este caso es la música la que lo impone, como en aquél era la medicina, infundiendo amor y concordia mutua. Y la música es,a su vez,el conocimiento de las tendencias amorosas que se refieren a la armonía y al ritmo.Y,ciertamente,en la propia constitución de la armonía y el ritmo no es en absoluto difícil reconocer las tendencias amorosas,ni tampoco existe aquí en ninguna parte el doble amor;sin embargo,cuando es preciso,en relación con los hombres, emplear ritmo y armonía, ya sea componiendo(lo que llaman en concreto componer una melodía),ya sea utilizando correctamente melodias y metros ya compuestos (lo que se llama en concreto educación),en ese caso si que es difícil y se necesita un buen conocedor de su oficio.<br />
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De nuevo,pues,reaparece la misma argumentación:que se debe complacer a los hombres de buenas costumbres y a los que aún no lo son, para que lleguen a serlo,y conservar su amor; y es éste el Eros bello,el «celeste,el de la Musa Urania.En cambio,el de Polimnia es el «vulgar»,que debe aplicarse con precaución a quienes se aplique,para recoger el fruto del placer que proporciona sin provocar ningún exceso,del mismo modo que en nuestro arte es de gran importancia hacer buen uso de los apetitos relativos al arte culinario,de suerte que sin enfermedad se recoja el fruto del placer.<br />
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En consecuencla,no sólo en música y en medicina,sino también en todas las demás ocupaciones,tanto humanas como divinas, en la medida en que sea factible,se debe vigilar a uno y otro Eros,pues en ellas están presentes ambos.Dado que incluso la constitución de las estaciones del año está llena de esos dos amores, y cada vez que en sus relaciones mutuas les toque en suerte el amor ordenado a los elementos que mencionaba hace un momento (lo caliente y lo frío,lo seco y lo húmedo) y reciban armonía y mezcla razonable,traen con su llegada prosperidad y salud a los hombres y a los demás animales y plantas,y no causan ningún daño.En cambio,cuando el Eros desmedido llega a ser predominante en lo que se refiere a las estaciones del año,destruye y daña muchas cosas.En efecto,las epidemias suelen producirse por tales causas,asi como otras muchas y diversas enfermedades,tanto para los animales como para las plantas;porque la escarcha,el granizo y el tizón se producen por la reciproca preponderancia y desorden de tales tendencias amorosas,de cuyo estudio,en lo que se refiere a los movimientos de los astros y a las estaciones de los años, se ocupa la ciencia que se denomina astronomía.Es más,también todos los sacrificios y ritos que preside la adivinación(es decir,la comunicación de dioses y hombres entre sí),no tienen otro objetivo que la vigilancia y curación de Eros.Toda impiedad, en efecto, suele producirse cuando no es al Eros ordenado al que se complace ni se honra y se respeta en toda acción, sino al otro, tanto en relación con los padres,mientras viven y una vez que han muerto, como con los dioses. Y precisamente las funciones que están encomendadas a la adivinación son vigilar a los amantes y curarlos, y es, a su vez la adivinación el artífice de la amistad entre dioses y hombres,por conocer las tendencias amorosas de los hombres,cuantas tienden al respeto de la ley divina y a la piedad.<br />
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¡Tan abundante y grande,mejor dicho,tan absoluto, es el poder que tiene en general todo Eros!Pero aquél que se lleva a término en el bien con moderación y justicia, tanto en nosotros como en los dioses, ése es el que tiene el mayor poder,y nos proporciona completa felicidad y hace que podamos relacionarnos y ser amigos unos de otros y de los dioses,que son superiores a nosotros.Quizá,es cierto,también yo haya omitido muchas cosas en mi alabanza de Eros,mas no ha sido, al menos, voluntariamente. Pero si algo he pasado por alto,es cosa tuya,Aristófanes,completarlo,o si tienes en mente hacer de alguna otra manera el encomio del dios, hazlo, puesto que se te ha quitado el hipo.<br />
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-Entonces Aristófanes-me contó Aristodemo-tomó la palabra y dijo:<br />
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-Es verdad que se me ha quitado,pero no antes de que le aplicara el estornudo,de suerte que me pregunto admirado si la parte "ordenada" de mi cuerpo desea tales ruidos y cosquilleos, como es el estornudo, pues se me quitó el hipo nada más aplicarle el estornudo.<br />
<br />
Erixímaco le contestó:<br />
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-Mi buen Aristófanes, mira qué haces. Me haces reír cuando vas a empezar a hablar y me obligas a ponerme en guardia ante tu discurso, por si dices algo gracioso, a pesar de que te es posible hablar en paz.<br />
<br />
Y Aristófanes se echó a reír y dijo:<br />
<br />
-Tienes razón, Erixímaco; queden mis palabras como si no las hubiera dicho. Pero no me vigiles,porque tengo miedo, en relación con lo que voy a decir, de que no sea gracioso(pues eso sería un éxito y algo propio de nuestra musa),sino ridículo.<br />
<br />
-Después de disparar -replicó Erixímaco-,crees, Aristófanes, que te vas a escapar.¡Ea!,presta atención y habla como si fueras a rendir cuentas de tus palabras.No obstante, tal vez, si me parece bien, te perdonaré.<br />
<br />
-En verdad, Erixímaco -dijo Aristófanes-, tengo en mente hablar de manera algo diferente a como tú y Pausanias habéis hablado. A mí, en efecto, me parece que los hombres no se dan cuenta en absoluto del poder del amor, ya que, si se hubieran dado cuenta, le habrían construido los más grandes santuarios y altares, y le harían los sacrificios más grandes, no como ahora, que no sucede nada de esto acerca de él, cuando debía suceder por encima de todo.Pues es, de los dioses, el más amigo de los hombres, ya que los ayuda y es su médico en enfermedades de las que, una vez curados, provendría la mayor felicidad para el género humano. Yo, pues, trataré de exponeros su poder, y vosotros, por vuestra parte, sereis maestros de otros. Pero debéis, en primer lugar-conocer la naturaleza humana y sus vicisitudes, ya que nuestra naturaleza de antaño no era la misma de ahora,sino distinta.<br />
<br />
En primer lugar, tres eran los sexos de los hombres, no dos como ahora, masculino y femenino, sino que había además un tercero que era común a esos dos, del cual perdura aún el nombre, aunque él mismo haya desaparecido. El andrógino , en efecto, era entonces una sola cosa en cuanto a figura y nombre, que participaba de uno y otro sexo, masculino y femenino, mientras que ahora no es sino un nombre que yace en la ignominia. En segundo lugar, la figura de cada individuo era por completo esférica, con la espalda y los costados en forma de círculo; tenía cuatro brazos e igual número de piernas que de brazos, y dos rostros sobre un cuello circular, iguales en todo; y una cabeza,una sola, sobre estos dos rostros, situados en direcciones opuestas, y también cuatro orejas, dos órganos sexuales y todo lo demás según puede uno imaginarse de acuerdo con lo descrito hasta aquí. Caminaba además erecto,como ahora, en cualquiera de las dos direcciones que quisiera; mas cada vez que se lanzaba a correr rápidamente, del mismo modo que ahora los saltimbanquis dan volteretas haciendo girar sus piernas hasta alcanzar la posición vertical, avanzaba rápidamente dando vueltas,apoyándose en los ocho miembros que tenía entonces.<br />
<br />
Eran tres los sexos y de tales características por la siguiente razón: lo masculino era en un principio descendiente del sol, lo femenino de la tierra, y lo que participaba de ambos de la luna, porque también la luna participa de lo uno y de lo otro.Y precisamente eran circulares ellos mismos y su manera de avanzar por ser semejantes a sus progenitores. Eran, pues,terribles por su fuerza y su vigor y tenían gran arrogancia, hasta el punto de que atentaron contra los dioses. Y lo que dice Homero de Oto y Efialtes;se dice tambien de ellos, que intentaron ascender al cielo para atacar a los dioses. Entonces Zeus y los demás dioses deliberaron lo que debían hacer con ellos, y se encontraban ante un dilema, ya que ni podían matarlos ni hacer desaparecer su raza, fulminándolos con el rayo como a los gigantes -porque entonces desaparecerían los honores y sacrificios que los hombres les tributaban-, ni permitir que siguieran siendo altaneros.Tras mucho pensarlo, al fin Zeus tuvo una idea y dijo:"Me parece que tengo una estratagema para que continúe habiendo hombres y dejen de ser insolentes, al hacerse más débiles. Ahora mismo, en efecto -continuó-, voy a cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles para nosotros, al haber aumentado su número. Caminarán erectos sobre dos piernas; pero si todavía nos parece que son altaneros y que no están dispuestos a mantenerse tranquilos, de nuevo otra vez -dijo- los cortaré en dos, de suerte que avanzarán sobre una sola pierna a la pata coja". Dicho esto, fue cortando a los hombres en dos, como los que cortan las serbas y las ponen a secar o como los que cortan los huevos con crines.Y a todo aquél al que iba cortando, ordenaba a Apolo que le diera la vuelta al rostro y a la mitad del cuello en la direcclon del corte, para que, al contemplar su seccionamiento, el hombre fuera más moderado, y le ordenaba también curarle lo demás. Apolo le iba dando la vuelta al rostro y, recogiendo la piel que sobraba de todas partes en lo que ahora llamamos vientre, como ocurre con las bolsas cerradas con cordel,la ataba haciendo un solo agujero en mitad del vientre, precisamente lo que llaman ombligo.En cuanto al resto de las arrugas, la mayoría las alisó, y conformó el pecho sirviéndose de un instrumento semejante al que emplean los zapateros para alisar sobre la horma las arrugas de los cueros. Mas dejó unas pocas, las que se encuentran alrededor del vientre mismo y del ombligo, para que fueran recordatorio de lo que antaño sucedió.<br />
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Así pues, una vez que la naturaleza de este ser quedó cortada en dos, cada parte echaba de menos a su mitad, y se reunía con ella, se rodeaban con sus brazos, se abrazaban la una a la otra, anhelando ser una sola naturaleza, y morían por hambre y por su absoluta inactividad, al no querer hacer nada los unos separados de los otros. Y cada vez que moría una de las mitades y sobrevivía la otra, la que sobrevivía buscaba otra y se abrazaba a ella, ya se tropezara con la mitad de una mujer entera -lo que precisamente llamamos ahora mujer-, ya con la mitad de un hombre; y de esta manera perecían. Mas se compadeció Zeus y se ingenió otro recurso: trasladó sus órganos genitales a la parte delantera (porque hasta entonces los tenían también por fuera, y engendraban y parían no los unos en los otros, sino en la tierra, como las cigarras).Los trasladó, pues, de esta manera a su parte delantera e hizo que por medio de ellos tuviera lugar la concepción en ellos mismos, a través de lo masculino en lo femenino, a fin de que, si en el abrazo se encontraba hombre con mujer, engendraran y siguiera existiendo la especie, mientras que si se encontraba hombre con hombre,hubiera al menos plenitud del contacto, descansaran,prestaran atención a sus labores y se ocuparan de las demás cosas de la vida.<br />
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Desde hace tanto tiempo, pues, es el amor de unos a otros innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza, y trata de hacer un solo individuo de dos y de curar la naturaleza humana.Cada uno de nosotros es, por tanto, una contraseña de hombre,al haber quedado seccionados, como los lenguados, en dos de uno que éramos.Por eso busca continuamente cada uno su propia contraseña.En consecuencia,cuantos hombres son sección del ser común que en aquel tiempo se llamaba andrógino, son aficionados a las mujeres, y la mayoría de los adúlteros proceden de este sexo;y,a su vez,cuantas mujeres son aficionadas a los hombres y adúlteras proceden también de este sexo. Pero cuantas mujeres son sección de mujer,no prestan mucha atención a los hombres, sino que se interesan más bien por las mujeres, y las lesbianas proceden de este sexo.En cambio,cuantos son sección de varón, persiguen a los varones, y, mientras son niños, como son rodajitas de varón, aman a los hombres y disfrutan estando acostados y abrazados con los hombres, y son éstos los mejores de los niños y muchachos, por ser los más viriles por naturaleza.Hay quienes, en cambio, afirman que son unos desvergonzados, pero se equivocan, pues no hacen esto por desvergüenza, sino por audacia, hombría y virilidad,porque desean abrazarse a lo que es semejante a ellos.Y una clarísima prueba de ello es que, cuando llegan a su completo desarrollo, los de tal naturaleza son los únicos que resultan viriles en los asutos políticos.Y cuando se hacen hombres, aman a los muchachos y no se preocupan del matrimonio ni de la procreaclon de hijos por inclinación natural, sino obligados por la ley,pues les basta pasarse la vida unos con otros sin casarse.En consecuencia,la persona de tal naturaleza sin duda se hace amante de los muchachos y amigo de su amante, ya que siempre siente predilección por lo que le es connatural.<br />
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Así pues, cuando se tropiezan con aquella verdadera mitad de sí mismos, tanto el amante de los muchachos como cualquier otro, entonces sienten un maravilloso impacto de amistad, de afinidad y de amor, de manera que no están dispuestos, por así decirlo, a separarse unos de otros ni siquiera un instante.Y los que pasan la vida entera en mutua compañía son éstos, que ni siquiera sabrían decir lo que quieren obtener unos de otros. Nadie, en efecto, podría creer que lo que pretenden es la union en los placeres sexuales, y que es ése precisamente el motivo por el que el uno se complace en la companía del otro con tan gran empeño.Al contrario, el alma de cada uno es evidente que desea otra cosa que no puede decir con palabras,sino que adivina lo que desea y lo expresa enigmáticamente.Y si cuando están acostados juntos se les presentara Hefesto con sus instrumentos y les preguntara:"¿Qué es lo que deseais, hombres, obtener el uno del otro?"; y si,al no saber ellos qué contestar,les volviera a preguntar:«¿Acaso lo que anheláis es estar juntos lo más posible el uno del otro, de suerte que ni de noche ni de día os faltéis el uno al otro? Porque si es eso lo que anheláis, estoy dispuesto a fundiros y a unir vuestras naturalezas en una misma, de forma que siendo dos lleguéis a ser uno solo y, mientras viváis,como si fuerais uno solo,viváis los dos en común,y,cuando hayáis muerto, allí también, en el Hades, en lugar de dos seáis uno, muertos ambos en común. "¡Ea! mirad si es esto lo que anheláis y si os dais por satisfechos con conseguirlo".Al oír esto,sabemos que ni siquiera uno solo se negaría ni dejaría ver que desea otra cosa, sino que sencillamente creería haber escuchado lo que anhelaba desde hacía tiempo, es decir, unirse y fundirse con el amado y llegar a ser uno solo de dos que eran. Pues la causa de esto es que nuestra antigua naturaleza era ésa que se ha dicho y éramos un todo; en consecuencia, el anhelo y la persecución de ese todo recibe el nombre de amor.Antes,como digo,eramos un sólo ser, pero ahora, por la falta cometida,hemos quedado separados por la divinidad, como los arcadios por los lacedemonios.Existe, pues, el temor de que, si no somos ordenados en nuestras relaciones con los dioses,seamos de nuevo divididos y vayamos de acá para allá a la manera de los que están esculpidos de perfil en las estelas, aserrados en dos por las narices,convertidos como en téseras. .<br />
<br />
Por eso todo hombre debe exhortar a los demás a mostrarse piadosos en todo con los dioses,a fin de que evitemos unas cosas y consigamos otras, teniendo a Eros como guía y caudillo nuestro.Que nadie obre contra él -y obra contra él cualquiera que se enemiste con los dioses -, porque si nos hacemos amigos y nos reconciliamos con el dios, descubriremos y nos encontraremos con nuestros amados correspondientes, cosa que ahora logran sólo unos pocos. Y que no me interrumpa Erixímaco y se burle de mi discurso,pensando que me refiero a Pausanias y Agatón -pues tal vez dé la casualidad de que ellos sean de ésos y ambos varones por naturaleza-sino que, claro está, yo me estoy refiriendo a todos, hombres y mujeres, cuando digo que nuestra raza sólo podría llegar a ser feliz si lleváramos a su culminación el amor y cada uno encontrara a su propio amado, retornando a su antigua naturaleza. Y si esto es lo mejor, forzosamente, en las circunstancias actuales, lo mejor ha de ser lo que esté más cerca de ello, esto es, encontrar un amado cuya naturaleza corresponda a nuestro carácter. Por consiguiente, si queremos celebrar al dios causante de esto,con justicia celebraríamos a Eros, que en el presente es nuestra mayor ayuda, conduciéndonos hacia lo que nos es afín, y para el futuro nos proporciona las mayores esperanzas de que, si mostramos piedad para con los dioses, nos restablecerá en nuestra antigua naturaleza y nos curará, hasta hacernos dichosos y felices.<br />
<br />
Este es, Erixímaco -concluyó Aristófanes-, mi discurso acerca de Eros, diferente del tuyo. Como te he pedido, no hagas burla de él, para que escuchemos también qué va a decir cada uno de los que restan por hablar, o, mejor dicho, cada uno de los dos, pues sólo quedan Agatón y Sócrates.<br />
<br />
-Está bien, te obedeceré -me dijo Aristodemo que respondió Erixímaco-, ya que me ha gustado el discurso que has pronunciado. Y si no supiera que Sócrates y Agatón son diestros en cuestiones eróticas, mucho me temería que no encontraran qué decir,por las muchas y muy variadas cosas que se han dicho ya.En este caso,no obstante,tengo confianza.<br />
<br />
Entonces Sócrates dijo:<br />
<br />
-Tú mismo, Erixímaco, has competido bien,pero si te hallaras donde estoy yo ahora,o,mejor dicho,donde probablemente estaré una vez que también Agatón haya pronunciado un buen discurso,tendrías entonces mucho miedo y estarías en el mayor de los aprietos,como lo estoy yo ahora.<br />
<br />
-Quieres echarme mal de ojo,Sócrates-replicó Agatón-, para que me aturda por creer que domina al auditorio una gran expectación ante la idea de que voy a pronunciar un buen discurso.<br />
<br />
-Sería verdaderamente olvidadizo,Agatón-dijo Sócrates-, si, tras haber visto tu hombría y arrogancia cuando subiste al escenario junto con los actores miraste de frente a tan gran auditorio sin dejarte impresionar en absoluto, pese a que ibas a presentar tu propia obra, ahora creyese que te vas a aturdir por unos pocos hombres como nosotros.<br />
<br />
-¡Y qué, Sócrates!-replicó Agatón- Verdaderamente me crees tan repleto de teatro como para llegar incluso a ignorar que para quien tenga buen sentido son más de temer unos pocos inteligentes que muchos necios.<br />
<br />
-Ciertamente no haría bien, Agatón -dijo Sócrates-,si yo pensara que hay en ti alguna rusticidad;al contrario,sé perfectamente que si encontraras en tu camino gentes que consideraras sabias,te cuidarías de ellos más que de la multitud.Pero me temo que no es ése nuestro caso -pues nosotros también estábamos presentes en el teatro y formábamos parte de la multitud-, pero si encontraras en tu camino otras personas verdaderamente sabias, tal vez sentirías vergüenza ante ellos, si creyeras estar haciendo quizá algo que fuera vergonzoso.¿O qué opinas?<br />
<br />
-Que es verdad lo que dices -respondió-.<br />
<br />
¿Y ante la multitud no sentirías vergüenza si creyeras estar haciendo algo vergonzoso?<br />
<br />
Entonces Fedro -me contó Aristodemo- les interrumpió diciendo:<br />
<br />
-Querido Agatón,si respondes a Sócrates,ya no le importará nada de qué manera se desarrolle cualquiera de los temas que tenemos entre manos, con tal sólo de tener alguien con quién conversar,especialmente si es bello. En cuanto a mí,me gusta oír conversar a Sócrates, pero estoy en la obllgaclon de preocuparme del encomio de Eros y recibir el discurso de cada uno de vosotros.Por tanto,cuando uno y otro hayan pagado su tributo al dios, que conversen entonces sin dilación.<br />
<br />
-Tienes razón,Fedro -dijo Agatón-,y nada me impide hablar;con Sócrates,en efecto,ya tendré otras muchas ocasiones de conversar.<br />
<br />
Yo, por mi parte, quiero, en primer lugar,indicar de qué modo debo hablar, y luego hablar.Pues me parece que todos los que han hablado antes que yo no han hecho el encomio del dios,sino que han felicitado a los hombres por los bienes que el dios les causa.En cambio,cuáles vienen a ser las cualidades que posee él mismo para haberles concedido esos regalos,nadie lo ha dicho,y la única manera correcta de hacer cualquier alabanza sobre cualquier cosa es exponer pormenorizadamente de palabra qué cualidades tiene y qué efectos causa aquello sobre lo que trate el discurso.Por consiguiente, ahora que hablamos de Eros,es justo que también nosotros hagamos, en primer lugar, la alabanza de él mismo, de sus cualidades,y luego de sus dones.<br />
<br />
Yo afirmo, pues, que de todos los dioses,que son felices, Eros, si es lícito decirlo sin atraerse el castigo divino,es el más feliz de ellos, porque es el más bello y el mejor.Y es el más bello por poseer las siguientes cualidades.En primer lugar,es el más joven de los dioses,Fedro. Y una clara prueba de lo que digo la proporciona él mismo, al huir en fuga de la vejez,que es evidentemente rápida o,al menos, avanza contra nosotros con mayor rapidez de lo que debiera.A ésta,en efecto,Eros la odia por naturaleza y no se acerca a ella ni a mucha distancia.Con los jóvenes,en cambio,siempre tiene trato y está, pues tiene razón el viejo dicho de que lo semeiante se acerca siempre a lo semejante. Y yo,que estoy de acuerdo con Fedro en muchas otras cosas, no lo estoy en que Eros es más antiguo que Crono y Jápeto,sino que sostengo que él es el más joven de los dioses y siempre joven, y que los viejos dichos acerca de los dioses que cuentan Hesíodo y Parménides, se originaron por lá Necesidad y no por Eros, si es que aquéllos dicen la verdad.En efecto,ni mutilaciones ni cautiverios mutuos se hubieran producido,ni tampoco otras muchas acciones violentas,si Eros hubiera estado entre ellos,sino que hubiera habido amistad y paz,como ocurre ahora, desde que Eros es rey de los dioses.Es,pues,joven,y,además de joven,delicado.Y requiere de un poeta cual fue Homero para describir su delicadeza de dios. Homero,efectivamente,afirma que Ate es una diosa y además delicada -al menos que sus pies son delicados- cuando dice:<br />
<br />
<br />
..."los suyos son, en verdad, pies delicados, pues no al suelo los acerca, sino que ella ciertamente sobre cabezas de hombres camina".<br />
Bella, en efecto, me parece que es la prueba con la que demuestra su delicadeza,a saber,que camina no sobre lo duro, sino sobre lo blando. De la misma prueba, pues, nos serviremos también nosotros con respecto a Eros, para demostrar que es delicado.Pues no camina sobre la tierra ni sobre cráneos,que son cono precisamente muy blandas, sino que en las más blandas de las cosas camina y habita,ya que instala su morada en los caracteres y las almas de dioses y hombres,y,a su vez,no en todas las almas indiscriminadamente,sino que si se tropieza con una que tenga un carácter duro, se aleja, mientras que se establece en la que lo tenga blando. En consecuencia,si está siempre en contacto,tanto con sus pies como con todo su ser,con las partes más blandas de las cosas,más blandas,ha de ser por fuerza sumamente delicado.Es,pues,muy joven y muy delicado, y además de eso es flexible de forma, ya que, si fuera duro, no sería capaz de plegarse de cualquier manera ni de pasar inadvertido cuando se adentra primero y sale a través de cada alma.Por otra parte, de su forma proporcionada y flexible es una clara prueba su gracilidad,rasgo que precisamente, según se reconoce de manera unánime,Eros posee más que nadie con mucho,pues la deformidad y Eros están siempre en guerra uno contra otro.Y la belleza de su piel la indica la vida del dios entre flores ,porque en lo que no está en flor o se encuentra marchito,sea cuerpo,alma o cualquier otra cosa, no se aposenta Eros,mientras que donde haya un lugar florido y perfumado, allí se asienta y se queda.<br />
<br />
Acerca de la belleza del dios, pues, es suficiente con esto, aunque aún queden por decir muchas cosas; es la virtud de Eros el tema sobre el que hay que hablar a continuación.Lo más importante es que Eros ni comete injusticia contra dios u hombre alguno, ni tampoco la sufre de parte de ningún dios ni hombre.Pues él ni sufre violencia, si es que sufre algo,ya que la violencia no toca a Eros,ni tampoco la hace cuando actúa, ya que todo el mundo sirve voluntariamente a Eros en todo,y aquello en lo que estén de acuerdo voluntariamente dos personas dicen las leyes reinas de la ciudad que es justo. Pero además de la virtud de la justicia, participa de la mayor templanza, pues se está de acuerdo en que la templanza consiste en dominar placeres y apetitos,y ningún placer predomina sobre Eros.Si son más débiles, serán dominados por Eros y él los dominará, y, si domina placeres y apetitos,Eros,tendrá una incomparable templanza.Además, en lo que a valentía se refiere,con Eros ni siquiera Ares se enfrenta,pues no es Ares quien domina a Eros, sino Eros a Ares -el amor por Afrodita, según cuentan-, y el que domina es más fuerte que el dominado. Así,si es superior al más valiente de los demás,será el más valiente de todos.<br />
<br />
Se ha hablado, pues, acerca de la justicia,la templanza y la valentía del dios, y queda hacerlo acerca de su sabiduría; hay que intentar, en efecto, en cuanto sea posible, no dejar nada de lado. En primer lugar,para que, por mi parte,también yo honre nuestro arte,como Erixímaco el suyo, el dios es un poeta tan sabio que incluso hace poeta a otro.Al menos se convierte en poeta todo aquél al que Eros toque, aunque antes fuera ajeno a las musas . De esto precisamente conviene que nos sirvamos como testimonio de que Eros es un buen poeta en general en toda creación artística,ya que lo que no se tiene o no se conoce, no se puede dar ni ensenar a otro. Por lo demás, la creación de los seres vivos,de todos ellos,¿quién negará que es debido a la sabiduría de Eros por lo que nacen y crecen todos los seres? En cuanto a la práctica de las artes,¿No sabemos que aquel artista del que este dios se haga maestro resulta ser reputado e ilustre, y, en cambio,aquél otro al que Eros no toque, oscuro?Incluso,por cierto,el arte de disparar el arco, la medicina y la adivinación Apolo los descubrió guiado por el deseo y el amor, de suerte que también él sería discípulo de Eros, e igualmente las Musas en el arte musical,Hefesto en la forja,Atenea en el arte de tejer y Zeus en el de gobernar a dioses y hombres. Por eso precisamente también se organizaron las cosas de los dioses cuando nació entre ellos Eros -evidentemente el amor de la belleza, ya que no se aposenta sobre la fealdad-.Antes de eso,como dije al principio,les ocurrieron a los dioses muchas cosas terribles,según se cuenta,debido al reinado de la Necesidad, pero tan pronto como nació este dios,del amor por las cosas bellas se han originado toda clase de bienes para dioses y hombres.<br />
<br />
Así,en mi opinión, Fedro, Eros, que es él mismo, en primer lugar, el más bello y el mejor, es luego causa para los demás de otras cosas semejantes.Y se me ocurre también decir en verso que él es el que produce paz en los hombres,en alta mar bonanza tiempo sereno, repose de los vientos y sueño en la inquietud.<br />
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El nos vacía de extrañamiento y nos llena de afinidad,establece que celebremos en mutua compañía todas las reuniones como la presente, y en fiestas,danzas y sacrificios se hace guía nuestro;nos procura apacibilidad y nos despoja de agresividad;es amigo de dar benevolencia, nunca de dar malevolencia; es propicio, bueno; digno de ser contemplado por los sabios, de ser admirado por los dioses; codiciado por quienes no lo poseen, preciosa adquisición de quienes felizmente lo poseen; padre del lujo, de la delicadeza,de la molicie, de las gracias, del deseo, del anhelo; se preocupa de los buenos, se despreocupa de los malos; en la fatiga, en el temor, en el anhelo, en la palabra es el mejor piloto, marinero, camarada y salvador; gala de todos,dioses y hombres; el más bello y mejor guía, al que debe seguir todo hombre elevando bellos himnos y participando en la oda que entona y con la que encanta la mente de todos, dioses y hombres.<br />
<br />
Sea mi ofrenda al dios, Fedro -concluyó Agatón-,este discurso mío, que comprende, en cuanto me ha sido posible, una parte de broma y otra de mesurada serie.<br />
<br />
Cuando Agatón terminó de hablar, me contó Aristodemo que todos los presentes prorrumpieron en aplausos, convencidos de que el joven había hablado de acuerdo con lo que se esperaba de él y merecía el dios. Entonces Sócrates, dirigiendo la mirada a Erixímaco,dijo;<br />
<br />
¿Te parece ahora, hijo de Acúmeno, que yo temía antes un temor que no era de temer,o más bien que las palabras que dije hace un momento eran proféticas, a saber,que Agatón hablaría admirablemente y que yo me iba a encontrar en un aprieto?<br />
<br />
-Una de las dos cosas -respondió Erixímaco- me parece que la has dicho proféticamente, que Agatón hablaría bien; pero que tú te vayas a encontrar en un aprieto no lo creo.<br />
<br />
¿Y cómo,feliz amigo -dijo Sócrates-, no voy a estar en un aprieto, tanto yo como otro cualquiera, si voy a hablar después de haberse pronunciado un discurso tan bello y tan variado? Es verdad que otras partes no han sido igualmente admirables, pero lo del final,¿quién no habría quedado fascinado al escuchar la belleza de las palabras y de las expresiones?Porque al menos yo, cuando meditaba que no iba a ser capaz de decir nada de una belleza cercana a esas palabras, poco faltó para que por vergüenza saliera huyendo, si hubiera tenido por dónde. El discurso, en efecto, me recordaba a Gorgias, de suerte que sencillamente experimenté eso que dice Homero:tenía miedo de que, ál acabar de hablar, Agatón arrojara en su discurso sobre el mío la cabeza de Gorgias, terrible orador, y a mí me convirtiera en piedra al dejarme sin palabras.Y precisamente entonces me di cuenta de que me había comportado de manera ridícula cuando convine con vosotros en hacer en vuestra companía,llegado mi turno, un encomio de Eros, y afirmé que era experto en cuestiones amorosas,aunque no sé nada del asunto, de cómo se debe hacer un encomio cualquiera.Yo, en efecto, a causa de mi simpleza, creía que se debía decir la verdad cerca de cada aspecto de la cosa que se encomia y que ése era el punto de partida,y que después se debían seleccionar los aspectos más hermosos y disponerlos de la manera más atractiva posible. Muy presuntuosamente, sin duda, pensaba yo que iba a pronunciar un buen discurso, como si supiera de verdad hacer una alabanza cualquiera. Pero, según parece,no era ésta la manera correcta de alabar cualquier cosa, sino atribuir al objeto las mayores y más bellas cualidades posibles, ya sea cierto o no. Si eran falsas, la cosa no tenía ninguna importancia, ya que se propuso, según parece,que cada uno de nosotros diera la impresión de hacer un encomio de Eros,no que se le encomiara realmente.Por eso,supongo,removeis toda clase de argumentos y los atribuís a Eros,y afirmáis que tiene tales cualidades y que es causante de tantos bienes,para que parezca el más bello y el mejor posible -evidentemente ante quienes no lo conocen,ya que no, por supuesto, ante los entendidos-, y así resulta bella y solemne la alabanza. Pero en verdad yo no conocía este tipo de alabanza y, como no lo conocía, convine con vosotros en que también yo, llegado mi turno, haría un elogio. La lengua prometio,pero el corazón no.¡Adiós, pues, al elogio!Yo no hago ya un encomio de esta manera,pues no podría hacerlo;pero,no obstance,la verdad, si quereis,estoy dispuesto a decírosla a mi manera,sin tomar como referencia vuestros discursos,para no caer en el ridículo.Mira,entonces, Fedro, si se precisa también un discurso de tal clase que permita escuchar la verdad sobre Eros,pero con los vocables y la ordenación de palabras que salgan al azar.<br />
<br />
Entonces -prosiguió Aristodemo-,Fedro y los demás le animaron a hablar de la manera que él creyera que debía hacerlo.<br />
<br />
-Pues bien, Fedro -dijo-, permíteme aún preguntarle a Agatón unas cosillas, para que, una vez que haya conseguido tu consentimiento, pueda ya empezar a hablar. Tienes mi permiso-contestó Fedro-;¡ea! pregunta.<br />
<br />
Después de esto me contó Aristodemo que Sócrates comenzó más o menos asi.<br />
<br />
-Ciertamente,querido Agatón,me ha parecido que comenzaste bien tu discurso, diciendo que,en primer lugar, era preciso mostrar cómo es Eros mismo y, luego,sus obras.Este inicio me agrada mucho.¡Ea!,pues, a propósito de Eros, ya que por lo demás has explicado bien y con elevado estilo cómo es, dime también lo siguiente:¿es acaso Eros de tal índole que sea amor de algo o de nada? Y no pregunto si es amor de una madre o de un padre -pues sería ridícula la pregunta de si Eros es amor de madre o de padre-, sino igual que si sobre la idea de "padre" preguntara:¿es acaso el padre padre de algo o no lo es? Me dirías sin duda, si quisieras responder correctamente,que el padre es padre de un hijo o de una hija. ¿O no?<br />
<br />
-Exactamente -contestó Agatón-.¿Y no ocurre lo mismo con la idea de"madre"? Estuvo de acuerdo también en eso.<br />
<br />
-Pues bien -dijo Sócrates-, responde aún un poco más, para que comprendas mejor lo que pretendo. Si te preguntara ¿Y qué? Un hermano,en cuanto que tal,¿es hermano de alguien o no?<br />
<br />
Contestó afirmativamente.<br />
<br />
-De un hermano o de una hermana. ¿No es así?<br />
<br />
Agatón convino en ello.<br />
<br />
-Intenta, pues -prosiguió Sócrates-,responder igual acerca del amor.¿Eros es amor de nada o de algo?<br />
<br />
-Lo es de algo, en efecto.<br />
<br />
-Pues bien -dijo Sócrates-, guarda esto contigo y recuerda qué es el amor. Pero dime ahora sólo lo siguiente:¿desea o no Eros aquello de lo que es amor?<br />
<br />
-Sin duda -respondió-.<br />
<br />
-¿Y desea y ama lo que desea y ama cuando lo posee o cuando no lo posee? -Cuando no lo posee,como es lógico.<br />
<br />
-Considera, entonces -dijo Sócrates-, si, en lugar de lógico, es necesario que sea así: ¿lo que desea,desea aquello de lo que está falto, o no lo desea, si está falto de ello? Porque a mí me parece asombroso,Agatón, que necesariamente sea así. ¿Y a ti?<br />
<br />
También a mí -contestó- me lo parece.<br />
<br />
-Dices bien.¿Querría, entonces, alguien que es grande ser grande o alguien que es fuerte ser fuerte?<br />
<br />
-Es imposible,de acuerdo con lo que hemos convenido.<br />
<br />
-No estaría,en efecto,en modo alguno falto de esas cualidades el que ya lo es.<br />
<br />
-Así es.<br />
<br />
-Pues si,aun siendo fuerte,quisiera ser fuerte-dijo Sócrates-,siendo rápido quisiera ser rápido y siendo sano quisiera ser sano -porque tal vez alguien podría creer,con respecto a estas cualidades y a todas las semejantes,que quienes son así y las poseen desean también las cualidades que precisamente poseen, y lo digo para que no nos engañemos-; éstos, en efecto, Agatón, si lo piensas bien, es forzoso que posean en el presente cada una de las cualidades que poseen, tanto si quieren como si no, ¿y quién podría desear lo que ya tiene? Así, cuando alguien nos diga:"yo, que estoy sano, quiero también estar sano, y, siendo rico, quiero también ser rico, y deseo lo mismo que ya tengo",le diríamos: «tú, hombre, que posees riqueza, salud y fuerza, quieres también en el futuro seguir en posesión de esas cualidades, puesto que al menos en el momento actual, quieras o no, las tienes. Considera, pues, cuando dices eso de "deseo lo que actualmente tengo", si pretendes decir otra cosa que "quiero seguir teniendo también en el futuro lo que actualmente tengo".¿Podría convenir en alguna otra cosa?<br />
<br />
Agatón, según Aristodemo, se mostró de acuerdo.<br />
<br />
Entonces Sócrates dijo:<br />
<br />
-¿Y eso, es decir, el desear seguir conservando en el futuro esas cualidades sanas y salvas, no es igual que amar aquello que aun no está a disposición de uno ni se posee?<br />
<br />
-Lo es,efectivamente-contestó Agatón-.<br />
<br />
-Luego tanto éste como cualquier otro que desee, desea lo que no está a su disposición ni tiene en ese momento, lo que no posee, lo que no es él mismo y aquello de lo que está falto.¿No son éstas y otras semejantes las cosas de las que hay deseo y amor?<br />
<br />
-Lo son, en efecto -dijo Agatón-.<br />
<br />
-¡Ea!,pues -contestó Sócrates-,resumamos lo que hemos acordado.¿No es cierto que Eros es, en primer lugar, amor de algo, y, luego, amor de aquello de lo que carezca?<br />
<br />
-Sí.<br />
<br />
-Después de esto, entonces, recuerda sobre qué cosas afirmaste en tu discurso que trataba Eros.Pero, si quieres, yo te lo recordaré.Creo que dijiste más o menos lo siguiente: que a los dioses les fueron organizados sus asuntos gracias al amor de lo bello,ya que no puede existir amor de lo feo.¿No decías eso más o menos?<br />
<br />
Eso dije, en efecto -contestó Agatón-.<br />
<br />
-Y lo dices con mucha razón, amigo -replicó Sócrates-.Y si esto es así, ¿no es cierto que Eros sería amor de la belleza, y no de la fealdad?<br />
<br />
-Agatón convino.<br />
<br />
¿No hemos quedado de acuerdo en que ama aquello de lo que está falto y no tiene?<br />
<br />
-Sí -dijo-.<br />
<br />
-Luego Eros está falto de belleza y no la tiene.<br />
<br />
-Es forzoso -contestó Agatón-.<br />
<br />
-¿Y que? ¿Lo que está falto de belleza y en modo alguno posee belleza, ¿dices tú que es bello?<br />
<br />
-No, por supuesto.<br />
<br />
-¿Todavía reconoces, entonces, que Eros es bello, si eso es así?<br />
<br />
Y Agatón respondió:<br />
<br />
-Es posible, Sócrates, que no supiera nada de lo que dije entonces. -Y, sin embargo, hablaste bellamente, Agatón. Pero dime aún una cosilla:las cosas buenas,¿no te parece que son también bellas?<br />
<br />
-A mí al menos me lo parece.<br />
<br />
-Luego si Eros está falto de cosas bellas, y las cosas buenas son bellas, también estará falto de cosas buenas.<br />
<br />
-Yo, Sócrates -respondió-, no podría contradecirte.Sea,pues,así como tú dices.<br />
<br />
-No, de cierto -dijo-; es a la verdad,querido Agatón, a la que no puedes contradecir,puesto que a Sócrates no es nada difícil.<br />
<br />
Pero a ti voy a dejarte ya, y voy a hablaros del discurso sobre Eros que un día escuché de labios de una mujer de Mantinea, Diotima, quien era sabia en éstos y en otros muchos temas (por ejemplo, consiguió para los atenienses, por haber hecho un sacrificio antaño, antes de la peste, un aplazamiento de la enfermedad por diez años).Ella fue precisamente quien me instruyó también a mí en las cosas del amor.Así pues,el discurso que aquella mujer pronunció intentaré exponéroslo según lo que hemos convenido Agatón y yo, por mis propios medios, en la medida que pueda.Por consiguiente, es preciso, Agatón, tal como tú has expuesto, describir en primer lugar a Eros mismo,quién es y qué cualidades posee,y luego sus obras. Me parece, entonces, que lo más fácil para mí es hacer la exposición tal como la hizo antaño la extranjera,que iba preguntándome. Poco más o menos tambien yo alegué ante ella argumentos semejantes a los que ahora alega ante mí Agatón, es decir, que Eros era un gran dios y que versaba sobre lo bello. Pero ella me fue refutando con las mismas razones que yo a él, a saber, que no era bello, de acuerdo con mi razonamiento, ni bueno.<br />
<br />
-¿Cómo dices, Diotima? -le repliqué yo-. ¿Entonces feo es Eros y malo?<br />
<br />
-Habla con respeto -contestó ella-. ¿ O crees que, si una cosa no es bella, es forzoso que sea fea?<br />
<br />
-Exactamente.<br />
<br />
-¿Y si no es sabia, ignorante? ¿No te has dado cuenta de que existe algo intermedio entre sabiduría e ignorancia?<br />
<br />
-¿De qué se trata?<br />
<br />
-El opinar rectamente, incluso sin poder dar razón de ello,¿no sabes -dijo- que no es ni conocer (pues un asunto del que no se puede dar razón,¿cómo puede ser conocimiento?) ni tampoco ignorancia (pues lo que acierta con la realidad,¿cómo puede ser ignorancia?) La recta opinion es, por tanto, una especie de estado intermedio entre buen juicio e ignorancia.<br />
<br />
-Es verdad lo que dices -asentí yo.<br />
<br />
-Pues bien,no consideres que necesariamente lo que no es bello, es feo, y lo que no es bueno,es malo.Y así también respecto a Eros, puesto que tú mismo convienes en que no es bueno ni bello,no creas tampoco que debe ser feo y malo,sino algo intermedio-dijo- entre esas dos cosas.<br />
<br />
-No obstante -repliqué yo-,convienen al menos todos en que es un gran dios. -¿Hablas -dijo- de todos los que no saben,o también de los que saben?<br />
<br />
-De todos en conjunto, claro está.<br />
<br />
Entonces ella, sonriendo, dijo:<br />
<br />
¿Y cómo, Sócrates, pueden convenir en que es un gran dios;cuantos afirman que ni siquiera es un dios?<br />
<br />
¿Quienes son esos?-pregunté yo-.<br />
<br />
-Uno de ellos -contestó eres tú, y otra yo.<br />
<br />
¿Cómo dices eso?<br />
<br />
-Fácilmente -prosiguió ella-. Pues dime:¿no afirmas que todos los dioses son afortunados y bellos?<br />
<br />
¿O te atreverías a afirmar que hay alguno entre los dioses que no es bello y afortunado?<br />
<br />
-¡Por Zeus! ¡Yo, por lo menos, no! -exclamé-.<br />
<br />
-¿Y no llamas afortunados precisamente a los que poseen las cosas buenas y bellas?<br />
<br />
-En efecto.<br />
<br />
-Pero con respecto a Eros al menos has convenido en que, como consecuencia de su carencia de cosas buenas y bellas, desea eso mismo de lo que está falto.<br />
<br />
-He convenido en ello,en efecto.<br />
<br />
-¿Cómo, entonces, puede ser un dios quien no participa de las cosas bellas y buenas?<br />
<br />
-En modo alguno, según parece.<br />
<br />
-¿Ves, pues -dijo ella-, que tampoco tú consideras a Eros un dios?<br />
<br />
-¿Qué puede ser, entonces, Eros¿ -pregunté yo-.¿Un mortal?<br />
<br />
-Ni mucho menos.<br />
<br />
-¿Qué,pues?<br />
<br />
-Igual que en los casos anteriores -contestó-,algo intermedio entre mortal e inmortal.<br />
<br />
-¿Qué, Diotima?<br />
<br />
-Un gran demon , Sócrates. Pues también todo lo demónico es algo intermedio entre lo divino y lo mortal.<br />
<br />
-¿Y qué poder tiene? -dije yo-.<br />
<br />
-El de interpretar y transmitir a los dioses las cosas de los hombres y a los hombres las de los dioses, de los unos las súplicas y sacrificios y de los otros los mandatos y recompensas por los sacrificios; y, al estar en medio de unos otros, rellena el espacio entre ambos,de suerte que el todo quede unido consigo mismo. A través de él se realiza la adivinación toda y el arte de los sacerdotes que se refiere a los sacrificios y ritos de iniciación,a los ensalmos,a la adivinación toda y a la magia. La divinidad no entra en contacto con el hombre, sino que a través de este demon tiene lugar toda relación y diálogo entre dioses y hombres,tanto cuando están despiertos como cuando duermen.Y quien es sabio acerca de tales menesteres es un hombre «demónico», mientras que quien lo es en cualquier otra cosa,ya sea en las artes o en los trabajos manuales,es un mero artesano.Esto démones,naturalmente,son muchos y de todas clases, y uno de ellos es también Eros.<br />
<br />
-¿Y de qué padre -pregunté yo- ha nacido y de qué madre?<br />
<br />
-Es más largo de explicar -contestó-, pero,sin embargo,te lo diré.Cuando nació Afrodita,celebraron un banquete los dioses y entre otros, asistía también el hijo de Metis, Poro.Y,una vez que hubieron comido, vino a mendigar, como era de esperar el tratarse de un festín, Penía,y aguardaba a la puerta. Poro, mientras tanto, embriagado dc néctar(el vino aún no existía),entró en el jardín de Zeus y, entorpecido como estaba, se echó a dormir. Entonces Penía, tramando,por su carencia de recursos,hacerse un hijo de Poro, se acuesta junto a él y concibió a Eros.Por esta razón precisamente Eros es acompañante y servidor de Afrodita,porque fue engendrado en su fiesta de natalicio y, al mismo tiempo, es por naturaleza amante de lo bello, y Afrodita es bella.Así pues, por ser hijo de Poro y Penía, Eros ha quedado en las siguientes condiciones.En primer lugar,es siempre pobre, y dista mucho de ser delicado y bello,como cree la mayoría, sino que es duro y flaco, descalzo y sin hogar, duerme siempre en el suelo y sin mantas, acostado al raso en puertas y caminos,compañero siempre inseparable de la indigencia , por tener la naturaleza de su madre.Pero,por otro lado,de acuerdo con la indole de su padre, está al acecho de los bellos y de los buenos, y es valeroso,intrépido e impetuoso,cazador formidable,que siempre está urdiendo alguna trama,ávido de conocimiento y fértil en recursos, amante del saber a lo largo de toda su vida,formidable mago, hechicero y sofista. Y no es por naturaleza ni inmortal ni mortal, sino que unas veces en el mismo día florece y vive,cuando tiene abundancia de recursos, y otras veces muere, pero vuelve a revivir a causa de la naturaleza de su padre;mas aquello que consigue,siempre se lo va gastando,de suerte que Eros ni carece de recursos nunca ni es tampoco rico, y está, a su vez, en medio de la sabiduría y la ignorancia.Pues ocurre lo siguiente:ninguno de los dioses ama la sabiduría ni desea hacerse sabio(porque ya lo es),ni ama la sabiduría cualquier otro que sea sabio.Por su parte, los ignorantes ni aman la sabiduría ni desean hacerse sabios,pues eso mismo es lo penoso de la ignorancia, el no ser bello ni bueno ni juicioso y creerse uno que lo es suficientemente.Así, quien no cree estar necesitado de una cosa,no desea aquello que no cree necesitar.<br />
<br />
-Entonces,¿quiénes,Diotima -dije yo-,son los que aman la sabiduría, si no son ni los sabios ni los ignorantes?<br />
<br />
-Es ya evidente -contestó- incluso para un niño;son los que se encuentran entre ambos extremos,uno de los cuales sería también Eros.En efecto, es precisamente la sabiduría una de las cosas más bellas,y Eros es amor respecto de lo bello,de suerte que es forzoso que Eros sea amante de la sabiduría,y como es amante de la sabiduría, se halla a medio camino entre sabio e ignorante.Y la causa de esto es también su nacimiento,ya que precede de un padre sabio y fértil en recursos, pero de una madre no sabia y carente de ellos.Así pues,la naturaleza del demon,querido Sócrates, es ésa que se ha dicho.Mas en cuanto a lo que tú creíste que era Eros, no te ha sucedido nada extraordinario.Creíste,según me parece deducir por lo que tú dices,que Eros era lo amado,no lo que ama.Por eso, pienso yo, Eros te parecía absolutamente bello,porque lo susceptible de ser amado es lo realmente bello, delicado, perfecto y digno de ser considerado feliz, mientras que lo que ama tiene un carácter diferente,tal como yo lo he descrito.<br />
<br />
-De acuerdo, extranjera -asentí yo-,dices bien.Pero siendo Eros así, ¿qué utilidad tiene para los hombres?.<br />
<br />
-Eso es precisamente,Sócrates,lo que a continuación trataré de enseñarte. Eros tiene,en efecto,tales cualidades y así ha nacido,pero es amor de las cosas bellas,como tú afirmas.Más si alguien nos preguntase:"¿con respecto a a qué es Eros amor de las cosas bellas,Sócrates y Diotima?;o bien así,más claramente:«el que ama desea las cosas bellas.¿Qué desea?<br />
<br />
-Que lleguen a ser suyas -respondí yo-.<br />
<br />
-Pero aún -continuó ella- requiere tu respuesta la siguiente pregunta:¿qué tendrá aquel que haga suyas las cosas bellas?<br />
<br />
Le contesté que todavía no estaba en mi mano responder a esa pregunta. -Pues bien-dijo ella-,imagínate que alguien introduce un cambio y emplea el término "bueno" en lugar de "bello",y te pregunta entonces:«veamos Sócrates, el que ama desea las cosas buenas.? ¿Qué desea?»<br />
<br />
-Que lleguen a ser suyas -contesté yo.<br />
<br />
-¿Y que tendrá aquél que haga suyas las cosas buenas?<br />
<br />
-A eso -dije yo- puedo responder más fácilmente: será afortunado.<br />
<br />
-En efecto -continuó-, por la posesión de las cosas buenas los afortunados son afortunados,y ya no es preciso preguntar además ¿para qué quiere ser afortunado el que quiere serlo?,sino que la serie de respuestas parece tener aquí su final.<br />
<br />
-Tienes razón, -asentí-.<br />
<br />
-Ahora bien,esta querencia y este deseo, ¿piensas que es algo común a todos los hombres,y que todos quieren que las cosas buenas sean suyas siempre, o cuál es tu opinión?<br />
<br />
-Esa misma -dije yo, que es común a todos.<br />
<br />
-¿Entonces por qué, Sócrates -replicó-,no decimos que todos aman, si es verdad que todos aman lo mismo y siempre, sino que decimos que algunos aman y otros,en cambio, no?<br />
<br />
-Eso me extrana -dije yo- también a mí.<br />
<br />
-Pues no te extrañes -prosiguió-,ya que hemos separado, en realidad, una especie de amor y la denominamos, aplicándole el nombre del todo, amor, mientras que para las otras especies nos servimos de otros nombres.<br />
<br />
-¿Qué, por ejemplo? -dije yo.<br />
<br />
-Lo siguiente. Sabes que el concepto de «creación» es algo plural, ya que, sin duda, toda causa que haga pasar cualquier cosa del no ser al ser es «creación»,de suerte que también las actividades regidas por todas las artes son creaciones y todos los artífices que las llevan a cabo, creadores.<br />
<br />
-Tienes razón.<br />
<br />
-Pero, sin embargo -dijo ella-, sabes que no se les llama «poetas», sino que tienen otros nombres,y que de la totalidad de la creación se ha delimitado una parte,la que trata de la música y de los metros,y se la designa con el nombre del todo."Poesía",en efecto,se llama a esta actividad únicamente,y "poetas" a los que poseen esta parte de la creación.<br />
<br />
-Tienes razón -dije-.<br />
<br />
-Pues bien,así ocurre también con respecto al amor. En general, todo deseo de las cosas buenas y de ser feliz es para todo el mundo el amor grandisimo y engañoso.Pero hay quienes se consagran a él de muy diferentes maneras, en los negocios,en la afición por la gimnasia o por la sabiduría y no,se dice que aman ni se les llama amantes;en cambio,los que,con la mirada puesta en una sola especie,a ella se encaminan y en ella se afanan, reciben el nombre del todo,amor,y se dice que aman y que son amantes.<br />
<br />
-Parece que tienes razón -afirmé yo-.<br />
<br />
-Y se cuenta, efectivamente, una historia-prosiguió Diotima-,según la cual los que van buscando la mitad de sí mismos,ésos son los que están enamorados más lo que yo afirmo es que el amor no es ni de mitad ni de todo, a no ser que de algún modo,amigo,resulte ser bueno, ya que incluso sus propios pies y manos están dispuestos a amputarse los hombres,si les parece que esos miembros suyos son perniciosos.En efecto,no es lo propio, creo yo, aquello por lo que cada cual siente predilección, a no ser que a lo bueno se llame particular y propio, y a lo malo,en cambio,ajeno.Porque, sin duda alguna,no otra cosa sino el bien aman los hombres.¿O tienes otra opinión?<br />
<br />
-¡Por Zeus! ¡Yo, al menos, no! -contesté-.<br />
<br />
-¿Entonces -dijo ella-, se puede decir así,simplemente,que los hombres aman el bien?<br />
<br />
-Sí -asentí-.<br />
<br />
-¿Y qué? ¿No se debe añadir -dijo- que también aman poseer el bien?<br />
<br />
-Debe anadirse.<br />
<br />
-¿Y,en ese caso -continuió-,no sólo poseerlo, sino también poseerlo para siempre?<br />
<br />
-También eso debe añadirse.<br />
<br />
-Luego, en resumen, el amor consiste en el deseo de poseer el bien para siempre.<br />
<br />
-Es del todo cierto -afirmé- lo que dices.<br />
<br />
-Pues bien,ya que el amor es esto siempre -dijo ella-,¿de qué manera debe perseguirse y en qué actividad para que ese empeño y ese esfuerzo pueda llamarse amor? ¿Qué acción resulta ser exactamente ésa? ¿Puedes decirlo?<br />
<br />
-Si pudiera decirlo -contesté-, realmente, Diotima, no te admiraría por tu sabiduría ni acudiría junto a tí con frecuencia para aprender este tipo de cosas.<br />
<br />
-Pues yo te lo diré.Esta acción es,en efecto,una procreación en la belleza, tanto según el cuerpo como según el alma.<br />
<br />
-Lo que quieres decir con eso requiere -dije yo- dotes de adivino. No lo comprendo.<br />
<br />
-Bien -contestó ella-,te lo diré de un modo más claro. Conciben, Sócrates, todos los hombres tanto según el cuerpo como según el alma, y, una vez que llegan a cierta edad, nuestra naturaleza desea procrear.Pero procrear en algo feo no es posible, mientras que sí lo es en lo bello. En efecto, la unión de hombre y mujer es procreación, y es una obra divina, pues esto, la concepción y la generación, es algo inmortal que existe en los seres vivos, que son mortales. Y es imposible que tal cosa suceda en lo que es inadecuado,y lo feo es inadecuado a todo lo divino, mientras que lo bello es adecuado.La belleza es,pues,la Moira y la Ilitía del nacimiento. Por eso, cuando a lo bello se acerca lo que desea concebir, se vuelve alegre y se derrama contento, procrea y engendra; en cambio,cuando se acerca a lo feo, triste y afligido se concentra en sí mismo, se aparta, se repliega y no engendra, sino que lleva dolorosamente retenido lo que ha concebido. De ahí precisamente que en lo que ha concebido y está ya preñado se produzca la gran pasión por lo bello,porque libera al que lo posee de los grandes dolores del parto.Pues no es el amor,Sócrates,amor de lo bello, como tú crees.<br />
<br />
-¿Qué es si no?<br />
<br />
-Amor de la generación y de la procreación en lo bello.<br />
<br />
-Sea -dije yo-.<br />
<br />
-Efectivamente es así -prosiguió-.Ahora bien,¿por qué precisamente de la generación? Porque es la generación algo eterno e inmortal, en la medida en que puede darse en algo mortal.Mas es forzoso desear,junto con el bien, la inmortalidad,de acuerdo con lo que hemos convenido,si verdaderamente el amor consiste en desear poseer el bien siempre.En consecuencia,es forzoso, según este razonamiento, que el amor sea también amor de la inmortalidad.<br />
<br />
Todo esto me iba enseñando,cada vez que conversaba conmigo sobre cuestiones relativas al amor;y una vez me preguntó:<br />
<br />
-¿Cuál crees, Sócrates, que es la causa de ese amor y de ese deseo¿ ¿O no te das cuenta de en qué terrible estado se hallan todos los animales cuando sienten deseos de engendrar,tanto los terrestres como los voladores, que enferman todos y están predispuestos para el amor,primero para unirse unos con otros y luego para el cuidado de las crías,y cómo están resueltos, en defensa de ellas, no sólo a luchar los más débiles con los más fuertes,sino incluso a morir,hasta el punto de consumirse ellos mismos de hambre para alimentarlas o hacer cualquier otra cosa? Porque los hombres-dijo-se podría creer que lo hacen por cálculo,pero los animales, ¿cuál es la causa que los coloca en tal estado de predisposición al amor? ¿Puedes decírmela?<br />
<br />
-Yo, de nuevo, le contesté que no lo sabía, y ella dijo:<br />
<br />
-¿Y tienes en mente llegar a ser algún día experto en cuestiones amorosas, si no comprendes esto?<br />
<br />
-Pues por eso precisamente, Diotima, como dije hace un momento, vengo a visitarte,ya que soy consciente de que necesito maestros.¡Ea!,dime también la causa de eso y de las demás cosas que se refieren al amor.<br />
<br />
-Pues bien -dijo-, si crees firmemente que el objeto del amor es por naturaleza aquello en lo que a menudo hemos convenido, no te extrañes, ya que en este caso, por la misma razón que en el anterior,la naturaleza mortal busca,en lo posible,ser eterna e inmortal. Pero puede serlo solamente con la procreación,porque deja siempre otro ser nuevo en lugar del viejo.Pues incluso durante ese período en el que se dice,cada ser vivo vive y es el mismo(por ejemplo,se afirma que una persona es la misma desde niño hasta que se hace vieja),se dice,sin embargo,que es el mismo a pesar de que nunca tiene en sí los mismos elementos,sino que continuamente se va renovando y perdiendo otras cosas, en sus cabellos, su carne, sus huesos, su sangre y, en definitiva, en todo su cuerpo.Y no sólo en el cuerpo, sino que también en el alma los hábitos,los caracteres,opiniones,deseos,placeres,penas, temores, cada una de estas cosas jamás existen idénticas en cada individuo, sino que unas nacen y otras se destruyen.Pero todavía mucho más extraño que esto es el hecho de que también los conocimientos no sólo unos nacen y otros se destruyen en nosotros,y nunca somos los mismos ni siquiera en lo que respecta a los conocimientos,sino que incluso a cada uno de ellos le sucede lo mismo.Pues decimos "ejercitarse" porque el conocimiento sale de nosotros, ya que el olvido es la salida de un conocimiento,y a su vez el ejercicio, al infundir un nuevo recuerdo en lugar del que se marcha,conserva el conocimiento,de suerte que parece ser el mismo.De este modo, en efecto, se conserva todo lo mortal,no por ser siempre totalmente el mismo,como lo divino,sino porque lo que se marcha y envejece deja tras de sí otro ser nuevo semejante a como él era. Mediante este recurso,Sócrates-continuó,lo mortal participa de inmortalidad,tanto en cuanto al cuerpo como en cuanto a todo lo demás;lo inmortal,en cambio,de otra manera.No te extrañes,pues, si todo ser estima por naturaleza a su propio vástago,ya que por perseguir la inmortalidad a todo ser acompaña ese empeño y ese amor.<br />
<br />
Yo quedé admirado por el discurso que había escuchado y dije:<br />
<br />
-Bien,sapientísima Diotima,¿es eso así de verdad? Y ella como un sofista de pura cepa,respondió:<br />
<br />
-No lo dudes, Sócrates,porque de seguro,si quieres dirigir tu mirada a la ambición de los hombres,te quedarías admirado de su irracionalidad,si no reflexionas acerca de lo que te he dicho,considerando en qué terrible estado se hallan por el amor de llegar a ser renombrados y dejar para siempre fama inmortal.Por esa ambición están dispuestos a correr toda clase de peligros, aún más que por sus hijos,y a gastar dinero,soportar cualquier penalidad y dar su vida.Pues,¿crees tú -continuó-que Alcestis hubiera muerto por Admeto, o que Aquiles hubiera seguido a Patroclo a su muerte o que hubiera anticipado la suya vuestro Codro en defensa de la realeza de sus hijos,si no hubieran creído que iba a quedar el recuerdo inmortal de su virtud que tenemos ahora nosotros? Ni mucho menos -dijo-, sino que, pienso yo, por alcanzar una virtud inmortal y una fama tan celebrada cualquier hombre hace cualquier cosa,y,cuanto mejores sean, tanto más, pues aman lo que es inmortal.Por tanto,los que son fecundos -prosiguió- en cuanto al cuerpo sienten inclinación especialmente por las mujeres y de ese modo muestran sus impulsos amorosos,procurándose, por medio de la procreaclon de hijos,inmortalidad, recuerdo y felicidad, según creen, para todo el tiempo futuro. En cambio,los que lo son en cuanto al alma...pues efectivamente -dijo-quienes conciben en las almas aún más que en los cuerpos lo que corresponde al alma concebir y dar a luz. ¿Y qué es lo que le corresponde? Juicio prudente y cualquier otra virtud,de las que precisamente son progenitores los poetas todos y cuantos artistas se dice que son inventores.Pero, con mucho -continuó-,la más importante y más hermosa forma de prudencia es el ordenamiento de lo concerniente a las ciudades y comunidades, que recibe el nombre de mesura y justicia.Cuando alguien, desde joven, está a su vez preñado de estas cualidades en el alma, como es de naturaleza divina y ha llegado la edad apropiada,desea ya procrear y engendrar; entonces busca también él,pienso yo,a su alrededor la belleza en la que pueda engendrar,dado que en la fealdad jamás engendrará.Así pues, como está preñado,siente afecto por los cuerpos bellos más que por los feos, y, si encuentra en su camino un alma bella, noble y naturalmente bien dotada, siente entonces gran afecto por ese conjunto,y ante ese hombre halla al punto abundancia de razones sobre la virtud y sobre cómo debe ser el hombre bueno y en lo que debe ocuparse,e intentará educarlo.En efecto, al estar en contacto, creo yo, con lo bello y tener trato con ello, procrea y alumbra lo que desde antaño llevaba en su seno,teniéndolo en su memoria tanto cuando está junto a él como cuando está lejos,y en común con él contribuye a criar lo que han concebido,de modo que una comunidad mucho mayor que la de los hijos mantienen unos con otros tales hombres y una amistad más firme, ya que han tenido en común hijos más bellos y más inmortales. Y cualquier persona aceptaría con mayor agrado que le nacieran tales hijos antes que hijos humanos,si dirige la mirada a Homero, Hesíodo y los demás buenos poetas y observa envidioso qué vástagos de sí mismos han dejado,que les procuran inmortal fama y recuerdo por ser también ellos así; o, si quieres-prosiguió-hijos como los que Licurgo dejó en Lacedemonia,salvadores de Lacedemonia y, por así decirlo, de Grecia.Y,entre vosotros,es honrado también Solón por haber concebido sus leyes,e igualmente otros hombres en otros muchos lugares,tanto entre los griegos como entre los bárbaros,porque sacaron a la luz muchas y bellas obras y engendraron una virtud de todo tipo.En honor de ellos han ya cultos numerosos por causa de tales hijos,mientras que por hijos humanos en honor de nadie jamás.<br />
<br />
Estas son, pues, las cuestiones relativas al amor, en cuyos misterios,Sócrates,tambien tú podrías iniciarte.Pero en los ritos de iniciación perfecta y en las supremas revelaciones,que constituye la finalidad de aquellos si se procede correctamete,no sé si serías capaz de iniciarte. Por tanto,te lo diré-afirmó-yo y no dejaré de poner en ello todo mi empeño; tú intenta seguirme,si eres capaz.Es preciso -dijo- que quien pretenda ir por el camino recto hacia ese objetivo empiece desde joven a encaminarse hacia los cuerpos bellos, y en primer lugar, si su guía lo conduce correctamente, que se enamore de un solo cuerpo y en él engendre razonamientos bellos; luego, que comprenda que la belleza que hay en un cuerpo cualquiera es hermana de la que hay en otro cuerpo,y que,si se debe perseguir la belleza de la forma,es una gran insensatez no considerar que es una sola y la misma la belleza que hay en todos los cuerpos.Tras haber comprendido esto, debe erigirse en amante de todos los cuerpos bellos y aquietar ese violento deseo de uno solo, despreciándolo y considerándo poca cosa.Después de eso, considerar más preciosa la belleza que hay en las almas que la que hay en el cuerpo,de suerte que, si alguien es virtuoso de alma, aunque tenga poca lozanía,le baste para amarlo, cuidarse de él,procrear y buscar razonamientos de tal clase que vayan a hacer mejores a los jóvenes, para verse obligado de nuevo a contemplar la belleza que hay en las normas de conducta y en las leyes y a observar que todo ello está emparentado consigo mismo, con el fin de que considere que la belleza relativa al cuerpo es algo poco importante. Después de las normas de conducta,debe conducirlo a las ciencias, para que vea asimismo la belleza de éstas, y, dirigiendo su mirada a esa belleza ya abundante,no sea ya en el futuro vil y de espíritu mezquino sirviendo, como un esclavo,a la belleza que radica en un solo ser, contentándose con la de un muchacho,un hombre o una sola norma de conducta,sino que, vuelto hacia el extenso mar de la belleza y contemplándolo, procree muchos, bellos y magníficos discursos y pensamientos en inagotable amor por la sabiduría hasta que,fortalecido entonces y engrandecido,aviste una ciencia única, que es de la siguiente manera y se ocupa de una belleza como la siguiente. Y tú intenta -añadió- prestarme cuanta atención te sea posible.<br />
<br />
En efecto,quien hasta aquí haya sido instruido en las cuestiones relativas al amor, al contemplar en su orden y de manera correcta las cosas bellas y al aproximarse ya al final de su iniciación en las cosas del amor, repentinamente avistará algo maravillosamente bello por naturaleza, aquello, Sócrates, por lo que precisamente se realizaron todos los esfuerzos anteriores,algo que,en primer lugar,existe siempre,no nace ni muere, no aumenta ni disminuye;en segundo lugar,no es bello en un aspecto y feo en otro, ni unas veces sí y otras no, ni bello con respecto a una cosa y feo con respecto a otra, ni bello aquí y feo allá, de modo que para unos sea bello y para otros feo. Ni tampoco se le aparecerá la belleza como un rostro, unas manos ni ninguna otra cosa de las que participa un cuerpo,ni como un razonamiento ni como una ciencia,ni en absoluto como algo que existe en otra cosa,por ejemplo,en un ser viviente, en la tierra, en el cielo o en algún otro ser,sino la propia belleza en sí, que es siempre consigo misma específicamente única, mientras que todas las demás cosas bellas participan de aquella de una manera tal que, aunque nazcan las demás y mueran,ella en nada se hace ni mayor ni menor,ni le sucede nada.Por tanto, cuando alguien se eleva a partir de las cosas de aquí por medio del recto amor a los jóvenes y comienza a avistar aquella belleza,podría decirse que casi alcanza el final de su iniciación.<br />
<br />
En efecto, éste es precisamente el camino correcto para dirigirse a las cuestiones relativas al amor o ser conducido por otro: con la mirada puesta en aquella belleza, empezar por las cosas bellas de este mundo y,sirviéndose de ellas a modo de escalones,ir ascendiendo continuamente,de un solo cuerpo a dos y de dos a todos los cuerpos bellos,y de los cuerpos bellos a las bellas normas de conducta,y de las normas de conducta a los bellos conocimientos,y a partir de los conocimientos acabar en aquél que es conocimiento no de otra cosa sino de aquella belleza absoluta, para que conozca por fin lo que es la belleza en sí.En ese instante de la vida, querido Sócrates -dijo la extranjera de Mantinea-, más que en ningún otro, vale la pena el vivir del hombre: cuando contempla la belleza en sí. Si algún día alcanzas a verla, no te parecerá que es comparable ni con oro, ni con los vestidos ni con los niños y muchachos bellos, ante los cuales ahora, con sólo verlos, quedas embelesado y estás dispuesto,tanto tú como otros muchos,con tal de ver a los amados y estar continuamente con ellos,a no comer ni beber,si fuera de algún modo posible,sino únicamente a contemplarlos y estar juntos. ¿Qué podemos pensar entonces -dijo-, si le acaeciera a uno ver la belleza en sí, limpia, pura, sin mezcla, sin estar contaminada de carnes humanas, de colores y de otras muchas naderías mortales,sino que le fuera posible avistar la belleza divina en sí, específicamente única? ¿Acaso crees -prosiguió- que llega a ser vulgar la vida de un hombre que pone su mirada en eso,lo contempla con lo que debe contemplarlo y está en su compañía?¿O no piensas -dijo- que solamente en ese momento,cuando vea la belleza con lo que es visible,podrá engendrar no imágenes de virtud, ya que no está en contacto con una imagen, sino virtudes verdaderas,al estar en contacto con la verdad? Y a quien ha engendrado una virtud verdadera y la ha criado,¿no piensas que le es dado hacerse amigo de los dioses y,si es que a algún hombre le es dado, inmortal también él?<br />
<br />
Estas son, en fin, las cosas que me dijo Diotima,Fedro y demás amigos,y yo he quedado convencido;y convencido como estoy, intento convencer también a los demás de que,para adquirir esa posesión, difícilmente se podría tomar un colaborador dee la naturaleza humana mejor que Eros.Por eso precisamente yo,por mi parte,afirmo que debe todo hombre honrar a Eros,y yo personalmente honro las cosas del amor y las practico sobremanera, y también animo a los demás que lo hagan y ahora y siempre elogio el poder y la valentía de Eros, en cuanto está a mi alcance.Así pues, este discurso, Fedro, si quieres, considera que lo he dicho como un encomio en honor de Eros,y si no,llámalo lo que te guste y como te guste.<br />
<br />
Tras decir esto Sócrates,me contó Aristodemo que los demás lo alabaron, pero que Aristófanes intentó decir algo, puesto que Sócrates, en sus palabras, había hecho alusión a él a propósito de su discurso.Pero de repente golpearon la puerta del patio y se produjo un gran estruendo, como de juerguistas,y se oyó la voz de una flautista. Entonces Agatón dijo:<br />
<br />
-Esclavos, ¿es que no vais a mirar? Si fuera alguno de los amigos habituales,invitadle; y si no, decidle que no estamos bebiendo, sino que estamos descansando ya.<br />
<br />
Y no mucho después oyeron en el patio la voz de Alcibíades, que estaba muy borracho y daba grandes gritos preguntando dónde estaba Agatón y pidiendo que lo llevaran junto a él.Lo llevaron, pues, junto a nosotros y también a la flautista que lo sostenía y a algunos otros de sus acompañantes; mas él se detuvo en la puerta,coronado con una espesa corona de hiedra y de violetas y llevando en la cabeza cintas en gran número, y dijo:<br />
<br />
-Señores,salud. ¿Aceptáis como compañero de bebida a un hombre completamente borracho,o habremos de irnos en cuanto coronemos a Agatón,que es a lo que hemos venido? Pues yo es verdad que ayer-dijo-no pude venir,pero heme aquí con las cintas sobre la cabeza,para que de mi cabeza pasen a ceñir la cabeza del hombre más sabio y más bello,proclamándolo así públicamente.¿Os burláis de mí porque pensáis que estoy borracho? Pero yo,aunque vosotros os riáis, sin embargo sé bien que digo la verdad.Mas decidme desde ahora, ¿entro con esas condiciones o no? ¿Vais a beber conmigo o no?<br />
<br />
Todos lo aclamaron y le pidieron que entrara y se acomodara, y Agatón lo llamó.El se acercó llevado por los hombres que le acompanaban, y quitándose al mismo tiempo las cintas para cenir a Agatón,por tenerlas delante de los ojos no vio a Sócrates,sino que se echó junto a Agatón, entre él y Sócrates, pues éste se había hecho sitio en cuanto lo vio.Ya echado,abrazó a Agatón y lo coronó.<br />
<br />
Entonces dijo Agatón:<br />
<br />
-Descalzad, esclavos, a Alcibíades, para que sea el tercero en acomodarse aquí.<br />
<br />
-Muy bien -replicó Alcibíades-, pero ¿quién es´ese nuestro tercer compañero de bebida?<br />
<br />
Y, dándose la vuelta al tiempo, vio a Sócrates, y al verlo se sobresaltó y dijo:<br />
<br />
-¡Heracles! ¿Qué es esto? ¿Sócrates aquí? ¿Estabas ahí acechándome otra vez, tal como tienes por costumbre aparecer de repente donde yo menos hubiera creído que ibas a estar? ¿Y ahora a qué has venido? ¿Qué haces, además, recostado ahí? Porque no estás al lado de Aristófanes ni de ningún otro que sea gracioso o pretenda serlo, sino que te las has ingeniado para echarte al lado del más bello de los que están aquí dentro. -Agatón -contestó Sócrates-, a ver si me defiendes, porque mi amor por este hombre se me ha convertido en no leve carga.En efecto,desde aquel momento en que me enamoré de él, ya no me es posible ni dirigir una mirada ni conversar con un solo hombre bello sin que éste,por celos y envidia de mí,actue de manera extravagante,me insulte y a duras penas contenga las manos. Mira, pues, no sea que tambien ahora haga algo. ¡Ea!,reconcílianos o bien, si intenta emplear la violencia,defiéndeme,porque mucho me espanta su locura y su adicción al amante.<br />
<br />
-Es que no hay -dijo Alcibíades- reconciliación posible entre tú y yo. Pero por eso ya me vengaré de ti en otro momento. Ahora, Agatón -prosiguió,dame parte de las cintas,para que corone también esta admirable cabeza suya,y no me pueda reprochar que a ti te he coronado y en cambio a él, que vence a todos los hombres en los discursos, no sólo anteayer,como tú, sino siempre, no lo he coronado a continuación.<br />
<br />
Al tiempo que hablaba,tomó parte de las cintas,coronó a Sócrates y se echó. Y una vez que se hubo echado, dijo:<br />
<br />
-Bien,señores, me parece que, efectivamente, estáis sobrios.No se os puede consentir, sino que hay que beber, ya que en ello hemos convenido. Me elijo, pues,a mí mismo como director de la bebida,hasta que vosotros hayáis bebido lo suficiente.¡Ea!,que me traigan, Agatón, una copa grande, si hay alguna. Mejor dicho,no hace ninguna falta.Trae,esclavo, aquella vasija de refrescar el vino -dijo al ver que tenía una capacidad de más de ocho cótilas - Una vez llena,la apuró él primero y luego ordenó llenarla para Sócrates al tiempo que decía:<br />
<br />
-Ante Sócrates, amigos, de nada me sirve esta artimaña, pues beberá cuanto se le pida sin que nunca llegue a estar nada borracho.<br />
<br />
Sócrates, pues, bebía, después que le hubo llenado la vasija el esclavo, y, entretanto,Erixímaco dijo:<br />
<br />
-¿Cómo hacemos entonces,Alcibíades? ¿Así,que ni decimos ni cantamos nada ante la copa,sino que simplemente vamos a limitarnos a beber, como los que tienen sed?<br />
<br />
-Erixímaco -le contestó Alcibíades-, hombre excelente e hijo de un excelente y prudentísimo padre, salud.<br />
<br />
-También a ti -respondió Erixímaco-.Pero ¿qué debemos hacer?<br />
<br />
-Lo que tú ordenes, pues hay que obedecerte pues un hombre que es médico vale por muchos otros.<br />
<br />
Prescribe, pues, lo que quieras.<br />
<br />
-Escucha entonces -dijo Erixímaco-. Nosotros, antes de que tú entraras, decidimos que cada uno,empezando por la izquierda, debía decir por turno un discurso sobre Eros,el más bello que pudiera,y hacer su encomio. Todos los demás que aquí estamos hemos hablado ya.Pero tú, puesto que no has hablado y has terminado de beber,es justo que hables y, una vez que hayas hablado, prescribe a Sócrates lo que quieras, y éste al de su derecha y así los demás.<br />
<br />
-Dices bien, Erixímaco -respondió Alcibíades-,pero comparar discursos de un hombre ebrio con los de hombres serenos es de temer que no sea equitativo. Y además, feliz amigo, ¿te convenece alguna de las cosas que ha dicho Sócrates hace un momento? ¿No sabes que es todo lo contrario de lo que decía? En efecto, éste, si yo alabo en su presencia a alguien,dios u hombre, que no sea él,no apartará de mí sus manos. -Pues hazlo así, si quieres -intervino Erixímaco-; alaba a Sócrates.<br />
<br />
-¿Qué dices? -replicó Alcibíades-. ¿Te parece que debo hacerlo, Erixímaco? ¿La emprendo con este hombre y me vengo de él delante de vosotros?<br />
<br />
-¡Eh, tú! -dijo Sócrates- ¿qué tienes en mente? ¿Vas a ridiculizarme en tu alabanza? ¿O qué vas a hacer?<br />
<br />
-Diré la verdad; mira si me lo permites.<br />
<br />
-Bien-contestó- si es la verdad,te lo permito y te invito a decirla.<br />
<br />
-No tardaré un instante -dijo Alcibíades-.Pero tú haz así: si digo algo que no es verdad, interrúmpeme, si quieres, y di que en eso no estoy en lo cierto,pues por propia voluntad no diré nada falso; mas si al hacer memoria digo unas cosas aquí y otras allá, no te asombres,ya que no es nada sencillo para un hombre en mi estado contar con facilidad y por orden tu extraña manera de ser.<br />
<br />
A Sócrates, señores, yo intentaré alabarlo de la siguiente manera: mediante imágenes.El quizá creerá que lo hago para ridiculizarlo, pero la imagen tendrá como finalidad la verdad, no la burla.Afirmo, en efecto, que él se asemeja mucho a los silenos esos que se encuentran en los talleres de los escultores,que elaboran los artesanos llevando siringas o flautas y que, abiertos en dos, se ve que tienen en su interior estatuas de dioses. Y afirmo además que se parece al sátiro Marsias .En efecto, que por tu aspecto al menos eres semejante a ellos, Sócrates, ni siquiera tú mismo podrías discutirlo;pero que también te pareces en lo demás,escúchalo a continuación. Eres un desvergonzado ¿o no? Porque si no lo reconoces, presentaré testigos. ¿Qué no eres flautista? ¡Y mucho más maravilloso que Marsias! Este, en todo caso,encantaba a los hombres por medio de instrumentos,con el poder de su boca,y todavía hoy lo consigue quien toca con la flauta sus melodías (pues las que tocaba Olimpo , afirmo que son de Marsias,ya que éste se las había enseñado),sus melodías, digo, ya las interprete un buen flautista ya una flautista vulgar, son las únicas que hacen a uno quedar poseso y muestran a quienes están necesitados de los dioses y de iniciaciones, por el hecho de ser divinas.Pero tú te diferencias de él tan sólo en que sin instrumentos, con palabras desnudas, consigues el mismo resultado.Por lo menos nosotros, cuando oímos a algún otro, aunque sea muy buen orador, pronunciar otras palabras, a ninguno nos importa, por así decirlo, nada. En cambio, cada vez que alguien te escucha a ti o a otro pronunciando tus palabras, aunque el que hable sea muy mediocre, ya te escuche una mujer, un hombre o un muchacho, quedamos estupefactos y posesos.Por lo menos yo,amigos, si no fuera a parecer que estoy completamente borracho, os diría bajo juramento qué emociones han provocado en mi persona sus palabras y me siguen provocando todavía hoy.Porque cuando lo escucho, mi corazón, mucho más que el de los agitados por el arrebato de los coribantes ,salta,y se me derraman lágrimas por obra de las palabras de éste,y veo que también a otros muchos les causan la misma impresión.En cambio, al escuchar a Pericles y a otros buenos oradores,yo estimaba que hablaban bien,pero no me provocaban ninguna emoción semejante,ni mi alma se sentía alborotada ni se irritaba pensando que se hallaba en estado de esclavitud,mientras que por obra de este Marsias muchas veces me he visto en un estado tal que me parecía que no podía seguir viviendo en las circunstancias en que estoy.Y eso,Sócrates,no dirás que no es verdad.Incluso todavía hoy soy consciente de que, si quisiera prestarle oído,no lo resistiría,sino que me ocurriría lo mismo, pues me obliga a reconocer que,a pesar de que estoy falto de muchas cosas,aún me despreocupo de mí mismo y en cambio atiendo los asuntos de los atenienses.Por la fuerza, pues,me voy huyendo con los oídos tapados,como si de las Sirenas se tratase, para no envejecer aquí sentado a su lado. Y él es el único de los hombres ante el que he experimentado lo que nadie creería que había en mí:el avergonzarme ante alguien.Yo me avergüenzo solamente ante él, porque soy consciente de que no puedo rebatirle que no se debe hacer lo que él ordena, pero,sin embargo, cada vez que me aparto de su lado,me dejo vencer por los honores que me otorga la multitud.Entonces,me escapo de él y huyo, y, cuando lo veo,siento vergüenza por las cosas que convine con él.E incluso muchas veces vería con agrado que no estuviera entre los hombres, pero si, por otra parte,sucediera esto,sé bien que me pesaría mucho más,de modo que no sé qué hacer con este hombre.<br />
<br />
Así pues,tales son las sensaciones que tanto yo como otros muchos hemos experimentado por obra de las melodías de flauta de este sátiro. Pero escuchadme cuán semejante es en otros aspectos a con quienes lo he comparado y cuán asombroso poder tiene.Pues sabed bien que ninguno de vosotros lo conoce,pero yo os lo mostraré,ya que he empezado.Véis, en efecto, que Sócrates siente una amorosa predisposlción por los bellos muchachos y siempre está en torno a ellos y queda estupefacto, y, por otra parte, que lo ignora todo y nada sabe.Su aspecto externo,al menos,¿no es el propio de un sileno?.Sin duda alguna.Con eso, en efecto, él está recubierto por fuera,como un sileno esculpido;pero por dentro ,una vez abierto,de¿cuánta templanza creéis que está lleno,compañeros de bebida? Sabed que no le importa nada si alguien es bello,sino que lo desprecia hasta un extremo que nadie podría creer, ni tampoco si alguien es rico ni si posee alguna otra distinción de las que la multitud estima venturosas.Al contrario, considera que todas esas posesiones no valen nada y que nosotros no somos nada (os lo digo yo),y se pasa la vida entera ironizando y bromeando con los hombres.Pero cuando habla en serio y se abre, no sé si alguien ha visto las estatuas de su interior.Yo ya las he visto una vez,y me pareció que eran tan divinas y áureas, tan extraordinariamente bellas y maravillosas,que había que hacer al instante lo que ordenase Sócrates.Pero creyendo yo que él estaba seriamente interesado en la lozanía de mis años, estimaba que era un feliz hallazgo y que mi suerte era maravillosa,pues pensaba que, si complacía a Sócrates,estaba a mi alcance escuchar todo cuanto él sabía.En efecto ¡cuán extraordinariamente ufano estaba yo entonces de la lozanía de mis años! Pensando,pues,estas cosas,a pesar de que antes no solía estar yo solo con él sin compañía,entonces despedí a mi acompañante y me quedé a solas con él. Debo decir ante vosotros toda la verdad;¡ea!,prestadme atención y,si miento, Sócrates,rebáteme.Efectivamente,me quedé,señores, a solas con él solo, y creía que al punto iba a hablar conmigo de las cosas de las que hablaría un amante con su amado en la soledad,y estaba contento.Pero nada de eso sucedió en absoluto,sino que,tras conversar como acostumbraba a hacerlo y pasar el día conmigo,se marchó dejándome allí.Después de eso,lo invité a que hiciera gimnasia conmigo,y hacía gimnasia con él pensando que así iba a conseguir algo.Hacía,pues,gimnasia y luchaba conmigo a menudo sin que nadie estuviera presente.Y ¿qué debo decir? No adelantaba nada.Y puesto que de esa manera en absoluto lo conseguía, me pareció que debía atacar a este hombre por la fuerza y no desistir,una vez que lo había emprendido,sino que yo debía saber al fin cómo estaban las cosas.Lo invite,entonces,a cenar conmigo, sencillamente como un amante que tiende una trampa a su amado. Tampoco en eso consintió al instante, pero, sin embargo, con el tiempo se dejó convencer efectivamente.Cuando vino la primera vez, quería marcharse después de cenar, y yo entonces, por vergüenza, se lo permití.Pero de nuevo le tendí la trampa y, una vez que hubimos cenado, estuve conversando continuamente hasta muy entrada la noche, y, cuando quiso marcharse, alegando que era demasiado tarde, le obligué a quedarse. Estuvo, pues, descansando en el lecho contiguo al mío, el mismo en el que había cenado, y en la habitación no dormía nadie más que nosotros.Hasta este punto de mi relato, es cierto, la historia podría estar bien y contarse ante cualquiera.Pero lo que sigue no me lo oirías decir;si no fuera porque, en primer lugar,según el dicho,el vino,con niños y sin niños,es veraz,y,en segundo lugar, porque me parece injusto silenciar una acción soberbia de Sócrates cuando estoy embarcado en su alabanza.Y además me ocurre también a mí lo que le sucede a quien ha sido mordido por una víbora, pues dicen que el que ha sufrido alguna vez eso no quiere contar cómo fue a nadie excepto a los que han sido mordidos, por pensar que son los únicos que lo van a comprender y a perdonar si se atrevió a hacer o decir cualquier cosa por causa del dolor.Así pues, yo, mordido por algo más doloroso y en la parte más dolorosa de las que uno puede ser mordido-pues ha sido en el corazón o en el alma,o como se precise llamarlo, donde he sido herido y mordido por los discursos filosóficos, que son cosa más cruel que una víbora cuando se apoderan de un alma joven no sin cualidades naturales,y la fuerzan a hacer o a decir cualquier cosa- y viendo además a los Fedros, Agatones, Erixímacos, Pausanias, Aristodemos y Aristófanes- ¿y qué debo decir del propio Sócrates y de todos los demás?, pues todos participáis de la locura del filósofo y de su arrebato báquico-... por eso todos me vais a escuchar, ya que disculpareis lo que entonces hice y lo que ahora digo.En cambio,los criados y cualquier otro que sea profano y tosco, aplicad puertas muy grandes a vuestros oídos.<br />
<br />
Pues bien, señores, una vez que se hubo apagado la lámpara y los esclavos estaban fuera, decidí que no debía andarme por las ramas ante él, sino decirle libremente lo que pensaba. Entonces le dije zarandeándolo:<br />
<br />
-Sócrates, ¿duermes?<br />
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-Claro que no -contestó-<br />
<br />
-¿Sabes lo que he decidido?<br />
<br />
-¿Qué exactamente? -dijo-<br />
<br />
-Me parece que tú -proseguí yo- eres la única persona digna de convertirse en mi amante, y me da la impresión de que no te atreves a decírmelo. Pero yo pienso de la siguiente manera:considero que es del todo insensato no complacerte tanto en esto como cualquier otra cosa que puedas necesitar de mi hacienda o de mis amigos.Pues para mí nada hay más precioso que hacerme lo mejor posible, y para eso creo no dispongo de ningún colaborador más autorizado que tu.Yo, por consiguiente, me avergonzaría mucho más ante las personas sensatas si no complaciera a un hombre como tú que ante la muchedumbre de insensatos si te complaciera.<br />
<br />
El, después de escucharme, con gran ironía, muy de acuerdo con su manera de ser y actuar, dijo:<br />
<br />
-Querido Alcibíades,es probable que realmente no seas un hombre vulgar, si en efecto es verdad lo que dices de mí y hay en mí algún poder mediante el cual tú podrías hacerte mejor.En tal caso, estarías viendo en mí una belleza indescriptible y que sobrepasa en muchísimo la apostura que hay en ti. Por eso,si al contemplarla intentas compartirla conmigo y cambiar belleza por belleza,no es poco lo que piensas obtener de mí, sino que intentas adquirir, a cambio de lo que es bello en apariencia,lo que es verdaderamente bello, y en realidad pretendes trocar oro por bronce .Pero,mi feliz amigo, examínalo mejor,no sea que te pase inadvertido que no soy nada.Ten por seguro que la vista de la inteligencia comienza a ver agudamente cuando la de los ojos comienza a perder su pujanza,y tú estás aún lejos de eso.<br />
<br />
Y yo,tras escuchar sus palabras, dije:<br />
<br />
-Eso es lo que siento y nada de ello se ha dicho de manera diferente a como pienso. Pero decide tú mismo en tal caso lo que consideres mejor para ti y para mí.<br />
<br />
-Bien -contestó-, en eso tienes razón. En el futuro,pues, nos consultaremos y haremos lo que a ambos nos parezca mejor acerca de esto y de lo demás. Entonces yo, después de escucharle y haber lanzado a modo de dardos las palabras que había dicho,creí que estaba herido.Me levanté, pues, sin permitirle decir nada más,lo envolví con mi propio manto(ya que era invierno),me metí debajo del viejo capote de ese hombre que está ahí,rodeé con mis brazos a ese ser en verdad divino y admirable, y así estuve acostado la noche entera.Y tampoco en esto, Sócrates, dirás que miento. Pues bien, pese a hacer yo eso, él hasta tal punto me aventajó, me despreció, se burló de mi belleza y me agravió -y eso que en ese aspecto yo creía ser algo, jueces, pues jueces sois de la arrogancia de Sócrates-... sabed bien, por los dioses y por las diosas, que me levanté después de haber dormido con Sócrates tal cual si me hubiera acostado con mi padre o con mi hermano mayor.<br />
<br />
Después de esto, ¿qué disposición de ánimo creéis que tenía yo,considerando, por un lado, que había sido desdeñado, y admirando, por otro, la naturaleza de este hombre,su templanza y virilidad,al haberme tropezado con una persona tal cual yo nunca hubiera creído que encontraría en prudencia y firmeza? De manera que ni tenía por qué irritarme y privarme de su compañía, ni hallaba el modo de atraérmelo.Porque sabía bien que al dinero era él mucho más invulnerable por todos lados que Ayante al hierro,y en lo único en lo que creía que iba a dejarse vencer,se me había escapado. Me hallaba, pues, desorientado,y andaba de un lado para otro esclavizado por este hombre como nadie lo había estado por ningún otro.Estas cosas,en efecto, me habían ocurrido todas ellas anteriormente,y después hicimos la expedición a Potidea juntos y allí compartíamos la misma mesa. Pues bien, en primer lugar, en las fatigas no sólo me superaba a mí, sino también a todos los demás. Cada vez que nos veíamos obligados a quedarnos sin comer por estar aislados en algún lugar,como suele suceder en campaña,los demás no eran nada en cuanto a resistencia; y, a su vez,en los festines era el único capaz de pasarlo bien, entre otras cosas porque, aunque normalmente no quería beber, siempre que se veía obligado a ello vencia a todos, y, lo que es más asombroso de todo, ningún hombre ha visto jamás a Sócrates borracho.De esto, en efecto, me parece que inmediatamente tendreis la prueba. Y en lo que respecta, por su parte,a su resistencia a los fríos del invierno(pues son terribles allí los inviernos),realizaba acciones asombrosas,especialmente una vez que había caído la helada más terrible y todos o no salían de dentro de sus tiendas o,si alguno salía,lo hacía extraordinariamente cubierto de ropas y con los pies calzados y envueltos en fieltro y pieles de cordero; él, en cambio, en estas circunstancias salía con un manto como el que acostumbraba a llevar antes,y descalzo caminaba por el hielo con mayor facilidad que los demás calzados, y los soldados lo miraban de soslayo,porque creían que los estaba despreciando.Esto fue, efectivamente, así;<br />
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"pero qué cosa hizo además y a qué se atrevió el esforzado varón".<br />
allí una vez en el ejército, merece la pena escucharlo.En efecto,tras haber concebido una idea,permaneció de pie en el mismo sitio desde el amanecer meditando,y,como no le progresaba la cuestión,no desistía, sino que permanecía en pie buscando la solución.Y era ya mediodía y los hombres se habían apercibido,y,asombrados, se decían unos a otros:<br />
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-Sócrates desde la aurora permanece en pie reflexionando algo.<br />
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Por fin, unos jonios, cuando era por la tarde,después que hubieron comido-y como era entonces verano-,sacaron fuera sus jergones y,al tiempo que dormían al fresco,lo vigilaban por si permanecía en pie también durante la noche.Y así estuvo él hasta que llegó la aurora y se levantó el sol. Luego se marchó tras haber alzado una oración al sol.<br />
<br />
Y si quereis saber cómo se comportaba en las batallas -pues es sin duda justo rendirle ahora este tributo-....en èfecto,cuando tuvo lugar la batalla por la que los generales me concedieron a mí también el premio al valor, no fue otro el hombre que me salvó sino éste,que no quiso abandonarme herido y salvó a la vez mis armas y a mi mismo.Y yo,Sócrates,también entonces pedí a los generales que te concedieran a ti el premio,y esto al menos no me lo echarás en cara ni dirás que miento.Pero como quiera que los generales atendieron a mi prestigio y querían concederme a mí el premio, tú mismo estuviste más dispuesto que los generales a que lo recibiera yo en tu lugar. Todavía en otra ocasión,señores,mereció la pena contemplar a Sócrates, cuando el ejercito se retiraba en fuga de Delión . Se daba la circunstancia de que yo me encontraba a caballo y él, en cambio, con su armadura de hoplita. Se retiraba, pues, él junto con Laques ,dispersos ya los hombres. Yo me tropiezo casualmente con ellos y, nada más verlos, los exhorto a que tengan ánimo,y les decía que no los iba a abandonar. Allí precisamente pude contemplar a Sócrates incluso mejor que en Potidea, ya que yo mismo tenía menos miedo por ir a caballo.En primer lugar,¡cuán superior era a Laques en mantener la calma! En segundo lugar,me parecía observar,Aristófanes, esto que tú dices, que tanto allí como aquí avanzaba pavoneándose y lanzando miradas a uno y otro lado: observando de reojo con calma tanto a amigos como a enemigos,dejando claro para todo el mundo,incluso desde muy lejos, que si alguien tocaba a este hombre,se defendería con gran decisión.Por eso también se retiraban con seguridad tanto él como su compañero,pues casi ni se les toca siquiera en la guerra a aquéllos que presentan esa disposición de ánimo,mientras que se persigue a quienes huyen en desbandada.<br />
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Sin duda otros muchos y asombrosos motivos de alabanza podría proporcionar Sócrates.Pero si de sus restantes rasgos característicos tal vez se podría decir algo semejante también a propósito de otra persona,en cambio, el no parecerse a ningún hombre,ni de los antiguos ni de los de ahora,eso si merece toda admiración.En efecto,cual fue Aquiles,se podría comparar a Brásidas y a otros, y, a su vez, cual Pericles a Néstor y Antenor (y hay también otros); y del mismo modo se podrían hallar comparaciones para los demás. Pero en cuanto al grado de singularidad que ha alcanzado este hombre, tanto él como sus discursos, no se podría hallar, por más que se busque, ningún parangón ni siquiera remoto, ni entre los hombres de ahora ni entre los antiguos, a no ser que se le compare con los que yo digo, no con ningún hombre, sino con los silenos y sátiros, a él y a sus discursos.<br />
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Y efectivamente omití eso al principio,que también sus discursos son muy semejantes a los silenos que se abren.Pues si uno está dispuesto a escuchar los discursos de Sócrates, podrían parecerle muy ridículos al principio; ¡tales son las palábras y expresiones con que están envueltos por fuera una especie de piel de sátiro insolente!.Habla,en efecto,de burros de carga y de ciertos herreros,zapateros y curtidores y siempre da la impresión de estar diciendo lo mismo mediante las mismas palabras, de suerte que cualquier hombre ignorante y necio se burlaría de sus discursos.Pero cuando uno los ve abiertos y se mete dentro de ellos, en primer lugar hallará que son los únicos discursos que tienen sentido en su interior, y a continuación que son muy divinos y que tienen en sí mismos muchísimas imágenes de virtud y apuntan al mayor número de cosas, o mejor dicho, a todo cuanto conviene que examine quien pretenda ser hombre de bien.<br />
<br />
Estas son,señores,las alabanzas que yo hago de Sócrates, y, mezclando además lo que le reprocho,os he contado los agravios que me ha inferido. No obstante,no me los ha hecho a mí solo, sino también a Cármides, el hijo de Glaucón, a Eutidemo, el hijo de Diocles y a otros muchísimos,a quienes éste engaña haciéndoles creer que es su amante cuando más bien resulta ser amado en lugar de amante.Esto precisamente tambien te lo digo a ti, Agatón: no te dejes engañar por él sino que ten precaución tras haber aprendido de nuestras experiencias,y no aprendas,de acuerdo con el proverbio, como un necio,por propia experiencia.<br />
<br />
Acabó de hablar Alcibíades y hubo risas por su franqueza, ya que parecía estar aún enamorado de Sócrates. Entonces dijo éste:<br />
<br />
-Me parece que estás sobrio,Alcibíades,pues,si no, no hubieras intentado nunca ocultar,dando tan ingeniosos rodeos, la causa por la que has dicho todo eso, y la has colocado al final como cosa accesoria, como si no lo hubieras dicho todo con la intención de enemistarnos a Agatón y a mí, por creer que yo debo amarte a ti y a nadie más y Agatón ser amado por ti y por nadie más.Pero no se me han ocultado tus propositos, sino que este drama tuyo satírico y silénico se ha puesto en evidencia. ¡Ea!, querido Agatón, que no consiga nada con ello y procura que nadie nos enemiste a ti y a mí.<br />
<br />
-Ciertamente, Sócrates -contestó Agatón-,es probable que tengas razón. Y deduzco también que se acomodó en medio de ti y de mi para tenernos separados.Pues bien,nada conseguirá, sino que yo voy a acercarme a ti y a acomodarme a tu lado.<br />
<br />
-Muy bien -dijo Sócrates-, siéntate aquí, junto a mí.<br />
<br />
-¡Oh Zeus! -exclamó Alcibíades- ¡qué cosas me hace sufrir una vez más este hombre! Cree que debe superarme en todo.Pero,aunque sea sólo eso,admirable amigo,deja que Agatón se eche en medio de nosotros.<br />
<br />
-Imposible -replicó Sócrates-, porque tú me has elogiado a mí, y yo debo a mi vez elogiar al de mi derecha. Por tanto, si se sienta a continuación de ti Agatón, ¿no es cierto que me elogiaría a mí de nuevo,en lugar de ser él, más bien, elogiado por mí? ¡Ea!,déjalo, divino amigo, y no le prives por celos al muchacho de recibir mi elogio,ya que, además,siento grandes deseos de hacer su encomio.<br />
<br />
-¡Iú, iú! -exclamó Agatón-,Alcibíades,no me es posible ya permanecer aquí,sino que que por encima de todo me voy a cambiar de sitio,para recibir el elogio de Sócrates. -¡Ya estamos como de costumbre! -dijo Alcibíades-: cuando Sócrates está presente le es imposible a otro disfrutar de la companía de los jóvenes bellos.Y ahora,¡con qué facilidad ha encontrado también palabras convincentes para que éste se siente junto a él!<br />
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Entonces, Agatón se levantó con la idea de sentarse junto a Sócrates, pero, de repente, llegó a la puerta de la casa un gran número de juerguistas y,al hallarla abierta porque alguien estaba saliendo, avanzaron directamente junto a ellos y se acomodaron.Todo se llenó de alboroto y, ya sin ningún orden, se vieron obligados a beber enormes cantidades de vino. Entonces Erixímaco,Fedro y algunos otros -me dijo Aristodemo- se marcharon, mientras que de él se apoderó el sueño y durmió un buen rato, ya que las noches eran largas, y se despertó al amanecer, cuando los gallos ya cantaban.Al despertarse, vio que los demás seguían durmiendo o se habían ido, menos Agatón, Aristófanes y Sócrates,los únicos que aún permanecían despiertos y bebían de una gran copa que se pasaban de izquierda a derecha. Sócrates, como es de suponer, conversaba con ellos. Aristodemo dijo no acordarse del resto de las palabras (pues no asistió desde el principio y además estaba medio dormido),pero lo esencial -me contó- fue que Sócrates les obligó a reconocer que era propio del mismo hombre saber componer comedia y tragedia y que quien con arte es autor trágico también lo es cómico. Viéndose obligados a admitir eso y sin seguirle muy bien,daban cabezadas, primero se durmió Aristófanes y,cuando ya era de día,Agatón.Entonces Sócrates,después de haberlos dormido,se levantó y se marchó, y él,(Aristodemos)lo siguió como acostumbraba.Cuando llegó al Liceo ,Sócrates se lavó y pasó el resto del día como otras veces, y, tras pasarlo así, al atardecer se fue a casa a descansar.<br />
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Vía: <a href="http://www.paginasobrefilosofia.com/html/" target="_blank">http://www.paginasobrefilosofia.com/html/</a></div>
<div class="blogger-post-footer">http://www.filosofiagt.com</div>Edwin Yaneshttp://www.blogger.com/profile/16399822644458164462noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6555854549026632199.post-80584151410127295962014-06-09T16:52:00.000-06:002014-06-09T16:52:27.686-06:00HEGEL Y LA POLÍTICA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<h2 style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: left;">
Hegel era escéptico al posible éxito del proyecto de reforma inglés.</h2>
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/-0eDqO6lkWX8/U5Y6cLOXzJI/AAAAAAAAFqY/1TWEeN1R5ak/s1600/georg-hegel.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-0eDqO6lkWX8/U5Y6cLOXzJI/AAAAAAAAFqY/1TWEeN1R5ak/s1600/georg-hegel.jpg" height="225" width="400" /></a></div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
<span style="line-height: 1.429em;">Este gran filósofo idealista alemán en su último artículo político escrito en 1831 que se titula Sobre el proyecto de reforma inglés y que trata sobre los supuestos jurídicos para el ejercicio del sufragio. Aunque en su obra Fundamentos de la Filosofía del Derecho de 1821 Hegel se muestra como un liberal moderado ya que apoya la monarquía prusiana, y también es evidente que a lo largo de su trayectoria académica desarrolla aspectos políticos reformistas que fueron vigilados por el poder prusiano, y por su censura. Indudablemente, Hegel juzgó positiva la revolución francesa, si bien criticó enérgicamente los violentos excesos de 1793</span></div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Considera Hegel que es más racional que se apliquen lo antes posible procesos de reformas profundas que el surgimiento de procedimientos revolucionarios. Como también indica Jacques D’Hondt explicando los planteamientos políticos hegelianos: «Sin embargo prefiere las reformas que provienen «de arriba» y se indigna y se impacienta ante su retraso. Si los dirigentes ingleses tienen que afrontar un día una rebelión, desde luego, deplorable, ¿acaso no lo tendrían muy merecido?». Lo que pone de manifiesto que Hegel está convencido de que debe darse al pueblo una constitución que incorpore las justas demandas de los ciudadanos, limitando, por ejemplo, el poder exorbitante de los Junkers.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Estos surgieron de la baja nobleza y constituían una aristocracia que acumulaba grandes propiedades, y un desmesurado poder por medio de sus numerosas conexiones familiares. Para Hegel, las leves reformas en la estructura de poder del estado son insuficientes, porque los ciudadanos en su época no se conformaban con ligeros retoques a la situación política existente. Como comenta Hegel: «El destino será muy duro para los que quieran seguir haciendo oídos sordos». Que en latín es expresado por el pensador alemán diciendo: Disciti justitiam moniti!, aunque poseía un cierto optimismo ante el futuro político de Inglaterra y Prusia que no fue confirmado por los hechos sucedidos tras su muerte en 1831.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Por tanto, se manifiesta un claro escepticismo por parte de Hegel en relación al posible éxito del proyecto de reforma inglés, porque considera que las intenciones reales de los políticos británicos de este primer tercio del siglo XIX se basan en los intereses de poder más primarios, y no en el bienestar del pueblo y en la eliminación de privilegios. Además, la preocupación por la estabilidad de la sociedad y del estado se explicita de un modo muy claro ya que Hegel escribe en sus Principios de la Filosofía del Derecho: «Lo único que pueden ofrecer las instituciones sociales es protección contra situaciones contingentes y la organización de servicios generales que permitan a los individuos alcanzar sus fines particulares». En efecto, esto concuerda perfectamente con la afirmación actual de los derechos sociales y del estado del bienestar.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
El idealismo absoluto hegeliano en el ámbito del pensamiento político proyecta de un modo extraordinariamente profundo y audaz una nueva vía de construcción de las acciones políticas y sociales. Porque para Hegel la actividad institucional, y los poderes del estado deben sustentarse en una investigación y análisis de la realidad empírica. Ya que en el mundo real que es dinámico se pueden extraer racional y críticamente criterios normativos que sean positivos para todos y equilibrados considerando la totalidad.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Puesto que una reflexión crítica sobre lo fáctico profundamente analizado es esencial para una coherente orientación de las decisiones del poder estatal, como representación de la soberanía popular. De todos modos, la impronta idealista y racional de la teoría del derecho hegeliana se expresa en sus obras: «En el estado no hay que querer más que lo que es una expresión de la racionalidad». En cualquier caso, desde la perspectiva filosófica de Hegel la propiedad es una de las bases de la libertad individual, aunque se oponga a la acumulación de riqueza de los Junkers. La filosofía política hegeliana posee muchas perspectivas conceptuales, y no es definible de una vez por todas con una simple denominación absoluta. Y una de las cuestiones que es indiscutible es que Hegel superó en este último artículo sobre la reforma política inglesa la intromisión injustificable de la censura prusiana, por la simple expresión escrita de sus coherentes y profundos comentarios políticos.</div>
<div style="color: #555555; font-family: Arial, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.429em; margin-bottom: 15px;">
Vía: <a href="http://www.filosofia.mx/index.php/perse/archivos/hegel_y_la_politica" target="_blank">http://www.filosofia.mx/</a></div>
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